amnistía
José Manuel Soto: «Hay muchos artistas que piensan como yo pero no se atreven a decirlo. La izquierda da muy bien de comer a los suyos»
El cantante sevillano, que pronto cumplirá cuarenta años sobre los escenarios, dice que los ayuntamientos e instituciones gobernados por el PP «quieren agradar a todo el mundo, de modo que los que no somos progres estamos fastidiados por unos y por otros»
Sobre España: «Cuando Hugo Chávez empezó en Venezuela también decían que era imposible, que tenían instituciones y un Tribunal Supremo»
«Dicen que lo del Rocío es mi chiringuito pero me está costando el dinero. Lo hago porque quiero que sea parte de mi legado»
«A mí me engañaron muchas veces pero es que las compañías de discos viven básicamente de engañar a los artistas»
![José Manuel Soto en el barrio sevillano de Heliópolis](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/11/18/jose-manuel-soto1-RCfXi5EDAzPWRpDu093X1yO-1200x840@abc.jpg)
José Manuel Soto empezó a cantar en el coro de la hermandad del Rocío de Triana y cuenta con una larguísima carrera artística a sus espaldas que le ha llevado a Nueva York, Miami, Caracas o Buenos Aires. Tras cerca de dos mil conciertos, ... pronto cumplirá cuarenta años sobre los escenarios. El cantante y compositor sevillano, que nunca estudió música (cursó varios años Derecho y Filosofía y Letras e intentó hacerse preparador físico en la INEF), ha tenido éxitos muy sonados que aún siguen escuchando las nuevas generaciones como «Soy español», «Por ella» o «Déjate querer». Soto se define a sí mismo como un «outsider» (no tiene compañía de discos ni representante) y dice que lo que le pone es la «creatividad, no colocarme un esmoquin e ir a la gala de los Latin Grammy». También le pone bastante expresar sus ideas públicamente, aunque eso le ha llevado a darse algún batacazo casi tan célebre como alguna de sus canciones. Tras un insultante tuit contra Pedro Sánchez que se hizo viral y por el que varios ayuntamientos andaluces y extremeños cancelaron conciertos suyos («para evitar altercados de orden público», le dijeron), tuvo que pedir disculpas. «Sólo he perdido los papeles en las redes sociales una vez en mi vida (ésa) y me arrepiento de lo que puse, pero no voy a dejar de decir lo que pienso», cuenta a ABC en la primera entrevista que concede a un medio de comunicación tras ese incidente. Ahora se toma las redes sociales con un poco más de calma.
-¿Ha cantado con fiebre muchas veces?
-He cantado malo muchas veces, incluso afónico, y me he tenido que tomar un corticoide, pero cuando te subes al escenario se te quita todo. Eso sí, cuando acabas y bajas del escenario, te mueres.
-¿Alguno que acabara en bronca?
-En los conciertos siempre me han tratado bien pero en las redes sociales me insultan y me dicen de todo de un tiempo a esta parte. El de Utrera de hace pocos meses, pero sólo fueron cuatro personas que me abuchearon y hubo tanta gente a favor mío que se los comieron. Fui con un poco de prevención porque el ambiente estaba un poco caldeado.
-¿Por el tuit contra Pedro Sánchez?
-Sí. Pero yo sólo he perdido los papeles una vez en las redes sociales. Ésa. Y por supuesto que me arrepiento.
-¿Cuántos conciertos le costó ese tuit por el que ya ha pedido disculpas?
-Me cancelaron tres conciertos de dos ayuntamientos sevillanos y uno de Cáceres. Y un cuarto lo aplazaron.
-¿Le dieron alguna explicación?
-Me dijeron que lo hacían para evitar altercados de orden público (ríe). Pero tenían cierta parte de razón porque no debí nunca escribir ese tuit. Las formas no hay que perderlas nunca y yo las perdí ese día. Yo uso mucho las redes sociales para desahogarme y eso es un error. El desahogo en una reunión privada no tiene consecuencias pero si escribes un tuit se queda ahí para toda la vida.
-¿Fue un calentón?
-Sí. Y, por mucho que pidas disculpas, te acribillan. Hay gente muy rencorosa y sectaria, que te la guardan siempre. Me han hecho la cruz en muchos medios de comunicación y en muchos sitios. Yo no le echo la cruz a nadie porque soy más tolerante que ellos. Yo me junto con todo el mundo y no le pregunto a nadie de qué partido es. He alternado con gente como Pedro Almodóvar o Miguel Bosé y todos nos llevábamos bien. Pero esto ha cambiado.
-¿Twitter (ahora X) tiene mucho peligro?
-Sí, porque es una red muy impulsiva para mí. Algo muy dinámico, de mucha actualidad y de más día a día. Las cosas más reflexivas suele hacerlas en Facebook. En cualquier caso, estoy muy indignado con lo que está pasando en España y me está afectado anímicamente y a todos los niveles. Es una situación que no hemos vivido nunca.
-Usted ha vivido la dictadura, la Transición, el primer Gobierno socialista de Felipe González, los de Aznar, Zapatero y Rajoy...
-La Transición fue maravillosa. Una época de progreso y prosperidad para España. Ahora todo eso se está revisando con un prisma muy parcial. Me preocupa mucho porque estamos en manos de un tipo que no tiene empacho en decir una cosa hoy y lo contrario al día siguiente. Son tipos imprevisibles y muy peligrosos. El poder es el objetivo y para conseguirlo y mantenerlo, vale todo, empezando por renunciar a tus principios. Está arrastrando a mucha gente a un enfrentamiento entre la gente que no habíamos vivido nunca. Este enfrentamiento yo no lo conocía. Sé que lo hubo durante la II República pero desde que nací no he visto esta tensión en mi país. Creo que un político no puede dedicarse a generar tensión, a dividir a los ciudadanos y a enfrentar a la sociedad. Ahora se ha borrado todo lo que ocurrió en Cataluña y ese enfrentamiento entre catalanes se nos ha pasado a nosotros, el resto de españoles. Eso lo ha dicho Laura Borrás, una de las líderes independentista, y tiene razón. Ahora el enfrentamiento es de todos los españoles.
-¿Esto se puede dar la vuelta?
-Soy pesimista porque este hombre (Pedro Sánchez) está articulando las cosas de tal manera que va a ser imposible bajarlo de ahí.
-¿El ataque al poder judicial es lo más peligroso, en su opinión?
-Este hombre es un peligro y está siguiendo los pasos que dio Hugo Chávez en Venezuela uno por uno. Hay tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, y luego hay un cuarto poder, que es la prensa. Si tú eres el presidente del Gobierno y dominas el Legislativo y colocas tus peones en el Tribunal Constitucional y demás, nadie te puede hacer nada. Lo de la amnistía me parece escandaloso porque les da un mazazo tremendo a jueces, fiscales, policías, guardias civiles, que trataron de defender el Estado de Derecho, la libertad y la igualdad entre españoles con esa sentencia que costó tanto trabajo. Y eso se lo ha cargado este hombre de un plumazo. Los que se saltaron las leyes se han salido con la suya y nos pone a los demás de rodillas de forma humillante. Lo único bueno es la reacción de los españoles, un poco tarde porque de momento vamos a tener que aguantar otros cuatro años más, pero la sociedad española parece haber despertado.
-A usted le ha perjudicado mucho profesionalmente expresarse así. Y lo sigue haciendo...
-Me ha perjudicado mucho. He pagado un gran peaje y lo que espero es que no lo paguen mis hijos, que también se dedican a la música. Ellos son hijos de quien son y hay gente que los mira mal. Aparte del dúo «Mi hermano y yo», mi hija Rocío canta también. Lo hace muy bonito, más flamenco y es más de mi estilo. No querría perjudicarlos por nada del mundo o que les pasara lo que a mí, que he perdido conciertos. Desde el tuit han dejado de llamarme a los programas de televisión porque piensan que la puedo liar. Me he convertido en un personaje incómodo para según qué cosas. Pero sigo diciendo lo que pienso porque lo considero necesario. Para mí es más importante ser coherente.
-Muy pocos artistas se han mojado en España haciendo pública su opinión sobre lo que está pasando. Prefieren callarse.
-Y estoy muy decepcionado con los artistas en España porque no veo compromiso. Sólo les importan sus conciertos y no se comprometen con nada de lo que les rodea, salvo en el cambio climático, algo que está muy bien y queda muy bien, pero hay otras muchas cosas. Yo echo en falta ese compromiso. Me siento muy despegado del mundo de la música española por este motivo.
-En «Soy español» cita a Sabina y a Camarón.
-Yo me siento cercano a los dos. Me crie escuchando a Camarón yendo al Potaje de Utrera o a las Caracolás de Lebrija. Era un referente de flamencura y modernidad. Y Sabina es el gran juglar de nuestro tiempo. El artista que ha escrito mejores canciones en España. Serrat también lo fue en los años setenta, en mi opinión, pero luego se le secó el talento.
-¿Es amigo de Sabina?
-A Sabina lo conocí a través de Fernando García Tola por el programa de televisión. Allí nos dimos a conocer los dos y nos veíamos mucho. Pero yo me quedé en Sevilla y tampoco he querido molestarlo. Cuando decidí quedarme aquí, sabía que esta vida familiar y provinciana era la muerte para un artista. Pero a mí me ha compensado quedarme en Sevilla y no quedarme a vivir en Madrid, donde viví mucho tiempo, o ir a Nueva York, Miami o Buenos Aires. A mí vivir en Madrid me deprimía porque estoy muy apegado al campo y a la naturaleza. Siempre quise volver a Sevilla y poniéndolo todo en la balanza me compensó volver. Sé que he perdido relaciones y posibilidades de éxito muy grandes por esto. En la vida hay que elegir.
-También ha debido de ser muy consciente de que en España ser artista y no ser de izquierdas, o declararse públicamente como tal, resulta incómodo y poco rentable.
-Eso es otra elección y yo creo que el único que hace hoy en España canción protesta soy yo. Pero en los años 60 en España hubo muchísimos artistas que lo hicieron. Mi canción «Soy español» se ha convertido en una forma de rebeldía.
-En esa canción habla de Quijote y Sancho, la esencia de lo español. Usted arremete en las redes sociales contra los molinos de la progresía. ¿Tiene más de Quijote que de Sancho?
-Es posible pero yo tengo de los dos. El Quijote sueña y Sancho lo que quiere es comer. El sueño y la realidad. Yo también tengo que pagar las facturas.
-¿No ha echado nunca de menos poder estar en esa zona artística de confort de la que disfrutan otros artistas menos comprometidos o con ideas opuestas a las suyas?
-Está claro que en España es mucho más difícil estar en este lado que en el de la izquierda. Prácticamente todos los actores y los cantantes en España se han situado en ese lado pero yo sé, porque lo sé, que muchos de esos no están de acuerdo con lo que está pasando. Pero no se atreven a decirlo. Algunos están empezando a salir pero cuesta mucho. Piense que la izquierda da de comer a los suyos, reparten muchas subvenciones, contratan mucho en muchos ayuntamientos y los que no estamos en esa onda, no nos dan ni las migajas.
-¿Y los ayuntamientos y administraciones públicas en los que no gobierna la izquierda?
-Los de derecha tampoco nos da tanto porque tienen complejo de toda la vida y busca el buen rollito. Quieren agradar a todo el mundo, lo que estaría muy bien si todos hicieran lo mismo. Pero es que al día siguiente de que gana la izquierda quitan inmediatamente a todos los que estaban allí y ponen a los suyos sin ningún pudor. La izquierda cuida y mima mucho a los suyos, lo que no hace la derecha. De modo que los que estamos en este lado, estamos fastidiados por los dos lados (ríe).
-¿Usted es de Vox?
-Hay cosas de Vox con las que estoy de acuerdo, igual que hay cosas del PP que también comparto. Pero no soy de Vox ni del PP. Yo soy independiente. Me han ofrecido cargos públicos importantes desde esos dos partidos y no he querido aceptarlo porque no quiero someterme a la disciplina de un partido ni muerto. Quiero ser libre.
-Vox ha adoptado su canción «Soy español» y la pone en casi todos sus mitines.
-Sí. Y recuerdo que un día me llamaron de la Cadena Ser para preguntarme «cómo podía permitir eso». Y yo les dije: «Oiga, ¿y qué quiere que haga yo? ¿Qué quiere que le diga al único partido que le echa cuenta a mi canción?
-¿Se queda a gusto diciendo lo que piensa?
-Muy a gusto pero yo respeto a todo el mundo y a quien no piensa como yo. Hace algún tiempo me vino Macarena Olona (candidata de Vox a la Junta de Andalucía y ahora fuera del partido de Abascal) para que me fuera con ellos y le dije que a mí me daban igual Vox y el PP, que soy español y qie a mí lo que me importaba era España. Y también le dije que lo que me gustaría es que PP y Vox se pusieran de acuerdo. Si en estas elecciones generales, con 11 millones de votos entre los dos, no lo han conseguido, va a ser difícil que logren más y lo logren algún día.
-¿Se lo ha dicho a los líderes nacionales de estos dos partidos?
-Sí, se lo he dicho en persona a Feijóo y a Abascal. Les dije que mientras no hagan una única marca, no van a gobernar.
-¿Y qué les dijeron?
-Que eran mundos distintos, que tenían su «target» y no sé qué, y esas cosas que se inventan. Y les recordé que todo pintaba muy bien este año y que al final no ha salido nada bien. Y les dije que parte de la culpa la tenían ellos porque preferían seguir con el proyecto personal de cada uno, incluso perdiendo. Ayer escuché a Iván Espinosa de los Monteros reclamando lo mismo que yo Y me pareció muy bien.
-¿No cree que Pedro Sánchez es el más interesado en que Vox siga en escena y que, cuánto más radical sea, mejor para él?
-Claro. Lógicamente eso le garantiza seguir en el poder. Y él va a por nuestra forma de vida, a por nuestro país. Lo tengo clarísimo.
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