El rincón de... Fátima rosado rueda
«Desde el siglo XIII hay constancia de las casas donde se ubica hoy El Rinconcillo»
De ascendencia montañesa, pertenece a la familia que, en 1864, adquirió las casas que hoy conforman El Rinconcillo. Trabaja en un libro sobre su historia que saldrá en la próxima primavera.
Antonio Benítez: «Los neandertales hablaron parecido a nosotros, pero de forma menos compleja»

—Hay historia que contar. Al menos desde Alfonso X El Sabio…
—Documentalmente sabemos que, desde finales del siglo XIII, hay constancia de la casa donde se ubica la centenaria taberna del Rinconcillo. Ya, por entonces, en los documentos se recogen que eran ... unas «casas tiendas».
—Y en propiedad de la familia lleva doscientos años, que son casi el tiempo de existencia de los EE.UU.
—(Risas) Así es. La familia de Rueda está vinculada a la taberna desde 1864 en la propiedad, aunque el vínculo familiar, realmente, se registra en 1833, que es cuando un antepasado se lo arrienda al convento.
—En el archivo del convento de San Clemente ha encontrado la vinculación entre las casas y las hermanas cistercienses. ¿Qué vínculo era ese y para qué la utilizaban?
—Desde mediado del siglo XV, las casas de El Rinconcillo, fueron donadas por una familia principal de Sevilla al monasterio. En los contratos de arrendamiento los inquilinos eran comerciantes, tenderos, fruteros…Ese fue el uso generalizado. Los comerciantes vivían también en estas casas.
—Es curioso que, casi siempre, lo que hoy es El Rinconcillo ha estado vinculado a actividades comerciales, como si fuera su ADN.
—Sí, sí, parece que ese era su destino. Desde la Edad Media puede decirse que siempre ha habido actividad comercial en este edificio.
—También fue taller de uno de los escultores y retablistas barrocos más afamados de Sevilla, el de Felipe de Rivas, discípulo de Juan de Mesa.
—Todo parece indicar que allí vivió y tuvo su taller el cordobés Felipe de Rivas, con sus hermanos Gaspar y Francisco. Es de general conocimiento que Felipe de Rivas fue discípulo de Juan de Mesa y trabajó con Miguel Cano, padre de Alonso Cano, y Martínez Montañés. El Nazareno de la Misericordia de las Siete Palabras es suyo.
—¿Ha cambiado mucho el edificio desde el siglo XIII al XXI?
—Ha tenido modificaciones, tanto como viviendas como para usos comerciales. Tenemos algunas medidas y descripciones datadas a lo largo de los siglos. Me daría una satisfacción enorme levantar su planimetría.
—En cualquier caso, la primera vez que el vino entró por las puertas de esa casa fue para quedarse…
—(Risas) Así es. Desde mediados del siglo XVII. Está registrado en documentos de la época que en 1655 ya había «trato de vino», como textualmente se recogen en los archivos.
—Dentro de la hostelería sevillana hay cierta pugna por adjudicarse el prestigio de ser la más antigua que aún funciona. ¿De quién es ese título?
—En Sevilla hay varias tabernas con siglos de antigüedad. Lo que sí te puedo decir es que El Rinconcillo, en continuidad, parece ser la más antigua de Sevilla.
—Hay quien dice que por las espinacas del Rinconcillo hizo más Harrison Ford que las inagotables tertulias de cofrades y literatos que tienen en esa casa refugio. ¿Exageran?
—(Risas) Es verdad que Harrison Ford salió encantado de las espinacas con garbanzos y que así lo reflejó en la prensa local. La realidad es que las espinacas es una de las tapas más antiguas y apreciadas por los parroquianos y visitantes.
—Pero no exagero nada si digo que la Sharapova, utilizando sus redes sociales, colaboró a poner al Rinconcillo en el foco del mundo…
—La visita de la tenista fue también muy celebrada. Ella se hizo fotos dentro y fuera del local para compartirla con sus seguidores y fans. Contribuyendo a que el Rinconcillo se conociera aún más.
—¿Lo de las tres «p» lo puede usted explicar?.
—Manuel Barios, en los años sesenta, escribió una novela donde describe el ambiente nocturno del Rinconcillo. Y sostenía que era una taberna que, a altas horas de la noche, se reunían muchachas de salas de fiesta, periodistas y policías. De ahí las tres p…
—Usted en 1971 era una tierna infanta. Pero estuvo presente en la celebración de los trescientos años del Rinconcillo con un pregón inolvidable de Rodríguez Buzón…¿Qué se le quedó grabado?
—Yo era muy pequeña, pero recuerdo una foto inolvidable donde aparece Rodríguez Buzón, Manuel Melado y mi familia.
—A propósito de cofrades: ¿podríamos decir que son incalculables los complots urdidos en El Rinconcillo para tumbar a una junta de gobierno?
—Más de uno seguro…
—Por cierto, usted es una gran aficionada al coleccionismo, con una estimable colección de arte contemporáneo. ¿Algún pintor empoderó en sus cuadros las pavías del Rinconcillo?
—Las pavías no. Pero hay un pintor, que fue tertuliano del Rinconcillo, García Gómez, que pintó la fachada de la taberna y otro cuadro donde se recoge los papeles para las anotaciones de los pedidos.
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