sevilla
Los sevillanos en el extranjero ganan hasta cuatro veces más
El gobierno municipal ha aprobado en los presupuestos de 2025 la creación de ayudas dirigidas a incentivar la vuelta de jóvenes en el extranjero
La cifra de sevillanos que viven fuera de España roza los 50.000
![Los cinco sevillanos entrevistados por ABC que trabajan en el extranjero](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2025/01/09/cinco-fotos-dos-RCPjxQcB8xMlGWvDGjeXKCM-1200x840@diario_abc.jpg)
Con la llegada del nuevo año, también lo han hecho los nuevos presupuestos municipales. Las cuentas para este 2025 incluyen 16 alegaciones presentadas por Vox en las que se incluye una partida dedicada a jóvenes menores de 35 años residentes en el extranjero. El programa ' ... ayuda al sevillano emigrante retornado' promoverá mediante ayudas económicas la vuelta a Sevilla de tantos jóvenes que abandonaron sus casas en busca de oportunidades profesionales. Con una partida de 90.000 euros para su creación, poco tiene que hacer frente a los salarios internacionales, que llegan incluso a cuadruplicar los españoles, como en el caso del sector farmacéutico en Australia.
Entre esos jóvenes a los que el Ayuntamiento pretende incentivar para que vuelvan está Pablo, de 26 años, que actualmente trabaja como «controller» financiero en Bogotá. Dejó su casa hace ahora un año para embarcarse en un proyecto en Quito de la empresa donde trabaja desde que terminó Derecho y ADE en la Universidad Pablo de Olavide. Tras unos meses en la capital ecuatoriana volvió a hacer las maletas para mudarse a Colombia. Desde el inicio de su trayectoria profesional se le comentó la posibilidad de irse al extranjero, algo que le motivaba tanto por la aventura que supone como por la experiencia profesional que le otorgaría, ya que en puestos como el suyo, en Sevilla o España, lo usual es tener diez e incluso quince años más de experiencia. «He pasado de ser el chaval que acaba de entrar al español que han mandado para supervisar», declara Pablo.
Económicamente su nivel de vida en Bogotá, cuyos gastos mensuales pueden rondar entre los 700 y los 1.000 euros, es bastante más alto al que podría optar en casa. Además, su condición de expatriado no sólo supone un aumento de sueldo que crece exponencialmente cada año; alojamiento, vuelos o visados corren a cargo de la empresa, la cual Pablo reconoce «le cuida mucho». En un corto plazo no entra en sus planes el volverse a Sevilla, pues quiere seguir con el plan de carrera por el que ha apostado.
![Pablo vive en Bogotá, Colombia](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2025/01/09/pablo-rubio-colombia-U06075565861csJ-760x427@diario_abc.jpg)
Inés, farmacéutica de 31 años, se enamoró de Australia durante su estancia como «au pair» en el país. Una vez graduada por la Universidad de Sevilla y con experiencia laboral en su campo, volvió al país oceánico para trabajar como técnico de farmacia. Un año y medio más tarde regresó para convalidar su título de la Universidad de Sevilla y así poder trabajar como farmacéutica titular.
El Covid frenó sus planes y se quedó en España. Un tiempo en el que trabajó en la industria farmacéutica, hizo el máster de profesorado e incluso montó un estudio de yoga que vendió posteriormente. El pasado agosto volvió a poner rumbo a Australia, concretamente a Melbourne, para trabajar una vez más como técnico mientras tramita la convalidación. «Como técnico cobro casi 1.100 euros más en Australia por el mismo trabajo que hacía en España», declara la sevillana.
Admite también que la profesión está «mejor valorada» que en nuestro país, además de tener ventajas importantes a nivel de horarios. «En España por convenio he hecho muchas guardias el día de Navidad, aquí es algo que tú eliges y te pagan aparte». Además, explica que el salario de un farmacéutico en Australia asciende hasta los 100.000 dólares, casi cuatro veces más que en España. De hecho, la farmacéutica apunta que, aunque el ocio es «bastante más caro», sus gastos fijos no varían mucho a los que podría tener viviendo en Madrid.
En sus planes no entra volver a España todavía, aunque lo echa mucho de menos, especialmente el estilo de vida. «Pones en un balanza el salario, los impuestos, la situación política, la proyección profesional y no salen las cuentas».
![Inés vive en Melbourne, Australia](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2025/01/09/ines-planas-australia-U63750570664pYP-760x427@diario_abc.jpg)
Carlos es analista del Banco Central Europeo con tan solo 27 años. Lleva dos años y medio en Frankfurt, a donde llegó con un contrato de prácticas que le ofrecían en el máster que cursó en Barcelona tras terminar sus estudios de análisis económico en la Universidad Pablo de Olavide.
«No es una cuestión de dinero», aclara Carlos, «es la proyección profesional que te da trabajar en una institución como el BCE». Su sueldo incluye una ayuda a la vivienda en un ciudad en la que se vive por unos 2.000 euros al mes.
Aunque no descarta su vuelta a Sevilla, ve más probable que su regreso sea a Madrid. «No hay empresas grandes que den ese recorrido profesional ni en Sevilla ni Andalucía».
![Carlos vive en Frankfurt, Alemania](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2025/01/09/carlos-sanz-alemania-U16265860603mOJ-760x600@diario_abc.jpg)
En el caso de Loreto, también de 27 años, tenía muy claro que una vez acabara sus estudios de Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad de Sevilla, se marcharía al extranjero. Ya lleva cuatro años en una «start up» de Londres, donde apostaron por ella sin ninguna experiencia previa más que las prácticas universitarias. «Tengo la percepción de que en España el arranque profesional es muy duro, vas encadenando un contrato temporal con otro. Yo tuve un contrato indefinido desde el primer momento».
Se dedica al diseño electrónico; un campo que no abunda en la capital hispalense, ya que la mayoría de las empresas, algunas muy potentes, son de desarrollo de ingeniería. «Sevilla no se sabe vender, hay muy buenas empresas internacionales o nacionales con sede en la ciudad», reconoce. Asimismo asegura que la calidad de vida es «inmejorable», pero implica sacrificar sueldo y oportunidades. Entre sus planes está el volver a Sevilla, aunque antes cree que pasará por otro destino internacional. Lo que sí descarta es pasar por Madrid: «si vuelvo a España, lo hago para irme a casa».
![Loreto vive en Londres, Inglaterra](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2025/01/09/loreto-casa-londres-U22266025850zfI-760x427@diario_abc.jpg)
Rafael es ingeniero aeroespacial graduado por la Universidad de Sevilla. Aunque en Sevilla «hay muy buena industria aeronáutica», él siempre quiso dedicarse al sector aeroespacial. Por ello, tras hacer las prácticas en Airbus, hizo un máster especializado en Madrid.
Su estancia en la capital se prolongó tres años más, donde trabajaba en una empresa en la que el verano pasado le ofrecieron trasladarse a Sevilla con motivo de la apertura de la Agencia Espacial Española. Es en ese mismo momento, le salió la oportunidad de marcharse a Escocia, concretamente a Forrest, a una empresa especializada en la construcción de cohetes. «Me decanté por este proyecto porque era mi sueño», aclara el ingeniero de 27 años. En materia económica, su nuevo salario, un 60% más alto que el anterior, le da oportunidades como vivir sólo y ahorrar, «algo impensable cuando estaba en Madrid», expone Rafael. Con gastos fijos de unas mil libras, su alquiler representa 600.
A corto plazo ve difícil la vuelta, pues se encuentra inmerso en este proyecto. No descarta acercarse a casa moviéndose a alguna ciudad alemana, Barcelona o incluso volver a Madrid. La «espinita» de Sevilla se la quita gracias al teletrabajo que su empresa le otorga una semana al mes. «He podido estar en casa durante todas las Navidades», reconoce Rafael.
![Rafael vive en Forrest, Escocia](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2025/01/09/rafa-polonio-escocia-U01521244185BNU-760x427@diario_abc.jpg)
Todos los entrevistados por ABC coinciden en que, dada su formación y experiencia, fuera de nuestro país no volverían por ofertas menores a los 50.000 euros al año. Echan de menos España y aún más Sevilla, pero su juventud y el valor añadido a sus trayectorias profesionales que aporta lo que están viviendo, hacen que la balanza no se incline hacia sus hogares.
Los puestos en los que se encuentran evidencian el nivel educativo que las universidades públicas sevillanas aportan a su alumnado. Sin embargo, también señala la predisposición que tienen a marcharse, asumiendo que para su desarrollo profesional mínimo deberán vivir en Madrid.
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