TRIBUNALES
Las mujeres maltratadas no tendrán intimidad en los juzgados de Violencia de Sevilla
Jueces y sindicatos alertan de este riesgo si se trasladan de la Buhaira al Prado
Juzgados del Prado de San Sebastián, donde se ubicarán los de Violencia de Género
Los cuatro juzgados de Violencia de Género de Sevilla tienen sus días contados en la Avenida de la Buhaira. El proyecto de la Consejería de Justicia es trasladarlos al Prado de San Sebastián para ahorrar. Fue el titular de Justicia, Emilio de Llera, el que anunció ese traslado que supondría un importante ahorro en alquileres: 280.000 euros anuales . Era la principal novedad para el próximo curso. Todo parecía casi perfecto. Sin embargo el proyecto inicial no gustó a los afectados, los cuatro jueces de Violencia de Género, que expresaron sus reticencias al decano, Francisco Guerrero, sobre el traslado previsto para octubre. Aunque los jueces no quieren hablar, el acta de aquella junta de jueces pone de manifiesto un gran malestar. Y los planos iniciales, a los que ha tenido acceso ABC, evidenciaban una gran la falta de espacio. Pero, sobre todo la falta de intimidad de las víctimas.
La principal queja era que, según el proyecto inicial que podría ser modificado, las maltratadas tendrían que pasearse por el edificio, ya que las distintas instancias por las que pasan estaban inicialmente repartidas por varias plantas. «No podemos asegurar que la víctima no se encuentre con el agresor por los pasillos» , aseguraban.
Entre las alegaciones de los jueces estaba que la sala de espera de la víctimas estaba junto a uno de los juzgados sin una estancia propia para el forense ni aseos ni sala dedicada al SAVA (Servicio de Atención a las Víctimas) . Esto contrasta con la actual ubicación en la Buhaira, donde basta con que la víctima toque el timbre para que los accesos sean por otro ala evitando el encuentro con el investigado o sus familiares que tienen vedado el paso al edificio. En la actual ubicación la Guardia Civil puede observar por la fachada de cristal si en las puertas hay familiares o amigos del denunciado. Si es así conducen a la víctima por el garaje. Sin embargo los jueces aseguraban que, con el proyecto, la víctima tendrá que desplazarse desde la planta segunda varias veces: a la tercera si necesita reconocimiento forense tanto ella como sus hijos y a la baja para el SAVA. Unos desplazamientos que, según los jueces, deben ser vigilados por el riesgo de encuentro con el investigado o sus familiares.
Ayer, desde el Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia , su representante Aníbal Jiménez, pidió a la Junta una copia de los planos para ver si, como les prometió, cambiarían algunas cosas ya que, al parecer, las protestas les han hecho redistribuir algunas salas o reubicar al fiscal (inicialmente en el edificio de enfrente) en la misma planta. «Nos han dicho, por un lado, que han cambiado pero por otro que no», decía mostrando su preocupación por la falta de intimidad de las víctimas. Según STAJ, aunque la Junta cambie «tendrá que gastarse mucho dinero en vigilancia». ¿El motivo? El acceso al juzgado es libre. Y tendrán que vigilar que no suba ningún familiar del denunciado ya que en el Prado cualquiera puede entrar. Además, si el detenido está en el calabozo deberá cruzar hasta la segunda planta de enfrente. El sindicato pide un juzgado independiente y no mezclado con Instrucción. «Lo que van a ahorrar en alquiler lo gastarán en seguridad», dijo pidiendo los planos del proyecto.
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