Menores, medio ambiente y juegos, los frentes de la desconocida Policía autonómica en Sevilla

La sede de la Jefatura autonómica y provincial se ubica en el barrio de Los Bermejales . Esta Unidad de Policía Nacional Adscrita a la Comunidad Autónoma, que orgánicamente pertenece al Ministerio del Interio r pero funcionalmente al Gobierno andaluz, es conocida y llamada como «Policía autonómica». Dispone de unos 450 agentes en toda Andalucía , medio centenar en la provincia para desarrollar unas funciones concretas.

Son los responsables de la seguridad y protección de las autoridades autonómicas y de los edificios públicos en toda la comunidad. Esto es, los escoltas del presidente de la Junta . Pero entre sus competencias destacan tres grandes campos de actuación por encima del resto: la protección de los menores, el medio ambiente y el control de los juegos y espectáculos públicos .

Fue creada en 1993 , por lo que encara su trigésimo cumpleaños habiéndose convertido en un referente en la protección de los menores. Trabajan codo con codo con el Servicio de Protección de Menores de la Junta , que, tras una ardua y completa investigación sobre la situación en la que se encuentran los niños con sus padres, es la autoridad administrativa competente para declarar el desamparo de unos niños antes de que los agentes actúen como en el caso del Polígono San Pablo.

Desde su retirada, una medida cautelar en materia de protección , los chicos quedan bajo la supervisión y control de la administración autonómica. La Fiscalía de Menores también juega un papel principal en estos episodios.

A lo largo del año en Sevilla tienen que actuar en torno a cinco situaciones de este tipo. «Es un número muy importante», admite a ABC el inspector jefe de Servicio Operativo de Sevilla, José María Serrano, para quien «lo ideal sería ninguno . No nos vanagloriamos de estas intervenciones».

Según Serrano, hay ciertos elementos que hacen sospechar, como el uso de menores para vagabundear, el consumo de drogas o alcohol en la calle, o el absentismo . «Las situaciones de desprotección son la antesala del desamparo», asegura este inspector jefe, quien añade otras circunstancias que los ponen en alerta: niños que no van a las revisiones médicas o por otra parte tienen una asiduidad notoria en los servicios de urgencias de un hospital.

«Son situaciones anómalas, aunque no existan denuncias puede estar cubriendo un caso de malos tratos o desatención ». Para la Policía autonómica son indicios que se van sumando y que lleva a analizar un escenario que atente contra la integridad física, moral, educativa o nutricional del menor.

En este trabajo de indagaciones van de la mano de los servicios sociales municipales, pero también es imprescindible la información del centro escolar. Una vez realizada la retirada de los menores de su núcleo familiar, es el momento de la Fiscalía investigar si en esa actuación de los padres existe un delito penal como el abandono.

Serrano precisa que no se puede asociar la vulnerabilidad económica con situaciones de desatención a los menores, pues uno de los últimos casos en Sevilla era un padre farmacéutico con solvencia económica.

Este año recién terminado, en Sevilla realizaron 240 informes sobre la situación en la que vivían los menores observados . En su lucha contra el absentismo escolar, la Unidad de Policía Adscrita ha realizado en la provincia ochenta actuaciones.

A veces, detrás de esos casos de abandono y desatención por parte de unos padres descubren una cara oculta, como puede ser una situación de abusos. Así sucedió en Jaén, donde ahora un padre ha sido condenado a diez años por abusar de su hija.

En la protección del medio ambiente, los agentes especializados de la Unidad Adscrita, en colaboración con los agentes de medio ambiente o el GREA ( Grupo de Respuesta Emergencia Andalucía ), investigan incendios, vertidos, vertederos ilegales o actuaciones contra la ordenación del territorio .

Este año se han investigado en Sevilla una veintena de incendios, concluyendo que el 60 por ciento eran dolosos (por imprudencia). El índice o tasa de esclarecimiento es elevada. Aquí, el inspector jefe de Sevilla pone encima de la mesa el caso de El Garrobo , donde se produjeron varios incendios este año. Hubo un detenido al que se le imputó una quincena de incendios. En tres, hay testigos que lo vieron en la zona del fuego. « L os incendios nos lo tomamos muy en serio porque nunca sabes las consecuencias ».

Pero también, entre sus objetivos, está l a protección de la flora y la fauna , luchando contra la caza furtiva o la pesca ilegal. En este punto es donde cobra importancia la Unidad Operativa Medioambiental (UROM), un grupo especializado de carácter regional, y que actualmente tiene abierta una operación pionera contra el fraude en residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, con ramificaciones en Sevilla.

Pero también existe fraude en el tratamiento de residuos de coches o bombonas de butano. Todos estos objetos los «canibalizan» (destripar por partes) para vender los elementos extraídos, con el consiguiente riesgo de la emisión de gases peligrosos .

O la contaminación acústica , ante lo que realizan mediciones sonométricas por ruidos molestos. El último caso fue en un gimnasio. No siempre son locales de copas o discotecas.

La Unidad Adscrita también cuenta, como subraya el comisario jefe en Andalucía, Antonio Manuel Burgos Bermúdez, del Grupo de Actividades y Respuesta en Zonas Acuáticas (Garza) , que dispone de motos de agua y lanchas, para el cumplimiento de la normativa andaluza de biodiversidad.

«El objetivo es siempre dar respuesta a las cuestiones policiales que pide el Estatuto de Andalucía», subraya el comisario Juan Pedro López, responsable de Comunicación y Formación de la Unidad Adscrita en Andalucía y de la Sección de Incidencias Operativas. No sólo se encargan de proteger el medio natural sino también el histórico como los bienes de interés cultural para evitar los expolios de restos arqueológicos. En Sevilla, el foco está puesto en la zona de Santiponce y los buscadores de resto s .

El otro campo de batalla de esta unidad policial es el control y vigilancia de los juegos y espectáculos públicos , desde velar por el cumplimiento de la normativa en una corrida de toros hasta los bingos o casinos.

El juego online es competencia del Estado, pero el presencial es de la comunidad. En meses atrás destaparon un bingo ilegal , donde se suele mover mucho dinero, en la zona sur de la provincia. «Es algo que se repite con frecuencia», según el inspector jefe Juan Pedro López.

Una partida de bingo o timbas de cartas ilegales no es un delito, sólo conlleva sanción administrativa pecuniaria. Vigilan los boletos o cupones ilegales. Es competencia suya el control de todos los establecimientos que superen las 700 personas de aforo . Durante esta Navidad han puesto en marcha en Sevilla un plan de inspección de los locales de cotillones.

Las dependencias de la Unidad Adscrita en Sevilla no sólo acogen la jefatura provincial, sino la autonómica y otros servicios centrales que operan en todo el territorio andaluz pero que se coordinan desde la capital, como los grupos 'Milano' de reacción rápida. «La coordinación no es fácil porque el territorio andaluz es muy amplío», admite el comisario jefe.

La plantilla de la Unidad Adscrita de la Policía en la comunidad autónoma debería ser de 750 agentes . Es la teoría, pero l a cruda realidad arroja una cifra muy inferior: 450 . Esto supone «un déficit muy importante en el número de efectivos», según el comisario jefe en Andalucía, Antonio Manuel Burgos Bermúdez.

Es una cuestión que tiene que resolver el Ministerio del Interior . En la Jefatura provincial de Sevilla hay actualmente alrededor de 50 agentes. Sin contar los agentes destinados a servicios centrales. Un dato evidencia el «déficit de personal acusado»: en el año 2013 fue el último concurso de méritos para acceder a la Unidad Adscrita .

La Junta, consciente del valor de la Policía autonómica, pide refuerzos constantemente. «Aspiramos a los 750 agentes» , admite el comisario jefe, que añade que el futuro pasa por reforzar las competencias actuales y asumir más, siempre dentro del Estatuto andaluz.

Reconoce el desconocimiento de la ciudadanía de este cuerpo en que realizan « una labor discreta, reservada », así como al hecho de que nunca se ha explicado su trabajo. Por ejemplo, durante este pasado 2021 fueron los encargados de custodiar las dosis de las vacunas contra el coronavirus para evitar intentos de atracos como los sucedidos en Madrid.