Malos tiempos para la hospitalidad
SEVILLA. Los sindicatos mantuvieron ayer una compleja filigrana dialéctica en los prolegómenos del paro general: por una parte, insistieron en desvincular la huelga del día 20 con la Cumbre Europea de los días 21 y 22, pero al mismo tiempo, resaltaron los efectos que la protesta laboral tendrá en el normal desarrollo de la cumbre.
Así, el secretario general de CCOO en Sevilla, Rafael Fernández Serra, dijo que «se debe separar claramente la convocatoria de huelga general con la incidencia que la cumbre europea pueda tener en nuestra provincia», y advertía a la Junta que no debe secundar lo que calificó de «musiquilla» del PP.
Sin embargo, distintos dirigentes sindicales resaltaban también ayer la incidencia que la huelga tendrá en la cumbre. Así, CC.OO. y UGT anunciaron que no están dispuestos a ampliar los servicios mínimos sanitarios durante la huelga, y explicaron que si el primer ministro británico, Tony Blair, o su homólogo alemán, Gerard Schroeder, quieren tener más médicos en Sevilla «que se los traigan de Inglaterra o Alemania».
Tanto el representante de CC.OO. como la de UGT, Luis González, e Inmaculada Alascio, respectivamente, recriminaron al SAS por haber elaborado un plan de emergencia «sin contar con nosotros y por habernos enterado de su existencia por algunos gerentes de hospitales».
Para ambos, los servicios mínimos deben ser iguales de los de un festivo, esto es, entre el 30-40% de la plantilla y que un aumento por parte del SAS podría desembocar en los tribunales «si es necesario».
Sin desayuno
Por su parte, el presidente del comité de empresa del hotel Alfonso XIII, Pedro Rodríguez, rechazó ayer que los trabajadores realicen horas extra el día 21 de junio para compensar la jornada de huelga general, que pretenden secundar de forma masiva, «al cien por cien», dejando tan sólo a una persona de mantenimiento por turno de trabajo. De esta forma, el Alfonso XIII, en el que pernoctarán los mandatarios europeos que asistan a la Cumbre, permanecerá sin personal de servicio durante el 20 de junio. Tan sólo está previsto que permanezcan activos 15 personas, entre miembros del equipo directivo y jefes de departamento.
Como consecuencia de la huelga en la mañana del 21 no se pueda atender debidamente el desayuno, ya que «sólo hay un camarero de noche que no puede preparar un bufette para 200 personas». Asimismo, esa misma mañana comienzan a trabajar tres responsables de cafetería que tampoco podrían completar el trabajo, mientras que los camareros se incorporarán como el resto del personal a partir de las 8.00 horas. Así, el hotel no recuperará la normalidad por completo «hasta 24 horas después», ya que la huelga también afectará a los suministros además de al servicio.
Por último, y respecto a los problemas para la recogida de basuras el día 21, la presidenta de Lipasam, Evangelina Naranjo, afirmó ayer que «estamos acostumbrados a que Lipasam dé el do de pecho en situaciones extremas». No obstante, el presidente del comité de empresa, Manuel Diego, reclamó ayer la contratación de refuerzos para los días de la cumbre, ya que se niegan a hacer horas extra.
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