La Madeja: La Feria de Sevilla, parque temático
Ha hecho bien Espadas en desautorizar el plan de equipo: la manzanilla es con 7UP y los experimentos con gaseosa
Las casetas de la Feria de Abril las pagan los socios. El Ayuntamiento sólo actúa para prestar servicios esenciales, no para organizar nada, y esa parte del presupuesto la obtiene de las tasas que cobra a los propietarios privados. Pero hay algunos en el ... equipo de Juan Espadas que no han conseguido enterarse y han propuesta medidas de cachondeo para el real. El alcalde ha hecho bien en parar el plan surrealista en el que trabajaban sus colaboradores, pero tampoco puede permitirse ponerse exquisito porque él ha sido el primero hacer con la Feria lo que le ha parecido. Primero modificó su duración con un referéndum trucado que consultaba a los sevillanos empadronados, no a los propietarios de las casetas, que pueden ser de cualquier parte, y en el que votó menos del siete por ciento de la población censada en la ciudad. Con esa coartada 'democrática' añadió un día más y cambió el lunes del alumbrado por el sábado retranqueando los fuegos artificiales al siguiente sábado. Luego puso el alumbrado en la plaza del Salvador y uno de sus concejales, Fran Páez, alentó a las mujeres a vestirse de flamenca por las calles en plena pandemia y a los hombres de corto . Así que el proyecto que manejaban en Movilidad y Fiestas Mayores no era mucho más agresivo que los anteriores. Los socios tendrían que alternar en las casetas como los coches de caballos durante la peste equina: la mitad los días pares y la otra mitad los impares . Una idea fantástica para activar la guasa sevillana. «Yo apuesto por una feria de dos plantas», comentaba ayer un especialista en una taberna céntrica. « Ojalá me toque a mí los pares y a mi mujer los impares , que vaya feria me voy a pegar», le respondía otro.
Gracias a Dios esta idea nacida de la mente de algún pensador de Zamora o de Guadalajara no se va a llevar a cabo porque el alcalde ha actuado a tiempo , pero las medidas que desveló en este periódico Eduardo Barba estaban sobre la mesa por mucho que algunos hayan querido quitarse el marrón de encima negando su veracidad . Me extraña que Juan Carlos Cabrera, tan buen conocedor de los entresijos sevillanos, no se anticipase a Espadas para romper el papel en el que varios miembros de su Delegación estaban pergeñando semejante disparate antes de que Barba metiese la nariz en él demostrando una vez más que es un periodista de los caros. Estoy seguro de que si hubiese estado atento no le habrían metido este gol, pero nunca está de más recordar a quien competa que la Feria es un caos bien organizado . La gente va allí para romper su rutina, razón por la que come en casetas que huelen a fritanga pagando a precio de restaurante bueno. Imponer controles de acceso a los propios dueños es delirante porque convierte el real en un parque temático con tickets para la visita. Ya sólo falta que pongan un cupo de localidades para no socios, como en Disneyland. «¿Y qué pasa si en la en la cena del pescaíto me toca con todos los siesos de mi caseta?», se preguntaba otro feriante en la misma conversación de barra. Conclusión: la manzanilla sola o, si acaso, con 7UP y los experimentos con gaseosa.
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