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Reloj de arena

Lola Montero: una bruja en el planeta rojo

Pese a su imagen aleonada y gruñona, los que la trataron con cercanía hablan de una mujer afable, cariñosa y con cierta fantasía

La bruja Lola alcanzó su máxima popularidad cuando la reclutó Javier Sardá para Telecinco ABC
Félix Machuca

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Sin escobas ni a lomos de un macho cabrío, esta mujer, que dejó dicho en Tomares que alguna vez en su agraciada juventud fue miss, llegó a Marte como la bruja Lola para convertirse en una de las reinas mediáticas de aquella corte marciana ... que Javier Sardá ponía en función todas las noches en la tele. Antes le reconoció a su verdadero descubridor, Emilio Nieto , propietario de Canal 47 de ámbito local, que de pequeña, Lola, nuestra bruja marciana, en ocasiones veía cosas. Cosas que nada más que ella podía ver o aseguraba que veía. Cosas fuera de las dimensiones habituales de nuestra normalidad. Cosas que iban a pasar o que ya estaban pasando y nadie se daba cuenta. Una vez, en un estudio de Antena 3 donde se emitía ‘El castillo de las mentes prodigiosas’ , se cayó el techo y ella, la bruja Lola, mantuvo que lo había predicho. Es posible. O no. El caso es que Emilio Nieto, le vio el filón mediático que tenía aquella mujer echando cartas a las almas desconcertadas que llamaban a la tele. En el control de Canal 47 entraban llamadas de gente preocupadas por la salud, por el dinero, por el amor, por el trabajo. Lola echaba las cartas y comentaba: lo que le pasa a tu padre es que está chungo de la prótata. O esto otro: «Tu marío está al compló der médico». O esta que fue memorable: «Llamo para saber cómo está mi padre de salud», le preguntó una chica. Lola le contestó: «Tu padre está pachucho». A lo que la comunicante le respondió como un respingo: «¡¡Lleva cuatro años muerto, so bruja!!». Y le colgó. Lola, que no destacaba por una sólida formación pero que de reflejos andaba tan bien como el arquero del pebetero de Barcelona 92, le dijo muy seria a la cámara: «Sabía que me estabas mintiendo y te voy a poner dos velas negras que te vas a acordar de Lola Montero toda tu vida». Un expresidente de un club de fútbol sevillano, colapsado por sus tribulaciones, fue a consultarla. Lola tenía un cuadro de gran formato con una imagen del Gran Poder. Al verlo, impactado, aseguran que dijo: «Tú eres el que me has traído hasta aquí». Y se persignó.

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