RELOJ DE ARENA
José Camacho Espinosa: oficial y caballero
Camacho pudo rentabilizar la complicidad con las grandes en las carnicerías mediáticas al uso, donde se vendía la privacidad de los artistas con escandalosas revelaciones a golpe de cheque. Pero nunca fue un caníbal
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![Pepe Camacho presenta a Rocío Jurado y a Espartaco en un acto benéfico en Lope de Vega](https://s1.abcstatics.com/abc/sevilla/media/sevilla/2022/04/02/s/imagen-pepe-camacho-U4026023512542NG-U30754818418JXI-1248x698@abc-Home.jpg)
Llegó a tener siete coches, uno de ellos un Oldsmobile que no cabía por la Avenida; dirigió no menos de ocho locales nocturnos como el Adriano o el Califas ; la madrugá en la que Juan Lebrón sacó al ... helicóptero para grabar la pasión según Sevilla le pilló como coordinador nocturno de transmisiones de Protección Civil y el corazón en la boca; fue compadre de Bambino y Muñoz Cariñanos en su consulta, con la bata blanca puesta, le bailó imitando a Antoñita Jiménez ; fue confesor de las traiciones, puñaladas y desplantes que las grandes de la copla soportaron en el mundo extremo en el que vivían; hizo de muerto en una película de Paquita Rico donde ambos comparecieron sin una gota de sobriedad; con La Esmeralda descubrió en uno de sus locales que Rappel no adivinaba ni sus años. Todo esto y muchas cosas más caben en la vida de Pepe Camacho , empresario nocturno, comunicador de radio, propietario de un negocio de artículos de regalo y de una boutique unisex al lado de la Catedral. El hombre orquesta a su lado se quedaba en el tío del tambor. Fue uno de los reyes de la noche sevillana durante tres décadas. Un auténtico oficial y caballero…
Es posible que Pepe Camacho, tan cabal en un gremio de pícaros, quedara marcado para el artisteo cuando Rafael de León se lo llevó en brazos al camerino de Concha Piquer , donde la gran diva calentaba la voz antes de un concierto en el teatro San Fernando. Desde entonces, el destino le marcó una dirección obligatoria que lo llevó a ser persona de confianza de artistas y canzonetistas. Carlos Herrera , que lo acompaña diariamente desde la COPE mientras Pepe se machaca en su gimnasio, lo declaró historia viva de la copla y Antonio Burgos le dijo que era la CNN del género. De chaval, siendo botones en la agencia de publicidad que dirigía José Luis Garrido Bustamante , llevaba a las principales estaciones de radio de Sevilla los recados que le encargaban y se quedaba embobao escuchando en directo a los grandes de aquel siglo: Juan Bustos , Agustín Navarro , Rafael Santisteban , Manolo Bará … Allí le pilló un amor declarado al arte del micrófono que, con los años, le valió para presentar espectáculos y para entrevistar a las grandes figuras de la canción en la radio. Un material audiovisual de más de cincuenta años de trabajo que, lamentablemente, le robaron de uno de sus locales, donde los guardaba en diez cajas de cartón.
El Pali , su gran amigo, nos robaba el corazón con sus sevillanas populares y no necesitó micrófono alguno para decirle a Pepe que no se montaba con él a caballo. Fue en la romería de Cuatro Vita. Llevaba Pepe un caballo precioso. Pero al Pali le gustaba más los barbos en adobo y le dijo a Pepe que solo se montaba a caballo si le ponía una escalera y dos ruedas de tractor al ejemplar. En Chipiona, donde fueron a cobrarle a un moroso que debía hasta de callarse, acabaron ancá La Tani de Ricardo, bien surtidos de alcoholes a granel, parada y fonda de artistas de todo tipo, donde pillaron una moto la mar de graciosa. Pero aquella moto era una bici de tres ruedas si la comparamos con la que, a dúo, pillaron Paca Rico y Pepe Camacho en una película que se rodaba en el barrio de Santa Cruz: 'Viva o muera don Juan Tenorio' . El papel no tenía mucho texto: hacía de muerto. Pero Paca era protagonista. Retrasaron la secuencia de la mañana a la tarde. Y el día lo emplearon los dos en vendimiar todas las tabernas del barrio. Ni Yeltsin , en sus más celebradas aureolas, se tumbaba tanto. Veinte veces se tuvo que repetir la secuencia. Paca no daba una. Juanito el caminante y el señor Terry le enredaban la lengua y los textos. Pero Pepe, que llegó muerto, lo bordó. Tampoco estuvo mal La Esmeralda en Califas. Se encajó Rappel en el local con su melena de roquero pureta y una de aquellas túnicas que solo tenía valor de ponérselas Demis Roussos . Rappel tropezó al entrar en la sala con un pequeño escalón tan escondido como desleal. Cogieron al vidente al vuelo. Y la Esmeralda, que cantaba una de las suyas desde el escenario, le puso colofón a entrada tan triunfal: «¿Y tú eres vidente y no ves el escalón?» Todo el mundo al suelo…
Del JC pub se llevó un cliente de Madrid toda la moqueta. ¿Saben por qué? Porque vivió la noche más grande de su vida. Estaban reunidos Bambino, Juan Morilla , Antonio el bailarín , Marienma , Rosario y Pilar López . La noche ya pintaba gatos en los tejados. El local había echado el cierre. Pero llamaron a la puerta y una vocecita clamaba por alegrías de Cádiz: «Pepito, abre la puerta, pisha». No había dudas. Era el Beni y sus all star: Lola Flores , Carlitos Fernández , Amós Rodríguez , el Gitano de Oro y La Patito . En el libro de horas de aquel improvisado cortejo faltaron páginas para apuntarlas. Fue una revolución de cante, baile y gozadera. Sin más bajas que la de la moqueta que se llevó el mitómano de Madrid comprometiéndose a colocar una nueva. Su amistad con la familia Flores le daba para vivir situaciones tan particulares como aquel día que llevó a Lola, Carmen y Lolita , más las tatas que las acompañaban, a una actuación en Sevilla. Cinco mujeres en un Seat 124 sport. Atrás Lolita con las tatas. Delante Pepe al volante y Carmen y Lola. A Lola le tocó sentarse cerca del freno de mano. Pepe le pidió, con mucho apuro, si le dejaba bajarlo. Y le respondió la faraona: «Mi arma, Pepe, para una vez que voy a gusto en un coche me vas a levantar…» Camacho pudo rentabilizar la complicidad con las grandes en las carnicerías mediáticas al uso, donde se vendía la privacidad de los artistas con escandalosas revelaciones a golpe de cheque. Pero nunca fue un caníbal. Razón, quizás, por la que a Pepe Camacho lo continúan llamando sus hermanos de los medios hispanoamericanos siguiendo aquí fiel a su lema de oficial y caballero…
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