Espadas renuncia a hacer otro «catastrazo» en lo que queda de mandato

El alcalde sucumbe a las críticas y envía una carta a Hacienda en la que rechaza revisar el Catastro en 2017 y en los ejercicios sucesivos

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas Juan Flores

ALBERTO GARCÍA REYES

Las consecuencias del llamado «catastrazo» —la actualización de los valores catastrales de Sevilla un 10 por ciento— en la subida del IBI este año han hecho al alcalde, Juan Espadas , levantar el pie del acelerador. El socialista envió el pasado martes una carta a la gerente regional del Catastro en Andalucía , María José Pérez, para indicarle que «el Ayuntamiento de Sevilla desiste de la actualización de valores catastrales para 2017 y sucesivos ejercicios». No habrá, por tanto, nuevas subidas en los siguientes ejercicios a pesar de que durante el debate que generó la nueva ordenanza fiscal por mor de esta revisión del 10 por ciento Espadas recalcó que los valores catastrales de los inmuebles de Sevilla estaban bloqueados desde hacía muchos años y eso generaba un perjucio a los sevillanos a la hora, sobre todo, de solicitar una hipoteca, ya que había mucha distancia entre la referencia del Catastro y el precio real de las viviendas.

Esta fue la principal justificación de la medida por parte del alcalde, pero el resto de partidos políticos le reprochó la decisión porque supondría una subida de impuestos tanto para los locales comerciales como en el caso de las sucesiones y transmisiones , donde los tipos impositivos que se aplican dependen del valor catastral de los inmuebles. Espadas defendió que esa circunstancia no se daría porque la subida sólo afectaría al diez por ciento de los inmuebles con mayor valor catastral. Pero la ordenanza fiscal es especialmente dura con los locales comerciales de medianas dimensiones , que son los más numerosos en la ciudad. Hasta el año pasado, se aplicaba el tipo general, 0,7 por ciento, a los locales con un valor catastral inferior a 200.000 euros. El PSOE bajó este límite a los 135.000 euros, una cifra que han superado decenas de inmuebles tras la subida del Catastro. Es decir, la horquilla les ha cogido por ambas partes, tanto por la bajada del límite como por el crecimiento del valor catastral. Todos los locales que ahora están en esas circunstancias tienen que pagar el 1,15 por ciento de la nueva referencia del Catastro, lo que supone en muchos casos un incremento de más del 50 por ciento en el recibo. Este periódico publicó el caso de un propietario de la calle Jiménez Aranda que está decidido a regalarle su local al Ayuntamiento porque asegura que no puede hacer frente a la actual cuota. Pero era sólo un ejemplo. Hay muchas más personas en esta situación.

En este contexto, el alcalde recibió el pasado lunes una carta del Catastro en la que se le indicaba que si no renunciaba a la revisión de los valores antes del 31 de mayo, volvería a aplicarse en 2017. Inmediatamente, Espadas remitió una carta a la gerente especificando con toda claridad que no sólo se desiste de esta actualización para el próximo ejercicio, sino también para los otros dos que le quedan a su mandato . La subida de impuestos por esta razón, por lo tanto, no volverá a producirse.

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