Coronavirus Sevilla
La tercera ola lleva al Virgen del Rocío y al Macarena a suspender todas las operaciones no urgentes
Los pacientes Covid ocupan ya tres plantas del mayor hospital de Sevilla y otras tres alas del segundo tras el incremento de hospitalizaciones de la última semana
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Los dos mayores hospitales de Sevilla, el Virgen del Rocío y el Virgen Macarena, han reestructurado toda su actividad quirúrgica para centrar sus recursos humanos y materiales en la pandemia del coronavirus, cuya tercera ola explotó hace una semana como consecuencia del aumento ... del contacto social y la relajación de las normas de prevención durante las pasadas vacaciones. Una profecía anunciada por médicos y epidemiólogos poco antes de Navidad que no ha tardado mucho en cumplirse. El 9 de enero había 172 personas hospitalizadas en Sevilla por coronavirus y ayer lunes eran 359, más del doble. Todo en menos de diez días.
El Virgen del Rocío se ha visto obligado a desprogramar las operaciones no urgentes, aunque mantendrá toda la patología oncológica y los casos preferentes . Esta decisión, que engordará las listas de espera, se tomó dos veces con anterioridad, en abril, durante la primera ola, y en noviembre, durante la segunda. En este momento el mayor centro sanitario de Andalucía tiene a 107 pacientes Covid (20 en UCI ) que ocupan tres plantas del Hospital General y podrían obligar a desocupar en los próximos días una cuarta planta para acoger a más enfermos, tal y como sucedió en noviembre durante la segunda ola.
El Virgen Macarena también tiene tres alas destinadas a pacientes Covid en este momento y puede abrir una cuarta de forma inminente. Este lunes decidió reestructurar todo su programa quirúrgico a la vista del incremento de hospitalizaciones y las previsiones que manejan para los próximos días. Solo se mantienen las urgentes, las oncológicas y todas aquellas que no requieran ingreso hospitalario y se puedan hacer por cirugía ambulatoria.
Valme, el tercer mayor hospital de Sevilla, aún está evaluando la incidencia y los recursos de los que dispone antes de tomar esa decisión pero no es descartable que lo haga en los próximos días, si sigue subiendo el número de ingresos. La semana pasada se encontraba, no osbtante, a un cincuenta por ciento de su actividad quirúrgica máxima. Este centro tiene en este momento en torno a 60 pacientes Covid, de los que 5 ocupan unidades UCI.
Valme, como los otros dos hospitales, aún está lejos de la saturación pues dispone de 23 camas UCI y 7 del Hospital de día Quirúrgico que se ocuparán si es necesario, aunque fuentes médicas de este centro aseguran que, a la vista de los precedentes de las dos primeras olas, «dentro de siete o diez días puede producirse el mayor pico de enfermos Covid tanto en planta como en UCI».
Valme tuvo que desviar enfermos de coronavirus el pasado mes de noviembre al Hospital El Tomillar tras la saturación que sufrió en sus instalaciones.
Es difícil predecir si esta tercera ola será peor que la segunda pero los médicos que tratan a los pacientes Covid observan que tardan más en ingresar en UCI que el pasado otoño, hasta quince días
Una de las novedades de esta tercera ola respecto a las dos anteriores es que las personas hospitalizadas por coronavirus que llegan finalmente a las UCI tardan más en hacerlo que el pasado otoño. Los facultativos de los hospitales sevillanos observaron entonces que pasados los diez días desde su ingreso se podía predecir su curación y descartar su ingreso en UCI, cosa que ahora no ocurre hasta varios días después. Se están dando casos de pacientes que empeoran a los quince días de estar hospitalizados, cosa que antes no ocurría.
La progresión de la incidencia sanitaria del coronavirus es espectacular desde el pasado 9 de enero, cuando en Sevilla había 172 hospitalizados. Este lunes eran más del doble (359), de los que 59 están en UCI.
A pesar de haberse duplicado el número de pacientes Covid en menos de diez días, a la vista del mayor crecimiento de contagios en términos comparativos, muchos epidemiólogos sostienen que el SARS CoV-2 de la tercera ola es menos virulento . También parece bastante más contagioso, gracias en parte a la llamada «cepa británica».
El epidemiólogo y pediatra Francisco Giménez Sánchez asegura a ABC que esta cepa ha podido acelerar la rapidez de la transmisión, que califica de «brutal», pero considera que la clave ha sido « el incumplimiento de las normas durante la Navidad ». Giménez Sánchez no cree que la restricción de movilidad entre provincias pueda ser eficaz «mientras en las capitales se puede seguir haciendo vida social —dice— y los bares continúan abiertos como si todo fuera normal».
Que se hayan contagiado más personas jóvenes que mayores de 65 años ha permitido, en su opinión, que los índices de ingresos en UCI y fallecimientos no se hayan disparado respecto a las dos aolas anteriores.
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