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El Rey afirma en Sevilla que la relación con Iberoamérica «debe orientarse al presente para construir un futuro mejor»

Felipe VI ha recibido este lunes durante un acto en el Real Alcázar el Premio Extraordinario Iberoamericano Torre del Oro

El Rey inaugura la gran exposición de los Machado en la Fábrica de Artillería de Sevilla

Foto de familia con el Rey en el Alcázar Raúl Doblado
Jesús Morillo

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El Rey ha afirmado este lunes en el Real Alcázar de Sevilla que la relación entre España e Iberoamérica debe «orientarse hacia el presente» con el objetivo de «construir un futuro mejor». Don Felipe hizo estas declaraciones tras recoger el Premio Extraordinario Iberoamericano 'Torre del Oro', en un acto al que asistieron también el presidente de la Junta, Juanma Moreno; la ministra de Igualdad, Ana Redondo; el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla, Francisco Herrero; y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, entre otras autoridades.

En su intervención S. M. El Rey quiso expresar su «profunda satisfacción» por recibir este galardón, en el Real Alcázar, al que se siente muy ligado «desde chico», y una distinción, además, que subraya la relación que ha mantenido la Corona con Iberoamérica.

Por ello, quiso resaltar su reconocimiento a la Cámara de Comercio, la Fundación Cajasol y las cámaras de comercio de ambos lados del Atlántico. Además, Don Felipe destacó los nombres de quienes habían recibido este premio antes que él, como Enrique Iglesias, Andrés Pastrana y Felipe González, así como una institución como la Real Academia de la Lengua.

S. M. El Rey recordó el inicio de su relación personal con Iberoamérica, con su asistencia como Príncipe de Asturias, en el que fue su primer viaje oficial en 1983, al 450 aniversario de la fundación de Cartagena de Indias o su periplo como guardiamarina en el Juan Sebastián Elcano, en el que recaló en varios puertos del otro lado del Atlántico.

Un viaje «iniciático y formativo» que en pocos meses acometerá la Princesa de Asturias, donde conocerá pueblos y culturas «sin las que la nuestra propia no se entendería».

El premio, finalmente, reconoce, en opinión del monarca, una de las «señas de identidad de la Corona, que no es otra que «ayudar a reforzar y multiplicar los lazos de conocimiento mutuo, de cooperación, de solidaridad y de afecto con Hispanoamérica».

«No me podría reconocer como soy ahora, sinceramente, sin ese poso iberoamericano, que no solo es un elemento determinante en mi manera de ver el mundo y de entender nuestro lugar (de España) en él, sino también una vocación de poner en práctica nuestra hermandad, de comprender y asumir nuestra historia compartida, y de ganar así un futuro mejor para todos nuestros ciudadanos, logrando una mayor cooperación». Porque Iberoamérica, añadió Don Felipe, «nos invita a hacer de nuestra vida un gran encuentro».

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio destacó que la Torre del Oro es el «emblema vivo de mayor trascendencia de la historia dde nuestra ciudad« y que simboliza la »riqueza« y el »punto de encuentro« de culturas y economías de ambos lados del Atlántico.

En ese sentido, Herrero consideró que la Corona Española «ha sido la mejor ilustración del mejor encuentro y colaboración social y cultural de todos los pueblos de España e Iberoamérica«, por lo que el jurado »acordó por unanimidad« entregarlo a Felipe VI. »Es un gran honor que haya aceptado este premio«, añadió, que muestra la »confianza« d ela Corona »en la labor de las cámaras de comercio en España e Iberoamérica«.

Don Felipe ha recibido el Premio Extraordinario Iberoamericano Torre del Oro, un reconocimiento de carácter anual coorganizado por la Cámara de Comercio de Sevilla y la Fundación Cajasol. El galardón distingue a una personalidad o entidad del máximo nivel cuya trayectoria está estrechamente relacionada con el fomento de las relaciones políticas, comerciales, económicas y culturales entre los países iberoamericanos.

En esta edición de 2024, el Comité de Honor ha decidido por unanimidad conceder la distinción de honor del Premio Extraordinario Iberoamericano Torre del Oro a Don Felipe en reconocimiento «al esfuerzo, dedicación y potenciación de las relaciones políticas, comerciales, económicas y culturales entre los países iberoamericanos que viene desarrollando desde el inicio de su reinado«.

Los organizadores del premio destacaron que «la Corona de España se ha caracterizado permanentemente por reforzar los lazos con los países de la Región y son innumerables los ejemplos que corroboran esta firme vocación. Su decidido empeño en la creación de las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno o su inquebrantable apoyo para la celebración de la Exposición Universal en 1992 son solo una muestra de ello».

A la entrega de premios siguió un almuerzo que se desarrolló en los salones del Palacio Gótico del Real Alcázar, al que asistieron numerosas autoridades y personalidades de la sociedad civil sevillana.

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