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Sevilla se prepara para acabar con las plagas de ratas

El Ayuntamiento de la capital hispalense invertirá 160 mil euros en el control de plagas, aumentando el presupuesto hasta los 500 mil euros a partir del próximo año

Imagen de archivo de una rata en el Paseo del Cristina raúl doblado

Cristina Rubio

Sevilla

Son muchas las ciudades de Europa en las que se está incrementando la incidencia de ratas. En Sevilla han saltado las alarmas por la presencia de estos roedores urbanos, que muchos ciudadanos están viendo campar a sus anchas por los rincones de la ciudad.

La conocida influencer 'Lolalolita', con más de 12 millones de seguidores en redes sociales, compartía una imagen de una rata en su reciente visita a la capital hispalense. El propio alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, reconocía el problema al ser preguntado en una conferencia organizada por Fórum Europa el pasado 17 de septiembre en el Hotel Alfonso XIII «¿La ciudad está llena de ratas? Sí, señor, tiene usted razón» declaraba.

Estos roedores, que habitan en el subsuelo, aparecen porque saben que los humanos dejan recursos para su alimentación. Es decir, si los ciudadanos podemos verlos es porque hay una cantidad fuera de lo normal. Por ello una óptima gestión de los residuos urbanos tipo orgánicos es primordial para acatar el asunto. Esa fuente de alimentación dificulta además los trabajos de control, ya que provoca competencia alimenticia al ir a por los residuos en vez de a por los cebos, tal y como indica Rubén Bueno, Doctor en Biología y Director Técnico de Rentokil-Lokímica. Fuentes del ayuntamiento, aclaran que Lipassam estaría «redoblando esfuerzos» para solventar la situación.

Aunque la erradicación absoluta no es una opción real, si que es importante ejercer un control sobre la presencia de roedores, reservorios de muchas patologías, para que los niveles no supongan una amenaza para la salud pública.

El Ayuntamiento de Sevilla va a poner en marcha en los próximos días un contrato de 160 mil euros con el objetivo de controlar la situación, contando para ello con un refuerzo en los equipos de especialistas. A partir de enero, el contrato pasará a ser de 500 mil euros. El corto presupuesto del que se disponía hasta ahora para estas actuaciones, de unos 28 mil euros o las numerosas obras que están realizando por la ciudad, son otros de los factores que podrían estar detrás del aumento de ratas. El contrato también esta dirigido a la actuación contra plagas de cucarachas y mosquitos.

Los trabajos de desratización tendrán dos líneas de actuación, por un lado respondiendo a las notificaciones de la ciudadanía de la presencia de los roedores, y a su vez una programación por toda la ciudad interviniendo en colegios, parques, jardines o alcantarillado. Esta planificación se está llevando a cabo por parte de los distritos con la empresa adjudicataria. En las situaciones de máxima urgencia, la desinfección se lleva a cabo en un plazo máximo de 48 horas.

«Los coagulantes son muy rápidos y se puede mantener durante pocos días o semanas, pero estos planes de choques específicos para los momentos en los que la situación sea alarmante no quita que no se efectúen campañas integrales de desratización durante todo el año«, explica Bueno.

Fuentes del ayuntamiento aclaran que el plan de actuación comienza con un diagnóstico de las zonas en las que se ha notificado la plaga, al que le sigue una inspección para la posterior aplicación del rodenticida. Una vez la zona este desinfectada, se llevaran a cabo revisiones periódicas para evitar la reaparición.

Geolocalización de plagas

Rubén Bueno destaca la importancia de llevar a cabo un control no solo químico como físico. «Censar« las plagas de ratas, para poder generar mapas que informen donde hay más proliferación y de esta forma, planificar las estrategias específicas de control. Bueno, aunque declara que «no hay una solución mágica», recalca la importancia de hacer un buen uso tanto de los productos como de la cantidad necesaria, además de rotar las materias; evitando de esta manera que los animales creen resistencia a los rodenticidas.

Actualmente, la normativa europea se ha vuelto más restrictiva tanto al uso de biocidas como a dónde aplicarlos. «En el norte de Europa está casi prohibida su utilización, en España no es el caso ni en zonas verdes ni alcantarillado, aunque sí que hay justificar lo que antes se hacía de manera casi sistemática» aclara el director de Rentokil-Lokímica.

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