El 'Puesto de Los Monos', la venta que se convirtió en un restaurante que sirvió a reyes
Lugar de bodas, bautizos y comuniones de varias generaciones de sevillanos, fue inaugurado por Pilar García, figura clave en la saga de los Juliá
El edificio, que se encuentra en estado ruinoso, será demolido para acoger un edificio de pisos
Imagen de los años 60 del Restaurante Los Monos, en la avenida de la Palmera
El 'Puesto de Los Monos' ha sido para muchas generaciones un templo de la gastronomía local que ha quedado en la memoria visualy el regusto de muchos sevillanos. Fue también el germen de una histórica saga de restauradores, la de los Juliá, cuyo catering sirvió ... importantes enlaces de la aristocracia, como el de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, el de Eugenia Martínez de Irujo con Francisco Rivera, la del entonces duque de Huéscar con Matilde Solís o la de los hijos de los Duques de Osuna, pero también de personajes del papel cuché de sobra conocidos, como Vicki Martín Berrocal con 'El Cordobés', la de Rocío Carrasco con David Flores, la de Paquirri con Isabel Pantoja...
Este edificio, que evoca numerosos recuerdos a cientos de sevillanos que lo frecuentaban, pondrá el broche final a su historia, ya que la promotora sevillana GS ha llegado a un acuerdo de compra con sus propietarios -entre ellos la Hermandad de la Santa Caridad- para levantar un edificio de pisos. Ello supondrá la demolición del inmueble, hoy en ruinas, ya que ha estado en desuso desde que en 2015 la familia Juliá tuvo que abandonarlo por los problemas económicos del grupo de restauración.
La saga de los Juliá hunde sus raíces en 1917, cuando su abuelo Cayetano García Carro, leonés de nacimiento, abrió el Café de París en la confluencia de la calle O'Donnell con la Campana, aunque también llegó a tener los ambigús de la Plaza de Toros Monumental de Sevilla. Su hija, Pilar García Alonso, que había nacido en 1904 en Santiago de Compostela, comenzó a trabajar con sólo 13 años. Se casó con Eduardo Juliá, encargado del Café de París, y junto a él siguió la estela familiar abriendo otros bares, cafeterías y restaurantes.
Estado actual del Puesto de Los Monos, cerrado desde 2005
Titulada en Dirección de Empresas Turísticas, Pilar García regentó la Terraza de la Cruz del Campo, la Cervecería Oriental de la calle Sagasta, el bar Gibraltar en las Delicias, la Hostería del Prado, la repostería de los clubes Mercantil y Labradores, el bar Juliá frente al Coliseo, la cafetería Juliá en el Edificio Elcano y, su gran éxito, el Puesto de Los Monos en la avenida de la Palmera, un edificio que alquiló en 1963. Este último local era una venta a las afueras de Sevilla, de sobra conocida por ser el paso de los toros que iban corriendo conducidos por cabestros y garrochistas hasta la Maestranza para ser lidiados.
El 'Puesto de Los Monos' tomó su nombre de los macacos que merodeaban el local, entrando y saliendo del mismo a su antojo. Pilar García contaba que los simios llegaron en un buque desde Gibraltar y no pudo perderlos de vista durante mucho tiempo a pesar de que advirtió a los propietarios del local que debían irse. La hostelera renombró el establecimiento como Restaurante Los Monos, pero la costumbre popular se impuso y se le ha seguido llamando el 'Puesto de Los Monos'. Ya remozado el local, 'doña Pilar', como así se le conocía, cambió el negocio por completo para convertirlo en un moderno bar-cafetería, además de restaurante, especializado en comidas de empresas, bodas y todo tipo de celebraciones, que ha llegado hasta nuestros días.
Pilar García, quien inició la saga de los hosteleros Juliá, y su hijo Rafael
Así, la empresaria hizo de ese establecimiento un referente como lugar de celebraciones de quien entonces podían permitírselo, siendo pionero en el servicio de comidas al Ayuntamiento de Sevilla, entre ellas, el banquete del centenario de la inauguración de la Feria de Sevilla y el que se ofreció a Eva Duarte Perón.
El buen servicio de esta embajadora de la cocina andaluza le valió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, el Tenedor del Sindicato de Hostelería, el Premio a la Trayectoria Profesional de Turismo del Ayuntamiento de Sevilla... convirtiéndose en un referente en el sector y en la presidenta de honor de este gremio.
Pilar García falleció en 2013 en Sevilla cuando tenía 107 años. Muchos antes había cogido el testigo su hijo Rafael Juliá, quien fue futbolista profesional pero que había trabajado en el negocio familiar desde los 12 años en el Círculo de Labradores y la Hostería del Prado, donde se celebraba antes la Feria. Rafael Juliá terminó convirtiéndose en el restaurador más importante de Sevilla y padre de los hosteleros sevillanos.
El catering Juliá vivió quizá uno de sus momentos cumbres cuando sirvió con brillantez en 1995 el banquete de boda de la Infanta Elena, con 1.300 invitados de 39 casas reales de Europa, África, Asia y Oriente. La empresa, con sus oficinas y cocinas ya en el polígono Pisa de Mairena del Aljarafe, llegó a servir hasta once banquetes en un mismo día, uno de ellos con más de 2.500 comensales, pudiendo presumir de haber servicio desde la Reina de Inglaterra a los Reyes Hussein y Noor de Jordania. Las cuitas económicas de la compañía obligó a esta saga de hosteleros a desalojar en 2015 el 'Puesto de Los Monos', que aún cuelga el cartel de Se Vende entre los carteles publicitarios que ciegan sus ventanas.