El Polígono Sur reclama más presencia policial «Parece la ciudad sin ley»
Los vecinos de barrio, así como responsables de algunas instituciones, hablan de la necesidad de aumentar la seguridad: «No podemos vivir así»
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La violencia en el Polígono Sur trajo el miedo (el exjugador del Betis Monsalvete, hoy entrenador en su escuela, decidió que los niños no fueran esta semana a entrenar «para evitar problemas») y la incomprensión y la firme convicción de todos las personas consultadas por ... ABC que sólo la seguridad traerá la calma al barrio. Lo explicó de manera muy gráfica el párroco del barrio de la Oliva, Jaime Conde, cuando sostuvo que la Policía tiene varias fronteras para entrar en una realidad a la que nunca se han querido enfrentar «realmente» las administraciones: «Tiro de Línea es el primer mundo; La Oliva, se puede decir que también; después, cuando te vas metiendo para el interior, cada vez más lejos del Casco Histórico, aparece otra historia, otro mundo. Otras normas. Sin seguridad ninguna. Y ese es el gran problema».
Problema o mucha preocupación. O desastre o fatalidad. Las mismas palabras se repiten en el Polígono Sur. Jaime Oliva habló de dos causas «evidentes» para que el actual panorama sea desolador, muy preocupante. «Por un lado, están las familias que campan a sus anchas. Llevan su vida. Venden droga y no pasa nada. Así van viviendo. Por otro lado, está la negligencia de las instituciones, llámense Ayuntamiento, Policía, Comisionado... Nadie, ni Lipasam, al menos para limpiar las calles, quieren entrar si no van acompañados de Policía. Como no se tomen las medidas necesarias, esto va a ser el nuevo oeste americano, parece la ciudad sin ley. Aquí necesitamos más presencia policial. Ahora, por todo lo que ha pasado, la hay. Pero necesitamos que sea de manera regular. Es muy claro», manifestó.
De forma parecida se expresó el que fuera durante ocho años el cura de la parroquia San Jesús Obrero, Andrés González. Ahora, desde la lejanía que le otorga estar en Las Rozas, Madrid, desde el pasado mes de julio, pero con el mismo dolor que expresaba cuando vivía en el Polígono Sur, lamentó la situación: «Ayer me llamó un vecino y me dijo: 'tengo miedo'. Los pobres vecinos no pueden hacer nada. Se han dado pasos a la máxima violencia».
El argumento es similar al del Comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón. En septiembre cumplió cinco años en el cargo y define los problemas como antaño: «La Administración emplea recursos, y eso es una realidad. Hay fomento de política social, en materia de educación, en reinserción social. Es muy importante. Pero, luego, está la trascendencia que es tener un entorno seguro. Hay que garantizar al vecino, a ese 90% de personas que quieren vivir con normalidad, que se sienta seguro. ¿Cómo va a ir a trabajar en un estado de inseguridad? ¿Y el niño que tiene que ir al colegio? Si no hay seguridad es muy difícil hacer una vida normal».
Jaime Bretón aprovechó para hacer un paralelismo con los lugares y zonas donde hay una catástrofe: «¿Qué es lo primero que hay que garantizar en estos sitios? ¡La seguridad! Hay que buscar, lo primero, la seguridad de las personas que están en el lugar de los hechos. Aquí, en el Polígono Sur, no podemos olvidarnos de las personas que quieren intentar tener una vida normal. Yo meto el dedo en la llaga. ¡Hace falta más seguridad! Comprendo que hay pocos efectivos, yo lo entiendo. Comprendo que hay más barrios; comprendo que hay muchos eventos. No se puede vivir así. Y sí, apelo a una respuesta excepcional... porque estamos en un lugar con unas situaciones excepcionales».
Para el Comisionado del Polígono Sur resulta inaudito que muchos vecinos sufran las consecuencias de otros que quieren vivir con sus propias normas: «Nuestra prioridad debe ser ponerle freno, atajar lo que genera la delincuencia. Ha habido una proliferación de plantaciones de marihuana, y todo ello genera unas consecuencias muy peligrosas. En una actividad ilícita aparecen las competencias, los problemas entre organizaciones, llámelo familias, clanes. Y todo ello tiene un componente mayor, que es el de la ostentación, el de las extorsiones, el de las armas».
La educación es otro de los pilares fundamentales, según los consultados, para tratar de que el barrio mejore, pero hasta los responsables de los distintos centros advierten de la importancia que tiene sentir la seguridad en las calles del Polígono Sur. Es el caso del director del IES Polígono Sur, Antonio Blázquez, que reclama, al menos, el análisis de que pudiera haber un miembro de seguridad en las puertas de los colegios e institutos. «Yo, que llevo 20 años en este centro, nunca he tenido ningún problema. Entiendo que todos vemos a los centros escolares como un lugar seguro. Al menos, así lo siento. Pero es verdad que hay profesores, y, sobre todo, familiares de alumnos, que pueden tener ciertas inquietudes y preocupaciones. Algunas familias de los alumnos que salen tarde del Instituto, ya por la noche, me consta que se preocupan y llaman para decir que tengan cuidado. Tenemos muchos alumnos que no son del barrio, y que sólo vienen para asistir a las clases. Con todo lo que ha sucedido recientemente, y que ha sido recogido en los medios de comunicación, pues se multiplica. El miedo a moverse está. La inseguridad se nota en determinadas zonas. Siempre pensé que podía venir muy bien que hubiera un vigilante de seguridad, al menos, en las puertas de los centros. Es sólo una reflexión».
El director del IES Polígono Sur habló de dos tipos de vecinos: «La mayoría son encantadores, gente que estudia, gente que trabaja, gente que quiere tener una vida normal. Pero luego, y todo el mundo lo sabe, está la gente que comete delitos. Deberían quitar todas las drogas que hay en el barrio. Se conoce. Sales a la puerta y hueles las plantaciones. Es un tema complicado porque puede confundir a los chavales. Hay algunos que pueden decirte: «¿Voy a trabajar por 1.000 euros cuando desde mi casa, sin moverme, puedo ganar muchísimo más?». Es una pena esta situación, y sólo entrando de verdad en el tema se podrá solucionar».
Entre los jóvenes, hay de todo, la mayoría con ganas de tener un trabajo, o, incluso, como así hace José Manuel Noguera, 'Mogan', emprender con su cadena de barberías por distintos puntos de Sevilla. Eso sí, no olvida su barrio, el Polígono Sur: «¿Interesa dispersar a la gente que crea problemas? Es un tema político. Lo que sí le puedo decir que, cuando no hay control en las viviendas, pueden pasar cosas. Hay gente que entra y se acabó. Aquí hay mucho extranjero, personas de fuera. Llegan, entran en las casas, y se quedan».
Los vecinos del Polígono Sur parecen que están hartos de estar hartos, tal y como comunica a este medio un señor que vive en la barriada Martínez Montañés y que se llama Pedro García. «Lo que han montado aquí estos días, con tanta presencia policial, está muy bien. Quizás, y para mi gusto, un poco exagerado. Y le explico la razón. Hemos pasado de cero a mil en unas horas. Hace unos años mataron a un joven de un disparo en la cabeza. El pobre pasaba por allí, no tenía nada que ver con lo que estaba pasando. ¿Y sabe lo qué pasó? Nada. La Policía no apareció. Años más tarde, mataron a una niña de un disparo cuando la pobrecita estaba en su casa. Otra vez, la Policía no apareció», explicó delante de algunos de sus amigos justo enfrente del Asador El Campeón Alpay, muy molesto por lo «mal que se ha llevado siempre la seguridad en el Polígono Sur» y con ganas de continuar con su relato: «Hace muy poco también mataron a un padre y a un hijo. La Policía no apareció. ¿Sabe por qué razón ahora está minado esto ahora mismo de policías? Yo se lo explico. Porque se publicaron unos vídeos en redes sociales del tiroteo y lo vio todo el mundo. Lo que está ocurriendo en este momento es pan para hoy, y hambre para mañana. Y aquí todos los vecinos lo sabemos».
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