El Pleno desbloqueará en febrero el nuevo barrio de 600 viviendas en los suelos de Induyco en Sevilla

Estos suelos, que cuentan con una extensión de 655.000 metros cuadrados, se ubican entre las calles Portobelo y Potosí y la propia Carretera de Su Eminencia. El desbloqueo y reutilización de los mismos para este nuevo uso residencial comenzó a fraguarse en 2006, año en el que El Corte Inglés y el Ayuntamiento de Sevilla firmaron un convenio para asegurar la renovación urbana y la integración de esta parcela con usos industriales en declive en la transformación global del entorno. El proyecto que ahora superará este última fase de su tramitación contempla la construcción de un total de 607 viviendas, de las que una parte serán de protección oficial. La ordenación incluye también un incremento de la edificabilidad que incorpora torres de pisos de entre ocho y once plantas, similares a las del entorno, así como una serie de espacios reservados para equipamientos.

En concreto, el desarrollo de esta zona reserva algo más de 18.000 metros cuadrados para nuevos espacios libres y otros 13.000 metros cuadrados más para la construcción de un equipamiento educativo que, en un futuro, pueda dar servicio al aumento de la demanda que provocará la mudanza de las nuevas familias a estas promociones de vivienda. También se prevé que se destine una parte importante de esta bolsa de suelo a usos terciarios, así como la creación de un viario transversal con dirección descendente de noroeste a suroeste, que funcionará como eje vertebrador de las dos zonas en las que se distribuirán los terrenos. Con la aprobación del documento, que necesitará del apoyo de al menos uno de los grupos de la oposición en el Pleno, los promotores podrán solicitar la licencia de obras para empezar a ejecutar el proyecto, que no tiene por ahora una fecha para su finalización.

Hace casi dos décadas que se suscribió este convenio entre el Ayuntamiento de Sevilla y El Corte Inglés para la puesta en valor de estos terrenos, en una operación similar a la que se realizó en esos momentos con otras grandes empresas instaladas en la ciudad como Cruzcampo-Heineken o Abengoa. Con todas ellas se trabajó en el proyecto de trasladar sus instalaciones industriales otros suelos para destinar los actuales a su integración urbana como viviendas. El único compromiso era que esta reubicación se hicieran dentro del término municipal para evitar un fuga de empleos, algo que en el caso de Induyco, y según advierten los promotores, ha sido imposible de ejecutar porque la sociedad que realizaba la acción fabril fue absorbida por ellos en 2012, asegurando que aún así se habían adoptado todas las medidas pertinentes para la reubicación de los trabajadores y para la promoción de la inversión en otras actividades en la ciudad.