Cuando la ocupación se eterniza en pleno centro de Sevilla
Los vecinos de la calle Arte de la Seda llevan más de un año conviviendo con unos ocupas conflictivos y con un incremento de la inseguridad en la zona
Pequeños propietarios advierten del aumento de casos de 'inquiocupación' en Sevilla
La ocupación es un problema que puede llegar a eternizarse, complicando sus vías de solución y generando un sentimiento de impunidad en el entorno. Así se sienten los vecinos de la calle Arte de la Seda, en pleno Caco Histórico de Sevilla, ... a dos pasos de la Alameda de Hércules. Hace más de un año que un primer ocupa forzó la entrada de un edificio regionalista que alberga un transformador de Endesa y entró a vivir. Ése fue el inicio de una situación que ha ido empeorando con el paso de los meses, como relatan los vecinos a ABC.
«Esa persona, ciertamente, no daba problemas porque ni se le escuchaba. Creemos que buscaba sólo un techo para vivir», recuerda uno de los residentes. Pero poco después aterrizó un grupo más numeroso y empezaron los conflictos. Aquel primer ocupa se marchó y ahora el transformador es hogar de un número indeterminado de personas, que además van cambiando.
Los vecinos han denunciado a la Policía las peleas, los escándalos que se producen en la calle a altas horas de la madrugada, el vertido de aguas fecales y de la basura en plena vía pública e incluso un robo del que tienen pruebas de la posible implicación de los ocupas. «Alguien entró en el bloque de al lado por la azotea y consiguió colarse en varios pisos. Algunas de las cosas que robaron aparecieron en el transformador, los vecinos pudieron verlo desde fuera». También han presenciado cómo los ocupas entran y salen «con bicis distintas cada dos por tres». Sospechan que son efectos procedentes de hurtos con los que se buscan la vida.
Endesa ya denunció la ocupación, pero la situación no se ha revertido. Nuevamente la lentitud de los procesos judiciales juega en contra de los afectados. Los residentes lamentan que cada vez que han llamado a la Policía «ha llegado a tardar más de 40 minutos en venir cuando hay una comisaría a dos pasos andando«. Cuando los agentes intervienen, los identifican y poco más porque no están cometiendo un delito flagrante y sin orden judicial no los pueden echar. Y en mitad de ese limbo, los afectados temen que ese empeoramiento de la convivencia acabe teniendo consecuencias fatales.
![Finca ocupada en la calle Feria](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/07/07/ocupas-viviendo-centro-U88178773174HkG-624x350@abc.jpg)
A poca distancia de ese transformador, en la calle Feria, hay una finca ocupada desde 2020. Se trata de un edificio que hace esquina con la calle Escoberos, que ya fue protagonista de un ocupación muy sonada en 2012. En este caso, las familias aprovecharon un parón en las obras de adecuación del inmueble para entrar. Endesa ya les cortó el suministro en varias ocasiones, pero los enganches a la red les devuelve rápidamente la luz. Éste es un ejemplo claro de cómo una ocupación puede eternizarse, sobre todo cuando la propiedad está en manos de bancos, empresas inmobiliarias y grupos de inversión.
La ocupación de este inmueble se produjo poco antes de que se aprobara el decreto para suspender los desahucios a aquellas familias a las que se le declare una situación de vulnerabilidad.
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