El palacio oculto
Ocho historias secretas del Alcázar de Sevilla
En sus diez siglos de vida, los cimientos, las ruinas y los muros han sido testigos de grandes aventuras
Intrigas palaciegas, recitales de los poetas, un tsunami que dejó huella y hasta una esvástica escondida
En las entrañas del Alcázar más oculto
Caminando por los rincones más ocultos del Alcázar de Sevilla de la mano de Manuel Hurtado, el director de Actividades Culturales, vamos descubriendo no sólo los espacios que esconde el palacio, sino también las historias secretas que han albergado estos muros milenarios. Desde ... episodios que han marcado el devenir de España a anécdotas de sus habitantes.
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![Restos del almacén portuario que derribó el tsunami del siglo III y que permanecen en la cripta del Patio de Banderas](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/07/28/1-tsunami-cripta-alcazar-U13753536018AeZ-624x350@abc.jpg)
El tsunami que arruinó el barrio portuario romano
La cripta del Patio de Banderas conserva las huellas del tsunami que arrasó Híspalis en el siglo III d. C. (entre los años 197 y 225) y que arruinó el barrio portuario extramuros que se asentaba en la zona del actual Alcázar. Allí se ubican los restos de un almacén que fue destruido «de forma traumática», según un estudio de seis universidades españolas, a causa de la gigantesca ola que recorrió más de 40 kilómetros y que alcanzó Híspalis con una altura superior a los 6,70 metros. La piedra está llena de arena, lechos limosos y con numerosos fragmentos de conchas y organismos marinos. Ese mismo maremoto acabó también con Baelo Claudia en la playa de Bolonia (Cádiz). Desde entonces, todo este espacio de la ciudad romana quedó abandonado y recobró el esplendor con la invasión islámica y, sobre todo, en el siglo XI, cuando los almohades derribaron el barrio que había allí para levantar el Alcázar de Ishbiliya.
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![El símbolo nazi en el amperímetro de la máquina](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/07/28/2-esvastica-maquina-alcazar-U51860743677vFp-624x350@abc.jpg)
La esvástica en un motor que la República le compró a los nazis
Ésta es la historia de cómo el Gobierno español, en plena Segunda República, le compró a la Alemania nazi un motor de última generación para mecanizar la fuente del estanque de Mercurio, en los jardines del Alcázar. Hasta entonces, según cuenta el director de Actividades Culturales del palacio sevillano, funcionaba con tracción animal. Para mejorarlo, se compró a la compañía 'Lahgsam einschalter' una bomba de agua que llegó desde Berlín con el amperímetro en castellano y la marca 'Sociedad Española de Electricidad'... y con una esvástica nazi junto a la aguja. Las nuevas tecnologías acabaron sustituyéndola por otro motor más moderno pero en ese pequeño cuarto ubicado entre el acceso a los Baños de María de Padilla y el estanque de Mercurio se quedó para siempre esta impresionante máquina de hierro. Ahora yace medio desmontada allí guardada porque no se puede retirar, ya que es más grande que la puerta. Y por eso, allí resiste aquel testigo de cómo la República adquirió un motor a los nazis.
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![La puerta donada por la producción de Netflix](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/07/28/3-puerta-monja-guerrera-U33175770525sRH-624x600@abc.jpg)
La puerta que regaló 'La monja guerrera' de Netflix
El Alcázar ha sido escenario de multitud de rodajes. El más conocido fue el de 'Juego de Tronos', que convirtió el palacio en el reino de Dorne durante varias temporadas de la serie más cara de todos los tiempos. Cuenta Manuel Hurtado, el director de Actividades Culturales, algunas anécdotas del rodaje como el día que llevaron un rebaño de ovejas a los jardines para una escena, y acabaron todos los trabajadores persiguiendo animales por el laberíntico edén. En cuanto a series, la primera producción de Netflix que se rodó en el Alcázar fue 'La monja guerrera'. Utilizaron la Sala del Consejo, con su impresionante artesonado traído del palacio de Sánchez-Dalp, para convertirla en una estancia del Vaticano que, con un croma, con balcón a la plaza de San Pedro, ya que la Santa Sede prohibió que allí se rodara una serie sobre sectas demoníacas. Sin embargo, este salón tenía un problema: una puerta de metal que en nada casaba con el entorno, por lo que los productores mandaron fabricar una a imagen de la que conecta con la biblioteca... y acabaron regalándola al palacio. Desde entonces, el espacio más noble del Alcázar tiene una puerta donada por 'La monja guerrera'.
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![Romero Murube en el Cenador del León](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/07/28/4-romero-murube-alcazar-U21324847582ETZ-624x350@abc.jpg)
La vida en palacio: Romero Murube y los niños del Alcázar
En el Alcázar han vivido reyes y príncipes, musulmanes y cristianos; escritores, poetas y pintores. Pero también ha sido el hogar de empleados humildes que han servido en palacio. Trabajar allí incluía hasta hace unos años el derecho a la vivienda, lo cual era un privilegio porque, a pesar de que el sueldo no era alto, permitía a gente modesta habitar en un palacio y no hacinados en corrales de vecinos como lo hacían las clases populares en la Sevilla del XIX y del XX. El puesto se heredaba de padres a hijos, y de hijos a nietos, que aprendían el oficio. El último trabajador al que le fue legado el trabajo es Antonio Burgos, capataz de jardinería que se ha jubilado hace unas semanas. Entre ellos se cuentan anécdotas como aquella protagonizada por Joaquín Romero Murube, quien fuera alcaide del palacio, que mantenía una tradición con los niños de los trabajadores cuando hacían la Primera Comunión. Todos debían ir a su casa antes de la celebración para recibir su 'perra chica'. Ahora, el Alcázar planifica un recuerdo de cómo se vivía en el palacio, antropología pura de la vieja Sevilla.
En los diez siglos de historia del Alcázar se han vivido acontecimientos históricos que han definido la actual España. Allí se aprobó el primer viaje de Colón a las Indias o la vuelta al mundo de Magallanes. Allí ajustició Pedro I a su hermanastro Don Fadrique en la fuente de la Sala de la Justicia, que es antesala del Patio del Yeso. Y desde allí se redactó el discurso del Rey contra la declaración de independencia que proclamó Puigdemont en octubre de 2017. Los miembros que configuraban el pleno del Tribunal Constitucional se encontraban reunidos en Sevilla participando en un congreso con tribunales constitucionales de Italia, Francia y Portugal. Mientras almorzaban los máximos representantes en el Salón del Consejo y la mesa técnica en la biblioteca, el jefe de Protocolo requirió al Alcázar una sala discreta desde la que se pudiera realizar una videoconferencia con Zarzuela. En esa reunión telemática, el presidente del Constitucional ayudó a dar forma al discurso de Felipe VI.
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![Un pavo real subido a la tapia del Alcázar](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/07/28/6-pavo-real-alcazar-U44063260563oYb-624x350@abc.jpg)
Cuando canta el pavo... y llueven botines 'Nike'
Una de las rutinas más comunes del paseo por los jardines del Alcázar es el encuentro con los pavos reales que habitan el palacio. Viven en libertad, y hasta son capaces de subirse a los muros y el almenado de las defensas que protegen la fortificación. Había un pavo concretamente, siempre el mismo, que cada día, a la misma hora y en el mismo sitio, subía al paseo de ronda de la muralla junto al Callejón del Agua a las seis de la mañana. Desde allí, más que gluglutear, lo que hacía era chillar, hasta el punto de que tenía desesperado a un conocido empresario sevillano cuya ventana de su dormitorio da a ese lugar. «Sabemos que calza un 46 y que le gustan los botines 'Nike', porque han aparecido algunos pares que le tiraba al pavo para hacerlo callar en la zona próxima a la cafetería», señala Manuel Hurtado. El pavo ya no pone la banda sonora del amanecer porque fue dado en adopción a través del zoosanitario.
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![Restos del suelo y paramentos del palacio de Al-Mutamid expuestos en el Patio del Yeso](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/07/28/7-soleria-palacio-almutamid-U26177745651EUb-624x350@abc.jpg)
Arquitectura de ida y vuelta: del Alcázar a la Alhambra y viceversa
La Sevilla cristiana hacía frontera con la Granada musulmana. Y a sus dos monarcas, Pedro I y Mohamed V, respectivamente, los traicionaron. Corrió peor suerte el segundo. Su tío se hizo con el trono y lo vendió como esclavo al sultán de Marruecos, quien lo mantuvo encarcelado. Pedro I, para evitar tener dos frentes abiertos -la guerra civil y la guerra contra Aragón y Granada- pagó una embajada a Marruecos para costear el rescate de Mohamed V. Lo trajo a Sevilla y ambos reyes vivieron juntos en el Alcázar durante más de un año. Así, hasta que un ejército castellano atacó y conquistó Granada más de un siglo antes de los Reyes Católicos pero, en lugar de quedársela, lo que hizo fue devolver el trono a Mohamed V con la condición de que rompiese con Aragón y firmase la alianza con Castilla, algo que cumplió y ejecutó. Como agradecimiento, además, Mohamed V paralizó las obras de la Alhambra y mandó a Sevilla a sus alarifes para que le construyesen como regalo el Palacio Mudéjar de Pedro I. Por eso es tan parecido en la estética al de Granada. Es la arquitectura de ida y vuelta porque, a su vez, la Alhambra se inspiró en el palacio almohade del califa Abu Yacub, el primero que se levantó en el Alcázar de Sevilla.
Otra de las caras del Alcázar es el vínculo que guarda con los poetas. Romero Murube alojó en la primavera de 1935 a su amigo Federico García Lorca, que visitó la Semana Santa y la Feria. Lorca viviría por última vez las fiestas mayores de Sevilla. Acababa de escribir 'Llanto por Ignacio Sánchez Mejías' desde el dolor más profundo de su alma, tras haber perdido a su amigo unos meses antes cuando el toro Granadino le segó la vida en Manzanares. El poeta relató en un artículo publicado ese mismo año en 'El Mercantil Valenciano' cómo recitó por primera vez aquellos versos en los jardines del Alcázar en compañía de amigos como Romero Murube, Pepín Bello o Jorge Guillén: «Aquella noche dormí en casa de la Malena, que me guardaba una hermosa cama grande, blanca... blanca, con un suave olor a manzanas». El Alcázar ha descubierto el lugar exacto donde se reunieron gracias a una carta que Lorca le escribió a Guillén en la que pedía un piano que estaba en el Salón del Almirante, que fue llevado a la logia que se encuentra justo detrás del estanque de Mercurio, junto a la que cae el famoso chorro de la fuente. El poeta se sentó en el piano y empezó a interpretar una melodía junto a unos papeles manuscritos con aquellos versos... «A las cinco de la tarde. / Eran las cinco en punto de la tarde. / Un niño trajo la blanca sábana / a las cinco de la tarde. / Una espuerta de cal ya prevenida / a las cinco de la tarde. / Lo demás era muerte y sólo muerte». Cuentan que tuvo que parar de tocar para secarse las lágrimas y poder seguir leyendo... «El viento se llevó los algodones / a las cinco de la tarde (...)».
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