El monorraíl de la Expo 92 de Sevilla sigue en funcionamiento en un parque de atracciones alemán
Tras el desmantelamiento de las instalaciones de la Exposición Universal, los seis trenes de esta popular atracción tuvieron destinos muy diferentes: sólo uno de ellos continúa operativo
Vuelve Curro, la mascota de la Expo 92 de Sevilla
Una ruta por el legado de la Expo 92: la llama que no se apaga
![El monorraíl, actualmente denominado EP Express](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/06/12/europa-park-monorrail-RSqJp3NgSq6fOtONVYU1AjM-1200x840@diario_abc.jpg)
Treinta y dos años después de la celebración de la Exposición Universal de 1992, el espíritu de aquel multitudinario evento aún sobrevuela Sevilla. La nostalgia de aquellos meses en los que la ciudad volvió a convertirse en la capital del mundo es ahora entre ... ciertos públicos superior a la que había en los años inmediatamente posteriores a la Expo, de forma que todo lo que la rodea se ha convertido en objeto de interés, fascinación e incluso culto.
Prueba de ello es Curro, la simpática mascota del acontecimiento que se prolongó desde abril hasta octubre en la isla de la Cartuja. El 'merchandising' de este colorido animal está tan cotizado que los productos de aquella época alcanzan precios más que jugosos en la actualidad. El propio Ayuntamiento ha aprovechado su filón para relanzar su figura, de forma que, a comienzos de año, inició los trámites para que Curro se convirtiera de nuevo en embajador del carácter universal de la capital hispalense, imbuyendo de este espíritu especialmente a los más jóvenes.
Algo que apena a muchos sevillanos es el hecho de la pérdida de los pabellones e infraestructuras de la Expo, que se han ido retirando, abandonando o cayendo a pedazos por su desuso con el paso del tiempo. Especialmente recordado es, junto con la telecabina, el monorraíl que recorría a 6 metros de altura y a lo largo de 3,1 kilómetros el recinto de la Cartuja, un medio de transporte inédito en nuestro país hasta entonces, igual que el tren de Alta Velocidad Española (AVE), inaugurado ese mismo año de 1992 para conectar Madrid con Sevilla y así acercar la Exposición Universal al mundo.
El monorraíl, que tenía una capacidad de 4.200 viajeros por cada hora de funcionamiento y contaba con tres paradas en su recorrido, empleaba 20 minutos en realizar el itinerario marcado a una velocidad de unos 20 km por hora. Se construyó entre abril de 1990 y el verano de 1991, pero fue desmantelado poco después de la celebración de la Expo, resultando una experiencia tan innovadora y atractiva para los usuarios como efímera... al menos en la ciudad de Sevilla.
Del fuego al desguace
Los seis trenes con los que contó esta popular atracción tuvieron destinos muy diferentes, si bien en un primerísimo momento estuvieron en funcionamiento como parte del parque temático Cartuja Parque de los Descubrimientos, algo fugaz que dio paso a una situación de ostracismo y olvido en la que las máquinas comenzaron a echarse a perder en una parcela municipal igualmente abandonada.
![Imagen principal - El monorraíl en Alemania, en la Expo y tras el incendio](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/06/12/europa-park-trenes-U60867637123jeE--758x470@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - El monorraíl en Alemania, en la Expo y tras el incendio](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/06/12/monorrail-expo-telecabinas-U608676371237YC--464x329@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - El monorraíl en Alemania, en la Expo y tras el incendio](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/06/12/monrrail-incendio-cartuja-U608676371237YC--278x329@diario_abc.jpg)
Este panorama fue el caldo de cultivo perfecto para los actos vandálicos, el gamberrismo y posteriormente el fuego que calcinó en diciembre de 2005 los vagones centrales de tres de los seis vehículos que componían el monorraíl, afectando de forma menor a un cuarto. Todo esto provocó que se vendieran como chatarra a una empresa de desguaces de Zaragoza, donde quedaron depositados como el lastimero recuerdo de un pasado brillante y feliz. No obstante, algunas de las piezas de uno de ellos fueron reparadas para servir como monorraíl dedicado al transporte interno de pasajeros en un centro comercial de la capital maña, que actualmente tampoco se encuentra ya en funcionamiento.
Un pedazo de la Expo vive en Alemania
Sin embargo, uno de estos trenes goza en la actualidad de una salud envidiable. Para sorpresa de muchos, el popular parque de atracciones Europa Park, localizado en Alemania, cerca de la frontera con Francia y a menos de una hora de Estrasburgo, cuenta con un monorraíl muy familiar para quienes disfrutaron de la Expo 92. A una altura de 6 metros, la empresa que gestiona el parque asegura a ABC que al menos uno de sus tres trenes procede de la muestra de Sevilla.
Obra de Von Roll, quien desarrolló el monorraíl para la Exposición Universal de Brisbane (Australia) en 1988, más tarde empleado en la de la capital hispalense, el aclamado parque temático adquirió el vehículo en 1995 para instalar en su propio recinto este medio de transporte que conectara sus distintas secciones.
El monorraíl, rebautizado como EP Express, parte de la estación de España para cruzar otras zonas del parque, para las que se han construido estaciones con posterioridad: la estación Alexanderplatz en Alemania en 1996, Olympus en Grecia en 2001 y la que comunica con el espacio de hoteles en 2005, de forma que constituye una forma eficiente de desplazarse por el parque (su trayecto total es de 17 minutos) y de evitar atravesarlo por completo a pie para llegar al hotel.
Ahora, los responsables de una cuenta de TikTok dedicada a poner en valor el legado de la Expo y a descubrir secretos y curiosidades de la misma (@expo92collection1) han compartido en su perfil un vídeo en el que visitan este monorraíl y recorren Europa Park montados en uno de sus vagones. Estos afortunados han podido revivir en primera persona y a nada menos que 2.000 kilómetros de la capital hispalense una de las etapas más brillantes a la vez que condenadas al olvido de la historia reciente de Sevilla.
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