Un libro destaca el gran valor patrimonial y humano del convento de Santa Inés de Sevilla

Según ha dicho durante su intervención el fiscal de la Real Maestranza, Marcelo Maestre, «el lector podrá descubrir con este libro el enorme patrimonio que tiene el monasterio de Santa Inés». Igualmente ha subrayado la labor que hacen las hermanas clarisas y ha recordado la famosa frase que pronunció Santa Clara: «Breve es aquí nuestro trabajo, y la recompensa, en cambio, es eterna».

Asimismo, Maestre ha destacado el trabajo que ha realizado Daniel Salvador Almeida con «unas extraordinarias fotografías que reflejan la riqueza patrimonial del convento» y ha comentado que desde la Real Maestranza «nos sentimos muy orgullosos de haber apoyado este libro, cuyos beneficios irán en parte a satisfacer las necesidades del convento de Santa Inés».

A continuación, ha tomado la palabra Salvador Guijo Pérez, quien ha recordado que este es el tercer libro de la serie sobre conventos y monasterios de la ciudad. No en vano, este doctor por la Universidad Pablo de Olavide hizo su tesis doctoral sobre el monasterio de San Leandro. «Este es un libro que se publica con el mecenazgo de la Real Maestranza y que cuenta con unas estupendas fotografías Daniel Salvador Almeida».

A partir de ahí ha detallado que el libro se abre con una historia del convento de su fundadora, doña María Coronel. También se ofrece al lector la «riqueza de su patrimonio con sus hagiografías franciscanas y dominicas», además de hablarse de la riqueza mueble e inmueble, pero «por encima de todo destaca el interés humano». En otro capítulo se hace referencia al catálogo suntuario donado por las monjas. «Es un libro misceláneo que no sólo habla de la historia y del patrimonio del convento, sino que también habla de la historia de Sevilla».

Para la elaboración del libro se ha seguido una cronología desde la fundación del convento a manos de doña María Coronel en el año 1274. Igualmente, este investigador ha recordado cómo esta logró escapar al acoso del rey Pedro I, teniéndose que echar aceite hirviendo para desfigurar su rostro. Asimismo se ha hablado de la modernización que tuvo el convento en el siglo XVI y sobre todo en el XVII gracias a la intervención de artistas como Francisco Herrera el Viejo.

Ha cerrado el acto la abadesa del convento de Santa Inés, sor Rebeca Fernández Cisneros, quien ha dicho que «en este libro podrán apreciar y las obras que las hermanas supieron cuidar con gran amor». Además, ha dado las gracias a la Real Maestranza, a Salvador Guijo Pérez y a Daniel Salvador. Por último, ha recordado a «esas ocho monjas que nos acogieron con caridad cristiana en 1990».