El verano nunca visto del mosquito del virus del Nilo: en 24 horas una sola trampa de Sevilla capturó 16.000, casi un tercio de todos los recogidos en Andalucía en 2023
El brote de este año, favorecido por la climatología y el llenado de arrozales, podría superar al de 2020, el peor vivido nunca en Andalucía
En las dos últimas semanas se ha observado un descenso en la densidad de mosquitos gracias a las medidas de control y la fumigación
Cisneros: «No tenemos herramientas para hacer frente al virus del Nilo y urge invertir en la investigación de antivirales y vacunas»
El mosquito culex, transmisor del viurs del Nilo Occidental (VNO)
Este verano está siendo el de los mosquitos con el virus del Nilo. Al menos, en Sevilla. Varios expertos lo vaticinaron en marzo y la dirección general de Salud Pública de la Consejería de Salud de Andalucía reunió el 14 de ese mes a representantes ... municipales de las localidades sevillanas de Coria del Río, La Puebla del Río, Dos Hermanas, Bollullos y Los Palacios, entre otros, para advertir que el virus del Nilo occidental (VNO) venía «fuerte» este año por las condiciones climatológicas -subida de temperaturas y abundantes lluvias-, y la decisión posterior de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de autorizar el llenado de los arrozales.
Se han dado día a día, semana a semana, casi todas las circunstancias para que el mosquito culex, transmisor de la enfermedad a los humanos, proliferara de una forma extraordinaria a lo largo de este verano y eso es lo que ha ocurrido. Un dato ilustra hasta qué punto ha sido así: el pasado año se capturaron en toda Andalucía 55.000 mosquitos que podrían transmitir el virus del Nilo en las distintas trampas que la Junta y el CSIC tienen instaladas en puntos estratégicos; este verano, en un solo día, una trampa situada en Sevilla capturó 16.000. La cifra de capturas al final de esta campaña podría multiplicar por cinco o por diez la del año anterior.
La Estación Biológica de Doñana, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cuenta con siete estaciones de trampeo en la provincia de Sevilla y el Proyecto Arboprevent dispone de 800 puntos de muestreo en las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz. El Servicio de Control de mosquitos de la Diputación provincial de Huelva cuenta con 23 estaciones.
El VNO se detectó por primera vez a finales del pasado siglo en Nueva York y se fue extendiendo por casi todos los Estados Unidos, hasta el punto de que e este momento este virus es la primera causa de meningoencefalitis vírica en Norteamérica. En España se detectó por primera vez el año 2010 -el primer caso se dio en Cádiz- y desde entonces se ha dio extendiendo por todo el país hasta hacerse endémico, aunque este verano Sevilla ha sido —con gran diferencia— la provincia española más afectada con 6 muertos y más de 60 casos diagnosticados, unas cifras que son ya comparables con el brote de 2020, el mayor registrado hasta ahora y que se cobró 8 vidas y 76 hospitalizados.
Sin vacaciones
A Jorge de Diego, director general de Salud Pública de la Consejería de Salud, el virus del Nilo le ha dejado sin vacaciones este verano. La evolución del VNO este año no le ha cogido de sorpresa. «Cuando el 14 de marzo nos sentamos en una reunión con representantes de algunos ayuntamientos de las marismas, ya les advertimos que 2024, por los datos que empezábamos a manejar, podría ser un verano más complicado que los anteriores y que había que empezar a actuar cuanto antes», cuenta.
Todo jugaba a favor del mosquito culex, un insecto que pica a las aves contagiadas de VNO y se convierte así -con sus picaduras a humanos- en su principal vector de transmisión. «En cuanto conocimos la decisión de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de permitir el llenado, hasta el 70 por ciento, de los arrozales, convocamos una reunión con la Consejería de Agricultura y la de Medio Ambiente para organizar y coordinar todas las actividades y rápidamente, a principios de junio, hicimos lo mismo con los los ayuntamientos comprometidos por esta decisión -que son siempre los más afectados por VNO- y con la Diputación Provincial de Sevilla para intensificar las medidas de control de los mosquitos. Hacía falta que la Diputación se sumara a esto, como venimos reclamando desde el brote de 2020, para actuar todos de forma coordinada y porque éramos conscientes de las limitaciones técnicas y económicas de las corporaciones locales«. Cuando se produjo esta reunión, ni siquiera se había detectado todavía circulación del virus del Nilo en ningún lugar de Andalucía, pero Salud Pública sabía que la habría y que el verano iba a ser muy complicado. No se equivocó.
Trampa con sensor de IA para detectar la presencia de mosquitos
La prevención es básica para atajar cualquier brote vírico, como se vio con la pandemia del Covid en 2020. «Este año se han dado circunstancias extraordinarias y se ha adelantado cinco semanas la circulación del virus respecto a los tres años anteriores. Siempre se detectaba a finales de julio y este año hemos identificado en julio y agosto densidades de mosquitos extraordinarias, muy superiores a la de años anteriores. El año pasado capturamos 55.000 mosquitos potenciales transmisores del virus del Nilo durante toda la campaña en toda Andalucía. Este año en una trampa puntual de Sevilla, en sólo 24 horas, se recogieron 16.000 mosquitos«, confirma.
Quizá esto explique el miedo -incluso pánico- que se ha desatado en algunas poblaciones, la creación -por primera vez- de plataformas ciudadanas sobre el VNO, y las manifestaciones populares de protesta contra las Administraciones públicas, a las que se pide más medidas de control contra el brote y una mayor inversión en la investigación de posibles vacunas y tratamientos antivirales, que no existen en este momento.
El VNO no es una enfermedad letal para la mayoría de la población. De hecho, se estima que no tiene ninguna consecuencia para la salud en el 80 por ciento de los casos, que cursan la enfermedad de forma asintomática. Sin embargo, al 20 por ciento de las personas a las que infecta sí les causa algún problema médico, de las cuales entre un 10 y un 20 por ciento sufren complicaciones graves. Por pura estadística, si los infectados son decenas de miles, como ha ocurrido este verano en Sevilla a causa de la gran densidad de mosquitos transmisores, los muertos acaban llegando tarde o temprano. La primera víctima fue una mujer de Dos Hermanas, a la que seguiría otra de La Puebla del Río y tres más en Coria del Río. A la última, una mujer de Navarra que se contagió en Utrera durante una visita turística, se ha sumado este lunes una mujer de Mairena del Aljarafe. «Siempre hemos pedido que se intensificaran esas medidas porque veíamos esa gran densidad de mosquitos y de circulación del VNO. Lo que las administraciones hagamos hoy en este campo tiene una notable repercusión dentro de dos semanas porque ese es el periodo aproximado de incubación de esta enfermedad, que puede alcanzar las tres en el caso de personas inmunosuprimidas», asegura dice el director general de Salud Pública.
Aunque el número de contagiados no ha dejado de crecer desde finales de junio, el descenso de las capturas de mosquitos registrado en las dos últimas semanas en las trampas del CSIC invita a un moderado optimismo acerca de la evolución del brote, que ya ha alcanzado a cuatro provincias andaluzas y -muy recientemente- a la sierra norte de Sevilla. Las fumigaciones y otras medidas de control de los mosquitos transmisores están detrás de este descenso pero también las medidas personales o familiares que ha empezado a adoptar la población de las zonas más afectadas por el VNO. Resulta mucho más espectacular fumigar con un helicóptero una zona verde con agua estancada que quitar un plato de agua de la cocina de casa, pero lo cierto es que todo ayuda. Ese agua aparentemente inofensiva puede almacenar larvas que ayudarán a propagar la enfermedad, de modo que la prevención doméstica es clave también en la lucha contra el VNO.
El brote de 2020, el más grave hasta ahora, comenzó más tarde que el de 2024, hacia finales de agosto, y alcanzó su máximo auge en septiembre, de modo que no se puede bajar la guardia. Ni se puede ni se debe. «Para los mosquitos no va a llegar el frío en septiembre, así que van a seguir circulando y transmitiendo el virus, por eso debemos seguir fumigando tanto a los mosquitos adultos como a las larvas que aparezcan de mosquitos no sólo en arrozales sino también en acúmulos de agua y los imbornales de los municipios«, dice Jorge de Diego.
Las larvas comienzan en primavera pero las hembras de mosquito culex ponen durante toda la temporada. Septiembre es también un mes de gran densidad de mosquitos y será crucial para la evolución final de este brote. El triángulo que forman Sevilla, Cádiz y Huelva en el afectado por el VNO en España. También se han dado algunos casos en otras provincias andaluzas e incluso se ha detectado en Jaén una cría de águila real afectada por el virus.
En 2024 se están detectando muchos más casos de los que se detectaban en 2020 y la radiografía oficial del VNO se aproxima mucho más a la situación real. «Los profesionales sanitarios tienen más sensibilidad diagnóstica y piden más análisis. Hemos detectado casos en municipios que nunca habían tenido casos hasta ahora, pero es posible que los tuvieran también en 2020 y no se identificaran«, reconoce el director general de Salud Pública.
Lecciones para el futuro
Una de las lecciones que nos deja este brote es que hay que fumigar antes. Dentro de cuatro semanas se empezará con la campaña de vacunación de la gripe (con calor y con sol, casi con toda seguridad) pero la anticipación es la única manera de afrontar estas enfermedades víricas. Por desgracia, no hay ninguna vacuna contra el VNO, aunque varios laboratorios persiguen una, que podría llegar -con suerte- de aquí a cuatro años. Hasta que eso suceda, la prevención es la única forma de evitar muertes y el mayor logro acaso que puede dejarnos el brote de 2024 sería que todas as instituciones - ayuntamientos, diputaciones y Junta de Andalucía- trabajaran de forma coordinada. La buena noticia es que ya están tramitando en Sevilla los contratos con empresas de fumigación para 2025.
La Diputación de Huelva ha sido un modelo de trabajo eficaz contra el virus del Nilo, para el que tienen un servicio específico y permanente. La Diputación de Cádiz también trabaja desde 2020 con los ayuntamientos de las zonas con mayor riesgo y les ofrece líneas de financiación. Y la de Sevilla parece haberse sumado por fin a ese carro.