Ingresan de gravedad a un joven sevillano tras chocar con su coche contra un caballo desbocado del poblado chabolista de Torreblanca
Daniel del Valle Paredes, vecino de la barriada de San Rafael de Alcalá de Guadaíra, no pudo esquivar al animal mientras atravesaba al galope la carretera que une Torreblanca con Mairena del Alcor
En los últimos meses estos caballos –sin dueños conocidos— han protagonizado varios accidentes graves junto al poblado chabolista
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Un gravísimo accidente del que milagrosamente escapó con vida Daniel del Valle Paredes, un joven de 38 años de la alcalareña barriada de San Rafael que el pasado sábado chocó mientras conducía contra uno de los caballos que pastan libremente junto al poblado chabolista próximo al barrio de Torreblanca, en la carretera de Mairena del Alcor, que habitualmente galopan desbocados por esta carretera. Es el cuarto accidente de gravedad que en estos últimos meses protagonizan estos animales, sin dueños reconocidos, aunque los agraviados señalan a los moradores de este poblado que se ubica entre Torreblanca y la barriada de San Rafael.
La madre del joven habla con ABC con el susto aún apoderado de su cuerpo. Su hijo tiene «la cara echada abajo» con dieciséis puntos que recorren todo su rostro. Daniel había salido de su casa pasada la medianoche para dormir con su novia, vecina de Alcalá de Guadaíra. Un trayecto que, desde la barriada de San Rafael, atraviesa por un poblado que, tal y como ABC denunció hace un año, ha disparado enormemente el número de chabolas y moradores en los últimos tiempos.
A Daniel le sorprendió un potro castaño desde el margen derecho de la carretera, sin tiempo para poder reaccionar. El caballo impactó en la zona frontal del vehículo, quedando medio cuerpo del equino en el interior de un vehículo que ha quedado completamente siniestrado. Tras recibir varias llamadas de usuarios de esta carretera que encontraron la trágica escena, los servicios de emergencias acudieron al lugar de los hechos para rescatar al joven, atrapado entre el chasis destrozado de su vehículo y el cuerpo del caballo.
Cuando al día siguiente acudieron los hermanos de Daniel para retirar el vehículo de la carretera descubrieron que en apenas unas horas ya le habían sustraído «la batería, el radiador y varios objetos personales», señala Carmen Paredes, quien además relata cómo fue la extracción del animal fallecido: «Una grúa tuvo que enganchar al caballo desde los cuartos traseros y, tras quedar atravesado por los hierros del coche, fue desollándose conforme tiraban de él». Tras quedar el vehículo lleno de restos del caballo, la grúa dijo no poder retirarlo hasta que quedara completamente libre de restos, teniendo la familia del accidente que limpiar el vehículo junto al poblado para evitar más expolios del vehículo.
Una joven de 21 años sufrió un grave accidente similar al de Daniel hace un mes y medio, por lo que los vecinos de San Rafael exigen soluciones urgentes a todas las administraciones y anuncian movilizaciones.
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