viii PREMIO CONTRA EL TERORRISMO ALBERTO JIMÉNEZ-BECERRIL
La Fundación Jiménez-Becerril homenajea a las madres y abuelas víctimas de ETA en la figura de Teresa Barrio
La madre del concejal sevillano asesinado en 1998, junto a su esposa Ascensión García, ha recibido el galardón de la mano su nieto y presidente de la Fundación, quien en un discurso muy emotivo le ha dado las gracias por ser «la persona más fuerte y luchadora»
Teresa Barrio, la abuela coraje: «De no ser por mis nietos quizá me habría tirado por una ventana»
![Antonio Muñoz y Alberto Jiménez-Becerril García, junto a Teresa Barrio, VIII Premio contra el Terrorismo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2022/09/30/premio-jimenez-becerril-R9egNQL4Ukna9hwXF8NMjIJ-1240x768@abc.jpg)
«Muchísimas gracias. Mis nietos fueron los que me salvaron a mí, no yo a ellos». Éstas han sido las sinceras palabras que ha improvisado Teresa Barrio a sus 91 años para agradecer haber recibido el Premio contra el Terrorismo que lleva el nombre de su hijo, Alberto Jiménez-Becerril, asesinado por ETA el 30 de enero de 1998 en Sevilla junto a su esposa, Ascensión García. La octava edición de este galardón, concedido por la fundación que lleva el nombre del concejal del Ayuntamiento hispalense asesinado, se ha convertido en un homenaje a todas las madres y abuelas víctimas de la banda terrorista vasca que tuvieron que cuidar de sus hijos y nietos durante tantos años.
Teresa Barrio tenía 66 años cuando perdió a su hijo y a su nuera. Desde ese día tuvo que asumir la tarea de cuidar de sus tres nietos huérfanos, Ascen, Alberto y Clara, de 4, 7 y 8 años, entonces. Hoy, Alberto preside la fundación que lleva el nombre de su padre y ha sido, junto al alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, quien ha hecho entrega del galardón a su abuela, a la que ha definido en un emotivo discurso como «la persona más fuerte y luchadora» y a la que, en nombre de sus hermanas y él mismo, le ha dado las gracias por haberlos criado.
El noble salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla ha acogido este mediodía el acto de entrega del VIII Premio Contra el Terrorismo que concede el patronato de la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril. Además de familiares de Teresa Barrio Azcutia, la homenajeada ha contado con el respaldo de la consejera de Educación, Patricia del Pozo, miembros de la Corporación municipal, dirigentes del PP y compañeros de su hijo en la política.
Alberto Jiménez-Becerril García, hijo del matrimonio asesinado y nieto de Teresa, como presidente de la Fundación ha tomado la palabra para ofrecer un recorrido por la historia de su abuela. figura que representa el rechazo absoluto al terrorismo de ETA y la lucha para derrotar a la banda, además del sufrimiento de una víctima.
La historia de una joven que quiso ser bailarina
Es el primer premio que concede la Fundación desde que Alberto es el presidente, quien con siete años perdió a sus padres y vio cómo su vida cambió para siempre. Y «ahí estuvo ella», su abuela, quien nació en Madrid en 1931. Era joven, que soñaba con ser bailarina, se mudó a Sevilla por amor. Tuvo tres hijos: Paco, Alberto y Teresa. Esta empresaria del mundo de la moda quedó viuda años antes de que sufriera «el revés más duro», con el asesinato de su adorado hijo y su nuera en 1998.
![Foto de familia con la galardonada, el alcalde de Sevilla, y el presidente de la Fundación, entre otros](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2022/09/30/premio-jbecerril-ayuntamiento-U38720135887hOe-624x350@abc.jpg)
Nunca ha llegado a comprender por qué la banda terrorista se fijó en su hijo y su mujer. Con 66 años se vio con tres nietos huérfanos muy pequeños. Pero asumió el timón de la familia, los educó, les riñó, le impuso límites y le concedió libertades, como ha recordado su nieto Alberto. «Nos crio», y a ella le deben ser felices en la vida.
«Somos las personas que somos por ella», ha añadido Alberto Jiménez-Becerril García, quien ha insistido en que su abuela representa la lucha contra el terrorismo y la lucha por mantener la memoria de las víctimas, especialmente de Alberto y Ascen. «A pesar de su dolor, es un ejemplo de las abuelas, madres y mujeres, de viudas y huérfanos, a los que ETA destrozó sus vidas», ha manifestado.
Casi 25 años después, «gracias abuela por tu valentía y protección, estoy orgulloso de darte este premio», ha concluido el nieto y presidente de la fundación, que reconoce en Teresa Barrio los valores de la libertad, la democracia y el amor a España y el mantenimiento de la memoria de las víctimas. «Nunca se rindió».
Teresa Barrio Azcutia ha tomado la palabra, de la mano de su hija y adjunta primera al Defensor del Pueblo Español, Teresa Jiménez-Becerril, para dar las gracias por este premio. «Pienso que mis nietos fueron los que me salvaron a mí, no yo a ellos», han sido las improvisadas palabras de la madre del concejal del Ayuntamiento de Sevilla asesinado, que en palabras de su hija representa lo que ETA quería destruir: «el coraje y el amor a España de abuelas, madres y esposas que han sufrido».
Víctimas anónimas
El acto, que se ha convertido en un homenaje a todas las madres y abuelas, víctimas del terrorismo, que han criado a sus hijos y nietos, en ausencia de alguno o de ambos progenitores, «quienes fueron tristemente asesinados en atentados terroristas y a las que tanto debe la sociedad española», también ha tenido lugar la mención especial que la Fundación ha querido tener con Concepción López Barrera, una de las miles de víctimas anónimas de la barbarie terrorista y viuda de Antonio Marín Gamero, agente de la Guardia Civil de 27 años asesinado junto a Alfredo Díez, José Gómez Martiñán, José Gómez Trillo, José Martínez Pérez y Victorino Villamor, todos ellos miembros del Instituto Armado, en atentado terrorista el viernes 1 de febrero de 1980, en Ispaster (Vizcaya).
Un premio «de justicia»
El acto lo ha cerrado el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, quien ha mostrado su especial satisfacción por presidir dicho homenaje en memoria, dignidad y justicia de las víctimas. «Era de justicia entregar este galardón a Teresa».
«Si como ciudadanos nos preguntamos cómo es posible que atacaran a la ciudad de Sevilla y a un servidor público y a su esposa, cuántas preguntas habrán pasado por la mente de su madre, ejemplo de fortaleza y capacidad para sobreponerse», ha manifestado Muñoz. «No hay respuesta para la sinrazón».
Teresa, según el alcalde, siempre ha tenido claro cuál es el objetivo de la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril: guardar la memoria de las víctimas, un objetivo que sigue «vivo». «Alberto y Ascen son dos referencias para la ciudad y para la defensa de una vida en paz y en democracia, los valores que ellos defendían».
Y ha cerrado su intervención recordando el papel de tantas mujeres, esposas y figuras políticas, como Soledad Becerril, exalcaldesa de Sevilla y última galardonada con este premio, para construir un futuro de paz y convivencia.
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