salud
Se dispara en Sevilla el polen por gramíneas en los últimos días
Las consultas de las unidades de Alergia no se ven afectadas de momento y la situación sigue siendo mejor que la del año pasado, especialmente en alérgicos al polen de olivo
Cómo protegerse de las alergias de primavera
![Una mujer afectada por la alergia](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/04/24/sintomas-coronavirus-alergia-kLKF--1248x698@abc-kSUE-RezZET9Zz1piq6JBTqSEKZK-1200x840@diario_abc.jpg)
«Nos llegan a nuestras consultas los pacientes habituales pero, de momento, con menos síntomas que el año pasado», asegura a a ABC el doctor José Carlos Orta Cuevas, jefe de la Unidad de Alergia del Área Hospitalaria de Valme. 2023 fue un ... año negro para los alérgicos sevillanos por la elevada concentración de polen y este año no lo está siendo, en general, a pesar de que en los últimos días se ha disparado la concentración de polen por gramíneas en las estaciones de El Tomillar y Hospital Macarena. «Ayer se registró el pico más elevado del año -confirma el doctor Orta-, aunque de momento la situación hospitalaria es la habitual».
Explica este experto que «en general, las previsiones que teníamos a principios de año hablaban de una primavera variable en materia de polen, en la que preveíamos por las altas temperaturas de diciembre, que la polinización pudiera aparecer antes. Y así ha sido en efecto con el del ciprés, que suele aparecer entre febrero y marzo y en abril empieza a bajar. Este año se ha visto ya en diciembre», asegura.
Este polen se adelantó, pues, dos meses, con los efectos correspondientes para los pacientes alérgicos pero con picos máximos menores a los del año pasado. «En 2023 el ciprés tenía contabilizados 17.000 granos por metro cúbico mientras que este año la estación de El Tomillar tiene contabililizado s6.000 granos. El año pasado tuvimos un pico máximo de 1.000 granos el 27 de marzo, y este año el 18 de marzo tuvimos un pico máximo de 400 granos. Menos cantidad pero más tiempo», explica el doctor Orta.
En cuanto al polen de olivo, el año pasado fue un año excepcionalmente malo. «2023 fue el peor de polen de olivo de los 20 años que llevamos haciendo registros en la estación del Tomillar. Del 1 de enero a 23 de abril de 2023 recogimos 21.000 granos de polen de olivo por metro cúbico, que es una barbaridad, con un pico máximo de 5.000 el 18 de abril, mientras este año hemos recogido 8.000 granos por metro cúbicos con un pico máximo el 12 de abril de 2024 con 1.800, que son las cifras habituales. Lo del año pasado fue récord», explica el doctor Orta.
Con las gramíneas ha pasado este año lo contrario. «Vimos poquísima gramínea, en total, el pasado año, apenas 72 granos por metro cúbico de enero a abril, cuando este año ya llevamos 1.600 y sólo ayer se alcanzó el pico del año».
La Unidad de Alergia del Área Hospitalaria de Valme realiza cada años 400 test cutáneos, epicutáneos y exposición controlada; más de 400 de óxido nítrico en aire exalada: y más de 1.600 tratamientos de inmunoterapia. Se atendieron a 1.200 personas entre primeras consultas y revisiones.
Síntomas en niños
Por otra parte, especialistas de Grupo IHP advierten del aumento de la aparición de alergias primaverales en edades cada vez más tempranas con un incremento de síntomas propios de la rinoconjuntivitis alérgica en niños a partir de los 4 años de edad. La prevalencia en menores de entre 6 y 14 años se da de manera más frecuente que en la edad adulta, según los últimos estudios.
«La rinoconjuntivitis alérgica es la reacción inmunitaria más atendida en las consultas pediátricas de alergología en esta época del año», dice la Dra. Remedios Cárdenas. La alergóloga insta a «vigilar los síntomas de esta inflamación de las mucosas nasales, que incluyen no sólo afecciones oculonasales (rinorrea, prurito y lagrimeo ocular, estornudos en salvas o taponamiento nasal), sino también aquellos compatibles con cuadros más graves, como el asma bronquial, tos persistente, sibilancias o disnea». Esta enfermedad alérgica genera un gran impacto sobre la calidad de vida de los niños, produciendo alteraciones del sueño, cefaleas, problemas de conducta o falta de atención, afectando incluso al rendimiento escolar.
Los pólenes son los alérgenos más importantes que desencadenan la rinoconjuntivitis alérgica infantil, siendo el del olivo el más presente en el norte de Andalucía, seguido de las gramíneas, ha destacado la Dra. Remedios Cárdenas. «La contaminación y el cambio climático juegan en contra de las alergias y estas transformaciones ambientales influyen en el aumento del polen y en un cambio molecular que aumenta sus propiedades alergénicas».
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