El mapa de las seis barriadas del Polígono Sur en Sevilla: no todo son Las Vegas ni las Tres Mil

El sur del barrio, pegado al Parque de Guadaira, comienza con la barriada de Martínez Montañés con 800 viviendas en edificios altos a un lado, y 624 al otro, zona conocida como Las Vegas, uno de los lugares más conflictivos y en los que, según fuentes consultadas, algunos clanes mantienen esos espacios única y exclusivamente para la plantación de marihuana. De hecho, en esta zona, hay hasta cuatro edificios en los que no vive nadie, completamente vacíos. Una de las personas que mejor conoce esta barriada, el Comisionado para el Polígono, Jaime Bretón, reconoció a ABC que la gestión del mismo es uno de los grandes quebraderos de cabeza que sigue teniendo desde que accedió al cargo. El problema de la droga en esta barriada, aumentada por la situación de las viviendas, ha terminado por dejar esta zona como una de las más complicadas de manejar en el Polígono Sur.

La gestión de estas casas es de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, Avra, y la idea inicial pasaba porque los inquilinos pagaran una cifra simbólica por el alquiler. La realidad, sin embargo, es bien distinta, dado que «el adjudicatario primitivo en la mayoría de los casos ya no está» y son los propios vecinos los que hacen y deshacen. Dicho de otro modo, puedes comprar una vivienda pagando 15.000 euros a alguien que dice que es suya. Y se acabó. La idea del Ayuntamiento, con el acuerdo también de la Junta, fórmula que ya avanzó en parte el alcalde, José Luis Sanz, pasa por derribar las 624 viviendas, y rehabilitar el edificio vacío que se encuentra entre las 800. «Estamos ante una de las zonas más complicadas del Polígono Sur. La droga y la situación de estas viviendas ha dejado este lugar en una situación casi imposible». La renta media por persona es de 4.686 euros en este lugar.

La barriada de Martínez Montañés linda con la de Murillo, a su izquierda, y con las Letanías, a la derecha. La calle Luis Ortiz Muñoz une a las dos primeras. En la barriada de Murillo, con una renta de 4.904 de media, y conocida por las Tres mil Viviendas, está, a su vez, dividida la zona en cuatro partes, los 'Verdes', los 'Amarillos', los 'Marrones' y los 'Coloraos'. Las plazoletas de cada una de ellas marca, de alguna manera, el ambiente que se puede generar, sobre todo por las noches, en cuanto al grado de inseguridad. Vecinos de esta zona aplauden lo «bien que está la plazoleta de los coloraos», y lo «malamente que están las otras, llenas de porquería, y todo roto». Uno de los vecinos más conocidos, tanto por haber sido futbolista profesional, como por su labor actual como entrenador de la escuela que lleva su nombre, Monsalvete, define la zona como «si fuera un mundo entero». Es decir, «en 3.000 viviendas, que son las que hay, hay cosas muy malas, malas, buenas, y muy buenas. Aquí tuvieron que inventar la palabra diversidad», dice Monsalvete. El exfutbolista del Betis concreta, en un primer momento, un apunte que considera clave: «Negar los problemas no tiene sentido. Claro que hay incidentes, algunos graves como los del otro día. Pero en estas 3.000 viviendas hay muchísimas familias, la gran mayoría, que tienen vidas responsables; aquí hay gente que se gana la vida honradamente. Yo entreno a mis niños, que tienen edades entre los 3 y los 18 años, en Sevilla 3.000, que está entre los 'Amarillos' y los 'Coloraos'. Y aquí, en el campo de fútbol, no pasa nunca nada. Yo llevo toda mi vida viviendo en las 3.000. Llegué con nueve años, y ahora tengo 55».

Desde el sur, y a la izquierda de Murillo, está la barriada Antonio Machado, con una renta de 9.430 euros. En esta zona hay 760 viviendas, y un ambiente, según Juan Carlos León, presidente de la Asociación Barrios Del Sur, con sede en la calle Victoria Domínguez Cerrato, de absoluta normalidad. «Esto es puro barrio, con gente trabajadora. Justo al lado de donde tenemos la asociación hay un bar, dos tiendas, y los proveedores entran y salen sin ningún tipo de problemas. Esto no tiene nada que ver con otras zonas. Nosotros tenemos el espacio de la barrera del muro con la vía del tren, y ahí, algunos chavales, hacen botellón, tal y como hacen en otras zonas de Sevilla. Lo cierto es que no se nota en el día a día del barrio».

A la derecha de Murillo, está la barriada de Las Letanías, zona en la que hay una renta media por persona de 5.576 y 1.500 viviendas en total. Entre ellas está Paula Fernández, trabajadora social: «Tengo 28 años, y nunca he tenido problemas en torno a la seguridad. Yo vivo tranquila. Tengo dos hijos, y no noto ningún peligro. Pero esa es mi sensación, que conozco bien este lugar. Aquí, en Las Letanías, hay gente que lleva una vida como puede haber en cualquier barrio de Sevilla: trabajan, estudian… También es verdad que hay otras personas que tienen otras maneras de ganarse la vida. ¿Cuál? Pues con la droga, por ejemplo. Puede haber diferencias grandes entre las personas de un mismo bloque».

Cerca de Las Letanías, y sólo separado por la Avenida de la Paz en el caso de la barriada de Paz y Amistad, y la Ronda Nuestra Señora de la Oliva, en la barriada de La Oliva, se encuentran dos de las barriadas más normalizadas. En el caso de la de Paz y Amistad, con 820 viviendas, y una renta media de 9.625 euros. Juan Luis Delcán, director de la Fundación Atenea en Andalucía, y que tiene la sede en la Avenida de a Paz, ha recalcado que en nada tiene que ver el ambiente que hay en las calles de Paz y Amistad como el que puede haber «en otras zonas más complicadas del Polígono Sur». Para Delcán, el hecho de que exista una gran carretera con tránsito ha hecho que muchos de los problemas que hay en el interior no se hayan trasladado hasta Paz y Amistad: «Está metida en una especie de cajón entre el muro de Hytasa, el final de la ciudad con Su Eminencia, Alcampo.... lo que provoca que esté un poco protegida, por decirlo de alguna manera».

La Oliva, que tiene la mayor renta media, con 9.625 euros, es el barrio que tiene unas mejores condiciones, en buena medida, por la labor durante décadas de sus vecinos, siempre preocupados en tener oportunidades desde la formación. Sin embargo, el presidente de la Asociación Familia La Oliva, José María Algora, y al igual que su vecino de Paz y Amistad, presenta ahora una lectura de inquietud y temor: «Siempre hemos cuidado mucho nuestras calles. Hemos hecho y seguimos haciendo barrio. Con todo lo que ha pasado con los tiroteos nos preocupa que pueda empezar a venir mucha gente ahora aquí… Esperemos que podamos seguir como siempre. A nosotros nos dicen que somos Los Remedios del Polígono Sur, pero es lógico que nos pueda afectar cualquier cosa que pasa a pocos metros de nuestro barrio, de ahí el temor».