Carlota de Mónaco, deslumbrante en Sevilla en la fiesta de Vanity Fair: «Es una ciudad preciosa»

Más de treinta años después de que su madre, la princesa Carolina de Mónaco, causara sensación en Sevilla con su visita a la Expo 92, este jueves ha estado en Sevilla su hija, Carlota Casiraghi.

Enfundada en un elegante vestido negro con pedrería en tonos rosa de Chanel, la marca de la que es embajadora y con unos altos tacones, Casiraghi ha llegado al Acázar de Sevilla poco antes de las nueve de la noche para asistir a la gala de Vanity Fair. Entre una nube de fotógrafos que la esperaban, Carlota ha asegurado que es para ella un honor estar en Sevilla y que «es una ciudad preciosa», de la que, según ha dicho, ha podido disfrutar «un poquito».

El Real Alcázar ha sido el escenario elegido para la cena de gala organizada por Vanity Fair para otorgar sus premios. Vanity Fair ha elegido Sevilla para celebrar este evento porque hace quince años, con motivo del desembarco de la revista en España, el acto inicial también se celebró en la casa Pilatos, también en la capital hispalense. Quince años después ha querido elegir el mismo emplazamiento con una cena de gala en la que se exigía smoking para los señores y traje largo para ellas.

La visita de la aristócrata monegasca, que está considerada un icono de la elegancia, se debe a que Vanity Fair la ha nombrado «personaje del año 2023» para reconocer así «su extraordinaria contribución a las artes y su labor en favor del empoderamiento de las mujeres a través de la literatura, la filosofía, la cinematografía y la filantropía».

Este reconocimiento de Vanity Fair destaca la influencia global de Casiraghi como embajadora y portavoz de la casa Chanel, un papel en el que ha sido fundamental para la difusión de la cultura a través de iniciativas como la serie «Los encuentros literarios de la rue Cambon», en la que reúne a mujeres, escritoras y amigas de la casa con el objetivo de promover la emancipación y empoderamiento de las mujeres, tanto a través de obras originales como de importantes figuras literarias.

Pero Casiraghi no fue la única que acudió a la gala. En la cita también han estado presentes además del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, conocidos personajes como Adriana Abascal; Nieves Álvarez; Boris Izaguirre que ha lucido un smoking blanco; Laura Ponte con una falda negra de lunares y camisa blanca super escotada; Lucía Rivera; Mercedes Domecq; Xandra Falcó, con un elegante vestido azul o la diseñadora Rocío Peralta, una de las más elegantes con un traje rojo hasta los pies. . Todos ellos han ido desfilando por la alfombra roja que han puesto a la entrada. Entre las señoras, casi todas tocadas con chales y mantones ante la bajada de temperaturas, se han visto muchos trajes azules y rojos.

El catering ha corrido a cargo de Miguel ángel y ha consistido en unos aperitivos de pie al aire libre en el patio del Crucero, y luego una cena en el patio de la Montería a base de bisque que no de carabineros, solomillo de ternera al horno salsa de foie pastel de patatas y coulis de frutos rojos. Después han podido degustar perfecto de chocolate con nueces, sorbete de limón y coulis de frutos rojos. Todo ello regado con vinos Ysios blanco rosé y tinto. La velada ha estado amenizada por Guitarrica de la Fuente.

La joven ya había disfrutado la noche antes de los encantos de Sevilla. El miércoles por la noche eligió el bar más antiguo de Sevilla, El Rinconcillo, para cenar e incluso tuvo la suerte de poder disfrutar de las tradiciones de la ciudad ya que vio una procesión. La hija de Carolina cenó en la planta alta del restaurante y luego fue vista asomada al balcón para ver el paso del Rosario de Santa Catalina e incluso haciendo fotos para inmortalizar el momento.