La deriva del PSOE de Sevilla: «un hervidero» con cinco gestoras, dos en camino y pueblos sin líderes
Crecen las críticas internas a la dirección de Javier Fernández, al que acusan de «abandonar» y «dejadez« delas agrupaciones locales, «y por eso pasan cosas como las de Arahal»
Crisis en el PSOE de Sevilla: dimisiones y expulsiones
![Javier Fernández, junto a Juan Espadas, en una imagen de archivo en la sede del PSOE-A](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/05/26/fernandez-espada-psoe-ROs9N6SOatd3MD56Tv5lj9N-1200x840@diario_abc.jpg)
«Descontento», «abandono», «dejadez», «arbitrariedad»,... son algunos de los calificativos que usan militantes socialistas, algunos de cierto peso, para radiografiar la situación del Partido Socialista Obrero Español en la provincia de Sevilla bajo la dirección de Javier Fernández, tras dos años y ... medio en el cargo de secretario general. La moción de censura en Arahal ha sido la punta del iceberg que ha destapado la realidad de lo que se vive en muchos pueblos. Actualmente hay cinco gestoras y se esperan dos más, precisamente la de este pueblo de la Campiña y Santiponce. Las dimisiones no se frenan y el «hervidero» es constante. Pero avisan, Sevilla es sólo el reflejo de la situación del partido en Andalucía, que vive «sus horas más bajas de su historia».
La decisión de los seis concejales del PSOE de firmar un pacto con los tres del Partido Popular para que el socialista Francisco Brenes se convirtiera en alcalde de Arahal mediante una moción de censura contra Izquierda Unida puso a toda la maquinaria del partido del puño y la rosa, desde Ferraz a Sevilla, a derribar esa maniobra. La línea roja al PP es marca del sanchismo. No consiguieron frenar el pacto y Brenes hoy es alcalde de Arahal pero ha sido expulsado, junto a los otros cuatro concejales militantes, del PSOE.
Fue el propio Brenes el que inició las críticas contra Javier Fernández y Juan Espadas, líderes del partido a nivel provincial y autonómico. Al primero directamente lo acusaba de doble rasero. Y no le falta razón. Mientras en Arahal el PSOE de Sevilla se ha preocupado de echar a los concejales del partido y del grupo municipal, quizás para abonar el terreno para denunciar un caso de transfuguismo, en Algámitas, donde los ediles socialistas le dieron la Alcaldía al único concejal del PP, fueron expulsados como militantes pero siguen figurando como grupo socialista en la Corporación, como contaba esta semana ABC.
Pero hay más. En Santiponce, a la secretaria general y candidata a Alcaldía en mayo de 2023, Carolina Casanova, le abrieron expediente de expulsión por apoyar, contraviniendo las directrices de la dirección provincial, al candidato de IU, pero casi un año después «no han constituido la gestora». Es por eso que lo que Francisco Brenes califica de «doble rasero», otros militantes consultados por ABC hablan de «arbitrariedad».
Las cinco gestoras
La sensación generalizada que recorre la provincia es de «abandono» y «descontrol», según coinciden muchos de los afiliados con los que ha hablado este periódico. Y no sólo en aquellos pueblos donde hay un conflicto latente. La gestión de Javier Fernández en este tiempo al frente del partido en Sevilla está marcada por «la dejadez». No visita los pueblos, ni las agrupaciones, ni a la militancia. «Es una dirección que no está y por eso pasan cosas como las de Arahal». Otros apuntan que la pérdida de la caseta del PSOE en la Feria de Abril de Sevilla por no pagar las tasas a tiempo, más allá de lo anecdótico, es fiel reflejo de la falta de trabajo interno en una organización muy grande.
Quizás la explicación, como exponen, está en su acumulación de cargos, porque el secretario general del PSOE provincial sigue siendo alcalde de La Rinconada, además de presidente de la Diputación de Sevilla. Y el tiempo que le queda es para hacer oposición a Juanma Moreno o José Luis Sanz. O para asumir retos políticos que no le corresponde competencialmente como en vivienda. «Tiene un alto concepto de sí mismo» y se ve capaz de todo, dice una persona con peso relevante dentro del partido en Sevilla, quien no atrever a discernir si entre sus miras está sustituir a Juan Espadas cuando Ferraz la retire su apoyo definitivamente o Antonio Muñoz para la Alcaldía de la capital.
Lo sucedido estos días en este pueblo de la Campiña no es un caso aislado. Allí se prevé la formación de una gestora en las próximas semanas. Sería la sexta, si antes no llega la de Santiponce. Actualmente, en el mapa de la provincia socialista hay cinco: Pilas, Tocina, Pedrera, Los Palacios y Casariche. No hay que olvidar que en plenas primarias para elegir candidato para las municipales de mayo de 2023 en Écija hubo un motín, con la dimisión de once miembros de los 21 de la Ejecutiva Local, y Javier Fernández tuvo que imponer una gestora. Ahora dirige el partido el histórico socialista local Juan Wic como secretario general.
En Pilas se constituyó antes de las últimas municipales y la preside Carmen Tovar, quien fuera alcaldesa de Castilleja de la Cuesta y delegada del Gobierno de la Junta en Sevilla. Le disputó la dirección provincial a Fernández en noviembre de 2021.
La gestora de Tocina dirige los designios del partido allí desde noviembre de 2023, y la preside José María Martín Vera, alcalde de Villaverde del Río. Desde el mismo mes también hay una gestora en Pedrera, que dirige José Manuel Ruiz Jurado, alcalde de Guillena. Desde el pasado mes de octubre el alcalde de Estepa, Antonio Jesús Muñoz Quirós, preside la gestora de Casariche. Allí, el exalcalde, Basilio García, implicado en el caso del fraude en la planta de reciclaje del Consorcio de Estepa-Sierra Sur, no recibió el apoyo del partido que cabía esperar, y se habla de discriminación con respecto a otros compañeros envueltos en procesos judiciales como Francisco Toajas o el propio Fernando Rodríguez Villalobos, expresidente de la Diputación investigado en el caso de la Pará de Gines.
En Los Palacios y Villafranca, también desde el pasado mes de noviembre, el exalcalde y secretario general del PSOE en Utrera, José María Villalobos, lleva las riendas de la gestora tras las presiones desde la dirección provincial para que Juan Diego Valverde dimitiera tras perder las elecciones. Otra evidencia de esa «arbitrariedad» que denuncian los militantes.
De Utrera a Los Palacios
En Utrera perdió la mayoría absoluta y dejó el Ayuntamiento en manos del Partido Popular. Además, allí han dimitido ocho miembros de la Ejecutiva local, de los que dos son concejales del grupo municipal, por la falta de autocrítica del partido tras perder las elecciones. Unos hablan que son militantes afines al susanismo, desde la dirección provincial se enmascara como un proceso lógico de cambio. En Las Cabezas el partido también sufrió un batacazo electoral en las municipales, como en Utrera, pero allí no se ha adoptado decisión alguna, como sí ha ocurrido en Los Palacios.
Donde sí se tomaron medidas fue en San Juan de Aznalfarache, aunque la agrupación local «sigue en llamas». Allí, Fernando Zamora perdió las elecciones y dimitió como secretario general. Se celebró una una asamblea exprés, en lugar de montar una gestora que era lo que correspondía estatutariamente por la dimisión del secretario general. La actual secretaria general, Inma Muñoz, era la segunda de a bordo con Zamora. Ganó con siete votos de diferencia. Los problemas en este municipio aljarafeño sólo saben reproducirse. «Y Fernández y Rafael Recio (secretario de Organización del PSOE de Sevilla) miran para otro lado» mientras el partido en San Juan «está roto» y el grupo municipal, también, dice un militante local.
«Hay muchos cargos a los que ofreció el puesto de asesor que aún esperan su llamada». Ésta es otra de las quejas que sobrevuela en el ambiente del PSOE de Sevilla, donde la palabra que más se repite entre los que dieron su apoyo a Javier Fernández para que fuese elegido secretario general en Sevilla es «decepción». Y seguidamente apostillan «nos ha engañado a todos».
La última conclusión que se puede extraer del análisis que hacen los militantes y afiliados consultados es que la situación de Sevilla es fiel reflejo de lo que pasa en Andalucía, donde el partido, que es un «hervidero», «vive las horas más bajas de su historia». Y ese «hervidero preocupante» que es Sevilla se reproduce en Málaga, Huelva o Cádiz, con dimisiones y crisis internas. Lo acachan a la falta de autocrítica y desconexión de la realidad de Juan Espadas tras los peores resultados del partido. «No tiene autocrítica ni liderazgo ni estrategia», aseguran.
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