entrevista
«Decir «todos» incluye a todas y el «todes» no incluye al género binario ni al fluido. Y ya nos quedamos sin vocales»
La filóloga sevillana Catalina Fuentes, catedrática de Lingüística de la Universidad de Sevilla, lamenta también que se hable cada vez con más imprecisión y se abuse de muletillas como «en plan» o «el rollo»
«He visto a alumnos de Periodismo con muchísimas faltas de ortografía y a profesores decir que corregirlas es coartar su libertad»
«Que las mujeres sean más corteses que los hombres en su forma de hablar no es por inseguridad sino por eficacia. Es estrategia»
La catedrática y filóloga Catalina Fuentes ha sido distinguida con el Premio FAMA de la Universidad de Sevilla por su dilatada actividad investigadora. Forma partea de varias redes internacionales de investigación e imparte conferencias en congresos internacionales en distintos países europeos y americanos. Investigadora responsable ... del grupo 'Argumentación y Persuasión en Lingüística', es autora de más de doscientas publicaciones y directora de quince tesis doctorales. En este momento es la investigadora de la Hispalense más citada en Google Scholar en la rama de Arte y Humanidades. Natural de la localidad sevillana de Pilas e hija de un trabajador del campo, fue la primera persona de su familia que pisó la universidad, donde lleva 42 años trabajando.
-¿Se habla ahora peor que antes?
-Creo que la imprecisión es mucho mayor y sigue ganando muchísimo peso. Tantas muletillas y tantos términos aproximativos, como «en plan», «el rollo», «tipo», etcétera. Y hay quien los utiliza todos juntos. Y no se transmite la idea, que es lo primordial. Sin embargo,no todos los usos de «en plan» son incorrectos. Hay algunos casos que están bien usados pero la mayoría no.
-¿Y cree que hay detrás de eso?
-No querer implicarse en lo que dices. Son elementos de distancia, en los que tú afirmas, y no te comprometes. Te lavas las manos. Y el lenguaje se hace más impreciso.
-¿Se escribe como se habla?
-Sí. La gente está tendiendo a escribir como se habla.
-El lenguaje inclusivo se está imponiendo. ¿Cuál es su opinión como lingüista y experta en lenguaje?
-Como lingüista, le digo que no es en absoluto necesario recurrir a procedimientos de duplicación, a no ser que en el tema en el que se esté tratando sea necesario visualizar el género o diferentes identidades. Siempre es importante tener en cuenta el contexto y el objetivo comunicativo que se persigue. Pero hay que tener en cuenta que llega un momento en que esas duplicaciones no son comunicativamente efectivas. Ni siquiera en los textos legales se mantiene la duplicación. La ley del sólo sí es sí, por ejemplo, empieza duplicando el «todos» en «todos y todas» en las primeras frases pero más adelante ya pasa a generalizar: los padres, progenitores, etcétera. Si dejamos el contenido ideológico a un lado, el término todos gramaticalmente tiene dos usos: uno masculino y otro genérico, e incluye tanto a hombres como mujeres. No hay ninguna diferencia de género y comunicativamente es más efectivo porque es más económico. Y la economía lingüística es la primera regla de la comunicación.
-¿Y el «todes»?
-Este es un término que está actualmente cargado ideológicamente, nos guste o no. No es un término inclusivo. Todos incluye a todos y es el término más inclusivo. Todes tampoco incluiría a las personas de género no binario o o género fluido. Si el objetivo es ser inclusivo y queremos citar toda la diversidad, nos quedamos sin vocales. Además, la lengua se crea en el uso, surge del acuerdo entre hablantes, no se impone.
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