entrevista
«Los científicos podemos meter la pata pero no la mano y en España te obligan a justificar mil euros como si fueran un millón»
Manuel García León, exdirector del Centro Nacional de Aceleradores, cree que la burocracia es un freno a la investigación en España: «Habría que considerar a la comunidad científica como amiga, no como futuros defraudadores»
«Sevilla es una potencia en física nuclear y nuestro Centro de Aceleradores es único en España»
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Ganador del Premio Fama, en el apartado de Ciencias, de la Universidad de Sevilla, el catedrático e investigador Manuel García León ha sido reconocido por sus investigaciones en el campo de la Física Nuclear Experimental y Aplicada. Además, es un experto de prestigio internacional en ... espectrometría de masas con aceleradores y su aplicación a la determinación de radionucleidos en el medio ambiente. Investigador invitado en Lund, Uppsala, Helsinki, Viena, ETH/PSI Zürich o NIRS Japón, García León es responsable del grupo de investigación de Física Nuclear Aplicada de la Universidad de Sevilla y autor de unas doscientas publicaciones científicas internacionales. Ha sido decano de la Facultad de Física, director del Centro Nacional de Aceleradores (CNA) y vicerrector de Investigación de la Universidad de Sevilla, además de director general de Investigación y Transferencia de Conocimiento de la Junta de Andalucía. También ha dirigido a lo largo de sus más de 40 años de carrera académica más de veinte tesis doctorales y ha sido investigador responsable en muchos proyectos y contratos de investigación.
-¿La burocracia es un freno a la investigación en España?
-Sí. Lo mismo que es fundamental recuperar el talento que se nos va fuera y ofrecerles oportunidades de regreso, lo es liberar todo el sistema de investigación de tanta burocracia y tanto papeleo. Esto es un tema estratégico para mí. Si tengo que hacer miles de papeles para gastar mil euros, que son los mismos que los que tengo que rellenar para gastar un millón de euros, lo normal es dedicarse a clases y no meterse en problemas. Esto es un gran freno y creo que con una modificación de la ley de subvenciones se avanzaría mucho. Justificar dineros de investigación no es lo mismo que justificar kilómetros de autovía. Y los investigadores podemos meter la pata, pero no la mano. Tanto papeleo limita el trabajo de los científicos, haciendo tantos papeles perdemos energía en vez de emplearla en investigar. Habría que considerar a la comunidad científica como amiga, no como futuros defraudadores.
-Sostiene que con la ciencia en España no se puede aspirar a ganar dinero ni prestigio. ¿No le parece triste? Especialmente, lo segundo...
-Totalmente. Y en Sevilla, como en otras ciudades, no se sabe bien en las mentes brillantes que hay en las facultades, en los centros de investigación. No se les conoce ni se les reconoce. Y a nosotros los investigadores basta muchas veces con una palmada en la espalda. Esto no es un mensaje para que nuestros políticos nos paguen con palmadas en la espaldas porque hay que pagar con euros. Pero un reconocimiento social es importante. Si no nos esforzamos y nos quebramos la cabeza con la ciencia y la investigación, la gente no se cura, la gente no tiene luz en su casa, la gente no puede transportarse a su puesto de trabajo, etcétera, etcétera.
-Le concedieron a finales del año pasado al premio Fama de la Universidad de Sevilla. Supongo que le haría mucha ilusión.
-Me hizo mucha ilusión y que la universidad me reconociese la labor y más después de 41 años dedicado a la investigación. Que se me reconozca en mi casa, la que ha sido mi casa prácticamente toda mi vida, es muy importante para mí. Tengo fecha de caducidad y me toca jubilarme el año próximo.
-Muchos científicos retrasan su jubilación porque les llega en su mejor momento profesional.
-Yo creo que no voy a retrasarla, aunque la vida da muchas vueltas. Aunque es verdad que lo mismo que a esta edad no tenemos fuerza para subir rápidamente escaleras,sí tenemos todavía ideas para para alimentar a los jóvenes. Es algo que se debería aprovechar. De hecho, hay países en los que los científicos y el personal de la universidad no tienen fecha de jubilación. ¿Eso está bien? En muchos casos sí, en otros no tanto. Si eso impide que haya carreras de gente joven, no es bueno, pero sí lo es si ayuda en el ámbito de posgrado, de los máster y del doctorado. Puede ayudar a fertilizar en mentes jóvenes con nuevas ideas. Hasta que no termine la dirección de esas dos tesis doctorales, no voy a quitar mi carné de investigador.
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