Las carreras ilegales de coches y motos toman la Cartuja ante la falta de controles policiales
Las concentraciones junto a la Escuela de Ingenieros han ido en aumento durante las últimas semanas, donde se realizan exhibiciones y apuestas
Los policías teme actuar en el foco de estas concentraciones por su inferioridad numérica ante unos grupos cada vez más violentos que no dudan en recibirlos a pedradas
El peligroso 'juego' de unos motoristas sevillanos: a caballito y sin casco por el puente del Centenario
Conductores que sobrepasan la temeridad y espectadores que coquetean con el peligro. Son los responsables de unas carreras ilegales de coches y motos que no sólo ponen en riesgo sus vidas, sino que amenazan a todo estudiante, trabajador o deportista que transita desde ... primera hora de la noche entre el estadio de la Cartuja y el Pabellón de la Navegación. Las exhibiciones y competiciones ilícitas han regresado a los terrenos de la Expo'92 con más participación, medios e impunidad que nunca. Una aseveración sin ningún tipo de vacilación tras acceder al recinto de manera infiltrada y constatar la serenidad de unos participantes que también consiguen atemorizar a los policías, quienes en muchos casos prefieren pasar de largo o estacionarse en los puntos de acceso al PCT Cartuja ante su inferioridad numérica y la escalada violenta de estos jóvenes.
Por las redes sociales circula un vídeo en el que unos espectadores creen haber identificado junto a la Escuela de Ingenieros a «un policía infiltrado». Los participantes de aquella cita de hace unas semanas no sólo increpan a este hombre, sino que le obligan a salir huyendo a bordo de un vehículo al que despiden a pedradas. Sin que este periódico haya podido confirmar si se trataba o no de un agente de la Autoridad, la violenta respuesta de los espectadores de estas carreras ilegales revela hasta qué nivel de impunidad han creído escalar los participantes de estas concentraciones nocturnas.
Los miércoles es el día por excelencia de estas quedadas, aunque a diario hay reuniones por distintos puntos de la ciudad en las que participan toda clase de automóviles, motocicletas y hasta furgonetas. El entorno de la Escuela de Ingenieros ha vuelto a convertirse en el punto de referencia, tras la presión policial en el Polígono Sur después del tiroteo con armas de guerra. Atrás quedaron la vieja pista aérea de Tablada –donde hace veinte años murió un niño de nueve años tras ser atropellado por un coche que participaba en una de estas carreras ilegales–, los aparcamientos del polideportivo de Torreblanca o el entorno de los almacenes de Costco, junto a la carretera SE-20.
«¡Fuera de aquí, perros!», gritaron casi al unísono este miércoles al ver pasar una patrulla de la Policía Local sobre las once de la noche. No era fácil cifrar el número de asistentes a esta última convocatoria, pero tampoco difícil estimarlo en un millar aproximado de personas. Conforme iban llegando los grandes protagonistas de la noche –los participantes de las carreras ilegales–, numerosos jóvenes hacían su desembarco en la zona. Algunos, de sorprendente escasa edad, lo hacían andando desde los puentes del Alamillo y de la Barqueta. Otros llegaban en bicicletas, motocicletas y automóviles. Hasta que los torpedos de los tubos de escape se apoderaron del ambiente, la cita parecía una macrobotellona. De los maleteros salían sillas playeras y neveras con comida y todo tipo de bebidas.
Sobre las once y media de la noche comenzaban a quemar rueda, para deleite de unos espectadores que grababan y emitían en directo sus imágenes en las redes sociales. El olor a goma se hacía casi tan presente como el de la marihuana y las cachimbas que estaban consumiendo. Primero las motos de competición; y después, los coches. La calle Américo Vespucio es punto de salida y meta de unas carreras que, aunque no son nuevas, cada vez son más multitudinarias.
La Policía Local estrenaba ese día su nueva reorganización de la plantilla, dividida en cuatro macrodistritos. El indicativo Centro –que abarca las antiguas comisarías Centro, Triana y Los Remedios– había enviado patrulleros disuasorios a la entrada del PTC Cartuja, sin que esta medida diera sus frutos (los participantes de esta quedada seguían compitiendo y haciendo exhibiciones por la zona). Según explican a este periódico fuentes municipales «la Policía Local lleva acudiendo a este tipo de servicios desde hace muchos años», asegurando actuar «de manera eficiente cada vez que es requerido este servicio» y que ocho agentes de la Unidad de Intervención Nocturna «actuaron en solitario en concentraciones que se habían producido en distintos puntos de la ciudad desde las 23 horas, consiguiendo disolver por completo la concentración de personas y vehículos alrededor de las 2:30 horas de la madrugada».
Fue el propio Ayuntamiento de Sevilla el que demostró tener constancia de estos episodios cuando hace un año publicó a través del perfil en redes sociales de Emergencias Sevilla que se estaban investigando unos hechos ocurridos en esta misma glorieta de la calle Américo Vespucio, «donde un vehículo perdía el control mientras realizaba una conducción temeraria», que a punto estuvo de atropellar a una veintena de espectadores. Pese a ello, las concentraciones ilegales se han seguido produciendo, tal y como demuestran distintos perfiles en redes sociales y pudo comprobar ABC este pasado miércoles.
Además, este periódico observó cómo a las doce de la noche, sólo quince minutos después de que pasaran varias motos y coches a gran velocidad, varios patrulleros de la Policía Local daban el alto a todos los vehículos que circulaban por el Camino de los Descubrimientos para identificar a los conductores y posibles responsables de estas carreras.