La Cabalgata de Sevilla se vuelve foco de las críticas de la izquierda radical

El foco se ha puesto especialmente en la calle Asunción, convertida en los últimos años en un auténtico epicentro de la celebración para muchos sevillanos de todas las edades gracias, entre otras cosas, a la labor de la familia Picchi en su balcón, engalanado de arriba a abajo para recibir a los Reyes Magos.

Las críticas, llegadas en los últimos años mayoritariamente desde fuera de Andalucía, y cargadas de tópicos y prejuicios hacia los sevillanos, fueron dirigidas tanto a la pintura negra en las caras de Baltasar y los beduinos como al gentío que, más allá de los niños, se congregaba en ese punto, donde se entonó con naturalidad el himno de España al paso de la Policía Nacional. Sí estuvieron completamente fuera de lugar los insultos contra el presidente del Gobierno que se gritaron desde una parte minoritaria de los asistentes.

La cosa no quedó ahí, ya que algunas voces de la izquierda radical andaluza entraron al trapo y se quejaron de que la Cabalgata pasase por Los Remedios por ser «el barrio tradicional de la derecha sevillana», donde se concentra «la juventud pija» y de donde proceden algunos ateneístas. En esa línea se posicionó Teresa Rodríguez, excandidata a la Junta por Adelante, que dijo que «debe de ser de los barrios con menos niños de Sevilla» –siendo todo lo contrario–, criticando la forma de vivir la Cabalgata de Sevilla, que es una diferente por cada sevillano.