La Cabalgata de Sevilla se adelantó por una lluvia que resultó similar a la de otros años que no se cambió de fecha
Las previsiones apuntaban a fuertes precipitaciones y tormentas este 5 de enero, pero hasta las 9 de la noche apenas se recogieron dos litros
La lluvia también se adelantó, como la Cabalgata de los Reyes Magos de Sevilla
Sanz respalda el adelanto de la Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla: «Ha sido una decisión valiente»
![Sede del Ateneo en la calle Orfila este domingo 5 de enero](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2025/01/05/ateneo-sevilla-reyes-k30-U7070223730DKD-1200x840@diario_abc.jpg)
Final de las Navidades atípico en Sevilla. Si raro fue darle al Heraldo las llaves de la ciudad para que los Reyes Magos entraran el sábado, desfilaran y pregonaran con sus cortejos que no iban a acceder a las casas hasta 24 horas después, más lo fue la jornada de ayer. Un domingo, otro más, con los comercios abiertos para que los rezagados pudieran encargar sus últimos regalos. En los hogares más golosos ya tenían los roscones por la mitad y, en la calle, el peligro no venía del cielo como tanto se había alertado, sino que estaba en el suelo. Histórica alfombra de pegajosos confetis en una mañana víspera de la Epifanía del Señor. La carta del Ateneo en la que informaba que Melchor, Gaspar y Baltasar habían pedido refugio frente al mal tiempo pero que no desarrollarían su magia hasta la noche que corresponde, se cumplió. En pocas familias se adelantó la entrega real. Ayer no se vieron ni cajas de cartón en los contenedores ni niños con bicicletas, esas estampas tan típicas del día 6. Y es que, la verdad, tampoco estaba el día para muchos paseos. El ajetreo se vivió en las tiendas, en los centros comerciales y en las plazas y monumentos más turísticos, que los que vienen de visita entienden menos de cambios en las tradiciones. Las terrazas de los bares –los que abrieron–, poco concurridas. Hasta escaso público había a la hora del aperitivo en zonas como la calle Feria o la Alameda. El cielo encapotado y los excesos de la noche anterior no invitaban a lanzarse a la calle si no era por imperiosa obligación como paje de los Reyes. Horas más tarde, cuando cualquier otro año se sentirían los nervios por el carrusel de carrozas, la tarde se quedó para plan de película y sofá.
![La Cabalgata de Sevilla se adelantó por una lluvia que resultó similar a la de otros años que no se cambió de fecha](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2025/01/05/ambiente-sevilla-U603399563016cOF--760x427@diario_abc.jpg)
Ni tormentas, ni fuertes lluvias. El adelanto de la Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla se quedó sin justificación. Caprichos de la meteorología. Las previsiones de intensas precipitaciones para la tarde del 5 de enero motivaron el cambio histórico de un cortejo con una tradición más que centenaria, en una decisión inédita del Ateneo. Melchor, Gaspar y Baltasar salieron este sábado del Rectorado en el horario previsto pero un día antes y completaron un multitudinario recorrido por las calles de la ciudad. Les llovió, aunque de una forma poco significativa y en momentos muy puntuales. Para este domingo, la verdadera víspera de la Epifanía, se esperaba que sí cayera agua en tromba y en forma de tormenta pero durante la mañana no se vio ni una gota.
Las nubes empezaron a descargar en las horas en los que los Reyes, de haberse celebrado la cabalgata ayer deberían estar recibiendo sus coronas, pero tampoco fue para tanto. El precedente más cercano de un 5 de enero con lluvia se remonta a 2018, cuando también se dudó sobre el cambio de fecha para permitir que el cortejo de sus majestades se luciese más. Ese año lo que se adelantó fue el horario de salida, se completó un recorrido a galope y, ya casi al final del itinerario, hicieron falta los paraguas.
Bien podría haber sido este 2025 igual, porque las previsiones fallaron en gran parte. Llovió, pero de forma intermitente al menos hasta las 9 de la noche. Los informes meteorológicos recogieron que hasta esa hora se registró una precipitación de 2 litros por metro cuadrado en la capital hispalense (según eltiemposevilla.es). La lluvia arreció a partir de esa hora, en lo que podrían haber sido los últimos instantes del desfile de los monarcas llegados de Oriente. Y tras los chaparrones, por fin, aunque tras una extraña espera, entraron en las casas sevillanas los Reyes.
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