La búsqueda sin fin del cuerpo de Marta del Castillo
El padre agota sus últimas bazas para mantener vivo el caso de su hija arremetiendo contra la Policía en redes sociales para conseguir reactivar una nueva operación
El informe del teléfono desvela otras «posiciones» de Miguel Carcaño el día que asesinó a Marta del Castillo

Un dardo en forma de comentario en Twitter del padre de Marta del Castillo ha reactivado por enésima vez el interés mediático de un caso en el que no hay novedades hace tiempo. Antonio del Castillo está agotando sus últimas bazas para ... mantener vivo el asunto porque el paso de tiempo es un enemigo implacable para un padre que lleva más de una década buscando el cuerpo de su hija. «Hace más de seis meses, me prometieron que sería el CNP quien miraría esto con discreción. A día de hoy la palabra dada vale lo que vale. Ya me encargo yo».
El tweet, publicado el viernes 10 de marzo, iba acompañado de la foto de un pozo situado en un campo de tierra. Antonio no quiso dar más datos sobre la ubicación pero empujó a la Policía Nacional a ofrecer un comunicado esa misma tarde, asegurando que estaban a la espera de la autorización del dueño de la parcela.
Fuentes policiales confirmaron a ABC que no había nada programado, ni se había realizado desde el Grupo de Homicidios ninguna diligencia encaminada a iniciar una nueva búsqueda de la joven. Pero hubo alguien que le prometió a Antonio del Castillo trabajar en esa zanja, ¿quién? Ya ha pasado una semana de la advertencia en redes sociales de Antonio del Castillo y no se ha avanzado nada en esa línea.
Los indicios sobre los que se asienta esta nueva teoría son pobres. Como admitió el mismo Antonio del Castillo, el punto que él fotografió y visitó es una suposición a partir de la información arrojada por Miguel Carcaño en la entrevista que mantuvo con él en la cárcel de Herrera de la Mancha, donde cumple condena el asesino de su hija. «Palabras de Miguel Carcaño. Había algo circular de hormigón en la zanja. Algo que nunca había dicho antes», publicó en la misma red social Antonio.
Y aquí reside el principal problema de esa información para considerarlo mínimamente material indiciario, que parte de un condenado que ha cambiado de versión en varias ocasiones y que ha demostrado en todo este tiempo un nulo interés por ayudar a la familia de Marta. «¿Qué gana Carcaño ahora indicando el lugar donde está el cadáver? ¿por qué va dando supuestos datos a cuenta gotas?», se pregunta una fuente policial.
A pesar de esas debilidades, Antonio se agarra a cualquier posibilidad, por remota que parezca, porque se ha jurado no desfallecer en la búsqueda de su hija. Cuenta además con el respaldo social, capaz de seguir ejerciendo presión años después del crimen.
El ámbito judicial
La otra esfera de la investigación, además de la policial, está en el Juzgado de Instrucción número cuatro de Sevilla, cuyo titular, el magistrado Álvaro Martín, cuenta con unas diligencias sólo y exclusivamente para localizar los restos de la joven asesinada, a pesar de que no han sido pocos los intentos de la familia de volver a investigar la actuación de los implicados que resultaron absueltos como Samuel Benítez o el hermanastro de Carcaño, Francisco Javier Delgado.
El último episodio se ha producido en el marco del informe pericial que se está elaborando, casi dos años después de su encargo, sobre los móviles de Carcaño y Marta. La familia quería que también se analizarán los teléfonos del resto de investigados en su día.
Dicha causa se encuentra actualmente archivada, pero sólo de forma provisional, a la espera de que los investigadores policiales se presenten en el despacho con nuevos indicios de que el cuerpo de Marta pudiera estar en una ubicación u otra. En caso de que esto ocurriera, el juez, según han detallado a este periódico fuentes judiciales, sólo tendría que autorizar las diligencias que requieran permiso judicial para, por ejemplo, entrar en una propiedad privada.
Esta pieza judicial no tiene fecha de caducidad porque sólo aspira a encontrar el cadáver, no a una segunda instrucción, de ahí el error en el que incurrió la Audiencia al decretar el sobreseimiento de la causa por sobrepasar los plazos legislativos para la fase de instrucción. Por parte de la Justicia no habrá reparos a seguir buscando a Marta. Sin plazos.
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