Un azulejo recupera en la antigua calle Bayona de Sevilla el callejero de Olavide de 1771
La intención del Ayuntamiento es continuar con estas recuperaciones en otros enclaves históricos de la ciudad

Este miércoles se ha procedido al descubrimiento del rótulo de azulejos de la antigua 'calle de Bayona', una reposición que se encuadra en la campaña promovida por la Asociación Niculoso Pisano con la colaboración de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de ... Sevilla y el patrocinio de empresas y particulares, quienes muestran su sensibilidad hacia la recuperación del patrimonio histórico de Sevilla. Este proyecto tuvo su punto inicial el pasado 16 de julio de 2024 con la reposición del rótulo de 'Antigua calle de La Mar' en García de Vinuesa.
Este tipo de azulejos 'Antigua calle de…', de los quedan en Sevilla poco más de una veintena, fueron colocados a mediados del siglo XX por iniciativa del Ayuntamiento de Sevilla y la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría. Profesores como Antonio Sancho Corbacho, que también fue concejal de Cultura y teniente de Alcalde, impulsaron la colocación de estos rótulos recordando al viandante los nombres antiguos de sus calles, como la de la Borceguinería, Alfayates, Cedaceros, Alcuceros, Génova y un largo etcétera, siendo ejemplo de algunas de las que fueron cambiando de nombre con el paso de los tiempos.
Se están preparando más rótulos, como han sido el pasado mes de diciembre el de la calle de Tiendas (actual Murillo) y pendientes de colocar los del Antiguo Callejón de los Pobres (en la Magdalena) y el de la calle Sardinas (actual Gerona, en El Rinconcillo). Al acto de inauguración han acudido la concejala Amidea Navarro, el abogado Joaquín Moeckel –donante del azulejo–, Isabel Herce, viuda de Antonio Burgos, que fue vecino de esta calle, y miembros de la junta directiva de la Asociación Amigos de la Cerámica Niculoso Pisano.
La calle Bayona se llamaba así desde los tiempos de la Reconquista, hasta que en 1900 se dedicó a este ilustre político sevillano. Lo más seguro es que recibiera el nombre de Bayona en relación con el origen de mercaderes franceses afincados en Sevilla. Por su cercanía al río, en ella se ubicaron dependencias relacionados con la fiscalización del comercio con el Nuevo Mundo, y por ello, además de los comerciantes, casas de juego y posadas, como la de Tomás Gutiérrez, el fiel amigo de Cervantes, como queda recogido en otro azulejo cervantino que pueden contemplar en los soportales de este edificio que hoy ocupa el Servicio Andaluz de Salud.
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