El auditorio de la Cartuja: cronología del abandono
La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla había licitado un contrato de seguridad de más de 250.000 euros
Un incendio de grandes dimensiones se extiende por la primera planta del Auditorio Rocío Jurado de Sevilla
Cuando Sebastián Yatra cerró su concierto del 26 de junio de 2022, nadie podía esperar que el Auditorio de la Cartuja se clausuraría, que perecería sumido en el más lamentable abandono y devorado por las llamas dos años y medio después. En aquella fecha ... había aún numerosas actuaciones programadas en este edificio que se levantó para la Expo 92, pero hubo que trasladarlas al Estadio de la Cartuja.
Comenzaba entonces una batalla judicial entre la concesionaria que lo explotaba desde 2002 del espacio –con contrato hasta 2032–, la empresa TCM Vision, que había quebrado y cuyo propietario es Francisco Bustamante, y el Ayuntamiento, que pleiteó hasta rescatar hace escasamente un mes su uso. Bustamante seguía haciendo uso del edificio, aunque dejó de tener actividad cultural, ocupando las oficinas.
Bustamante había gestionado también el extinto Palenque, que acabó derribándose y provocando otro 'agujero' urbanístico en la zona, con un esqueleto de otro edificio que fracasó a medio construir. La intención de TCM llegó a ser incluso techar el auditorio para hacerlo cerrado y darle uso durante todo el año, algo que veía con buenos ojos el Ayuntamiento.
Pero las relaciones saltaron por los aires en el verano de 2022, cuando el Consistorio solicitó la extinción del contrato de arrendamiento del que gozaba la empresa, atribuyendo a dicha entidad una deuda de 1.471.257,16 euros con las arcas municipales por las rentas e IBI repercutidos de los años 2016 a 2020. Fue entonces cuando el auditorio se contagió de la imagen degradada del canal y los jardines.
Antes, en 2020, TCM aseguró que el Consistorio le adeudaba 2,2 millones de euros y que recurriría a la Justicia si era necesario. Bustamante reaccionaba al nuevo acuerdo adoptado por el Ayuntamiento respecto al procedimiento emprendido para extinguir el contrato del que goza la empresa con relación al auditorio de la Cartuja.
El acuerdo inicial aprobado en enero detallaba que el recinto estaba en manos de la Sociedad Estatal de Gestión de Activos (Agesa), que en 2002 suscribió un contrato de arrendamiento respecto al mismo con la sociedad TCM, gracias la cual dicha entidad privada se hacía cargo durante 30 años de la gestión y explotación del auditorio. En ese sentido, cuando en 2006 Agesa cedió la titularidad del auditorio al Ayuntamiento, este último quedaba «subrogado en los derechos y obligaciones del arrendador», con lo que TCM mantuvo la gestión del recinto, nominado entonces Rocío Jurado. No obstante, y conforme al citado contrato de arrendamiento, el acuerdo de la junta local de gobierno exponía que entre 2007 y 2019, TCM habría acumulado deudas con el Ayuntamiento por importe de más de 2,53 millones de euros por el «impago de las rentas» incluidas en dicho contrato de alquiler, extremo por el cual se decidía iniciar la extinción del mismo.
En este cruce de acusaciones, el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 le dio la razón al Ayuntamiento, y confirmaba el acuerdo de desahucio adoptado por la Junta de Gobierno el 7 de julio de 2022. Pero Bustamente recurrió la sentencia al TSJA, que acabó perdiendo también.
Una lucha que terminó en abandono
Fueron dos años de lucha judicial que acabaron provocando el abandono del auditorio. El Consistorio recordó ayer que la posesión efectiva del inmueble no la ha recuperado hasta hace «escasos días». De esta forma, según informaron fuentes municipales, el Ayuntamiento «actuó de inmediato, una vez asumida la posesión del edificio, cegando las entradas al edificio y, además había iniciado los trámites para establecer la vigilancia».
El propio alcalde, José Luis Sanz, ya había explicado a mediados de septiembre que todo estaba encaminado para que este espacio volviera a la gestión del Ayuntamiento. «Estamos decididos, estamos a punto de poder rescatarlo. Una ciudad como Sevilla, que tiene una serie de espacios musicales únicos en el sur, necesita al auditorio. Es fundamental para incrementar los espacios que necesitamos», dijo.
Por ello, hace un mes la Gerencia de Urbanismo licitó un contrato de seguridad con un presupuesto de 255.847,75 euros con con la idea de poder acelerar su vuelta a la actividad.