Alabado sea el adoquín

Adriano analiza las obras de la Avenida de la Constitución que, con solo 18 años, tendrá que cambiar su pavimento. Lleva Sevilla décadas dando bandazos con la estética de su pavimento. Adriano toma partido por el adoquín. Y de eso sabe:

«Desde la pizarra de Rojas Marcos al pavimento de paseo marítimo que colocó Espadas en la calle Baños, lo de la solería sevillana es un horrendo atentado al gusto y el sentido común. Uno añora el escrupuloso canon de las vías portuguesas que se ha convertido en un símbolo estético del país vecino. El ejemplo de nuestra Avenida es definitivo. Apenas ha cumplido 18 años de su transformación en vía «semipeatonal» (la menos peatonal de la ciudad entre veladores, bicis, patinetes y tranvías) y ya requiere de una mudanza de piel. Por eso, alabado sea el adoquín como suelo autóctono de Sevilla y duradera guía estética de la ciudad. Se lo dice quien enlosó Itálica… y ahí sigue».