Tribunales

Queja del Defensor por el estado de los calabozos en los juzgados del Prado

Pide tanto al juez decano como a la Junta que informen sobre los proyectos para la adaptación o la mejora de las dependencias

Queja del Defensor por el estado de los calabozos en los juzgados del Prado efe

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El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, ha abierto una queja de oficio para conocer el estado en el que se encuentran los calabozos ubicados en los juzgados del Prado de San Sebastián de Sevilla, que acogen a los detenidos que son puestos a disposición del juez de guardia o que tienen que participar en diligencias y juicios orales ante los jueces de Instrucción o la Audiencia Provincial, respectivamente.

En la queja, a la que ha tenido acceso Europa Press, Maeztu reclama sendos informes a la Consejería de Justicia e Interior y al juez decano de Sevilla, Francisco Guerrero, para que informen sobre la ubicación descriptiva de las dependencias de detenidos , los datos de accesibilidad y uso de las dependencias, y las actuaciones realizadas acerca de su cuidado, mantenimiento y adecuación.

Asimismo, pide tanto al juez decano como a la Junta que informen sobre los proyectos o programas , en su caso, en relación con la adaptación o mejora de las dependencias, las posibles quejas o reclamaciones que se hubieran producido sobre estas instalaciones y, en su caso, de las respuestas ofrecidas, y «cualquier otra información o comentario que consideren oportunos».

Esta queja de oficio abierta por el Defensor del Pueblo ha sido dada a conocer por el juez decano durante una visita realizada esta semana por distintos medios de comunicación a los calabozos de los juzgados del Prado de San Sebastián, en el que ese día estaban realizando labores de pintura varios operarios .

«Estas dependencias han sido pintadas hace escasos meses, que hoy estén pintando responde a una labor de mantenimiento efectivo de estas dependencias», ha puesto de manifiesto el juez decano.

Celdas sin agua caliente ni luz interior

Los calabozos ubicados en el Prado están compuestos por cinco celdas de distinto tamaño, sin agua caliente, luz interior ni aire acondicionado, y que disponen cada una de ellas de una letrina y un lavabo , así como de un banco de mampostería donde los detenidos pueden descansar. Junto a estas celdas, se encuentran la sala donde se realizan las ruedas de reconocimiento y el locutorio donde los abogados se reúnen con sus clientes.

Cuestionado por el si el número de celdas es suficiente para acoger a los detenidos, Francisco Guerrero ha señalado que «normalmente es suficiente», aunque los calabozos «no están preparados para circunstancias extraordinarias como detenciones de un número importante de detenidos».

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