La Fiscalía pide dos años de inhabilitación para catorce patronos de la BIACS

La Fiscalía de Sevilla y la administración concursal de la Fundación Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla (BIACS) han pedido dos años de inhabilitación para ejercer como administradores de empresas a catorce patronos de esa fundación. Asimismo, han solicitado que afronten con sus bienes personales el pago del 5% del déficit patrimonial de la misma. Tanto la Fiscalía como la administración concursal entienden que los patronos contribuyeron con su actuación a la insolvencia de la fundación, que acumula deudas por 2,3 millones de euros. Eduardo Gómez, juez de lo Mercantil 1 de Sevilla , celebró el pasado viernes el juicio, que ha quedado ya visto para sentencia.

Los patronos pendientes ahora de esa sentencia son Fernando Franco y Luis Olivar O’Neill , presidente y director de la fundación, respectivamente; Juana de Aizpuru , fundadora de la muestra y expresidenta de honor de la misma; el arquitecto y pintor Juan Suárez Ávila , actual presidente de la fundación; José Joly Martínez de Salazar, presidente y consejero delegado del Grupo Joly; los arquitectos Víctor Pérez Escolano, Antonio Cruz Villalón y Jaime Montaner , éste último exconsejero de la Junta de Andalucía; el arquitecto y consejero de MP Corporación Valentín Madariaga; Antonio Valdivieso Amate, exdirector general de General de Producciones y Diseño (GPD); el empresario D iego Valdés Cruces, ligado al fallido hospital de la Cartuja; el médico y empresario J uan Ignacio González-Barba González-Gallarza ; el dentista Enrique Solano Reina; y José Ramón Moreno García.

Aunque en la página web de la Fundación BIACS figuran más patronos, la Fiscalía y la adminsitración concursal seleccionar como presuntos responsables de su insolvencia a aquellos que asumieron el cargo ante notario y no renunciaron en los dos últimos años. Sin embargo, fuentes próximas al prestigioso arquitecto Antonio Cruz Villalón han declarado a ABC que nunca aceptó ser patrono ante notario y que sólo asistió a una reunión de la citada fundación. «Aparece en el texto por un error de Fiscalía, que ha usado el acta de la reunión. De todas formas no coinciden las fechas de asistencia a una única reunión con la fecha de imputación de los cargos», añadieron las mismas fuentes.

Con subvenciones de la Junta y del Ayuntamiento, así como la ayuda de mecenas privados, la fundación celebró tres muestras en 2004, 2006 y 2008. Las deudas y el recorte de ayudas públicas durante la crisis impidió la celebración de nuevas ediciones en el monasterio de la Cartuja, sede del Centro de Arte Contemporáneo , así como en la torre de Don Fadrique. Cuando se declaró su concurso de acreedores en septiembre de 2012 tenía 2,3 millones de euros de deudas y un patrimonio de 875.000 euros. Un total de 109 personas físicas y jurídicas engrosan la lista de acreedores, entre los que hay montadores, transportistas y artistas que aportaron sus obras para las muestras.

En el juicio, la administración concursal, en manos de Mariluz Moreno, dejó claro que no se juzga si los patronos se han apropiado de dinero, cosa que se descarta, ya que se han justificado las subvenciones, sino si han contribuido con su comportamiento a la insolvencia de la fundación por gastar más dinero del recibido en subvenciones, por una mala llevanza de la contabilidad, por no depositar las cuentas en el registro de fundaciones o no actualizar a los patronos. Para la administración concursal, no ha habido intención de defraudar al cometer esas irregularidades, pero la Ley Concursal establece para los concursos declarados «culpables» la posibilidad de fijar para los patronos de 2 a 15 años de inhabilitación para administrar empresas. La administración concursal pidió dos años de inhabilitación y la Fiscalía tres, aunque esta última rebajó finalmente en un año su petición durante la vista. Asimismo, piden que los patronos paguen el 5% del déficit patrimonial de la fundación (4.800 euros cada uno).

Fuentes consultadas por ABC señalaron que esa cantidad no sería más que « un tirón de orejas» para que en el futuro quienes asuman los cargos de patronos se lo piensen mejor «por la responsabilidad que pueden asumir si se producen irregularidades en la gestión de una fundación». Sin embargo, si el concurso es declarado «culpable» y se inhabilita a los patronos para ser adminitradores de sociedades mercantiles, más que un «tirón de orejas» sería un grave inconveniente para que aquellos patronos empresarios puedan seguir como miembros de un consejo de administración o apoderados.