Adjudican una caseta a un club creado cinco años después de pedirla

La Delegación de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla ha otorgado una caseta de Feria, de las que se quedaron libres por falta de pago de sus anteriores propietarios, a un club que no existía cuando la pidió y que tampoco tiene CIF ni domicilio conocido. Según la denuncia que ha realizado el abogado Joaquín Moeckel, el Ayuntamiento ha otorgado la citada caseta para la Feria que comienza en la medianoche de este lunes a un club que decía llevar 23 años en lista de espera pero que en realidad se creó hace solo 18 años.

La orden de adjudicación, a la que ha tenido acceso ABC, decide sancionar con la pérdida automática de la concesión administrativa a los anteriores titulares de a caseta situada en la calle Pepe Luis Vázquez porque habían incumplido el plazo establecido para la tasa de concesión. Por ello, en basa a la normativa municipal, el Ayuntamiento ha decidido adjudicar provisionalmente por un año la citada caseta que había quedado libre a una entidad, un club al que ha comunicado la concesión y le da un plazo de diez días para que pague las tasas fiscales que les corresponda abonar.

Sin embargo, el abogado Joaquín Moeckel, que representa a los antiguos concesionarios de la citada caseta, tiene la intención de presentar un recurso ante el juzgado de lo contencioso administrativo contra la nueva adjudicación porque considera que se ha producido una falta de control en la citada concesión.

Según denuncia de Moeckel, la primera irregularidad que se ha producido en la concesión se basa en el hecho de que en la misma orden de adjudicación se habla de que la asociación en cuestión lleva 23 años pidiendo caseta. Sin embargo, la entidad se creó en mayo de 1997, lo que supone que no ha cumplido aún los 18 años, algo que resulta llamativo al abogado, que recuerda que las asociaciones culturales tienen prioridad sobre los particulares para recibir adjudicaciones de este tipo.

Pero ahí no acaba la cosa. Además la citada entidad no tiene CIF y tampoco le ha sido posible al abogado localizar los estatutos en los que se estipule la finalidad de la asociación, a qué se dedica y cuales son sus fines. El letrado solo ha podido encontrar un acta en la que aparece una serie de ciudadanos particulares que dicen pertenecer a la citada asociación que se supone que tiene una finalidad cultural.

Y a ello se une que el domicilio de Sevilla en el que aparece registrada pertenece a un número de una céntrica calle de Sevilla donde no hay ningún local. Solo hay unas obras. Pero nada más, ni ningún otro rastro de esa asociación. Esto hace suponer que podría tratarse de una entidad «fantasma».