seguridad alimentaria
Las harinas contaminadas pueden transmitir el mal de las vacas locas a humanos
El biólogo molecular Joaquín Castilla anuncia que pueden darse nuevos casos si se usan cadáveres de animales enfermos en las harinas

El prestigioso biólogo molecular Joaquín Castilla , experto en Enfermedades Espongiformes Transmisibles, ha redactado un escrito para el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y el Juzgado de Osuna en el que advierte que el uso de cadáveres de animales enfermos y la falta de un tratamiento térmico eficaz en las fábricas de harinas para piensos «suponen un grave riesgo para la salud animal de forma directa, e igualmente, suponen un riesgo de forma indirecta para la salud humana».
A juicio de este biólogo del Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias (CIC bioGUNE) –financiado por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, así como por el Gobierno vasco– «no se plantea duda alguna sobre que este modo de proceder mantenido en el tiempo podría llevar a la aparición de nuevos casos humanos de la nueva variante de la e nfermedad de Creutzfeldt-Jakob , así como la generación de nuevas variantes de enfermedades priónicas con importantes repercusiones en saludad animal y humana».
Para Castilla, cuyos trabajos se han publicado en revistas científicas de prestigio como Nature Medicine, Science o PNAS, «este riesgo será significativamente mayor cuanto más tiempo se mantenga y más generalizadas sea la práctica en cuestión». A modo de recordatorio, este científico señala en el informe enviado a l a jueza de Primera Instancia e Instrucción 1 de Osuna que «procedimientos semejantes realizados en el Reino Unido en los años 80-90 llevaron a la muerte a centenares de miles de miles vacas y a la muerte de cerca de 200 personas».
En declaraciones ABC, Joaquín Castilla explica que el último caso del mal de las vacas locas en humanos se detectó en España hace pocos años, habiéndose diagnosticado un total de cinco casos en personas, que terminaron falleciendo porque esta enfermedad es mortal al no existir por ahora terapia alguna.
« Los priones son agentes infecciosos que al igual que un virus o una bacteria se propagan a través del organismo a base de hacer réplicas de sí mismos. Su composición es una proteína que modifica su estructura y se convierte en un agente infeccioso, causando daño sobre todo al cerebro de los animales y personas infectadas», explica en términos sencillos Castilla, quien subraya que si un animal come carne con esos priones es susceptible de infectarse. «Fue así como empezó la epidemia porque las vacas comían proteínas de procedencia bovina y ovina infectadas con priones», añade.
¿Siguen detectándose vacas con estos priones? Castilla asegura que «ahora se dan entre 1 y 5 casos espontáneos por cada millón de vacas, pero como hay millones de vacas... Entre los humanos surge entre 1 y 2 casos por cada millón de personas ». Por lo tanto, deja claro que si, como ha constatado la Guardia Civil, hay fábricas de piensos que han usado cadáveres de animales enfermos o muertos durante el transporte, es posible que vacas y cerdos que consuman los piensos hechos con esas harinas puedan infectarse. Lo mismo sucedería con los humanos que comieran vacas o cerdos infectados con ese prion».
Resistente a altas temperaturas
Uno de los mayores problemas surge porque, según este científico, los priones –a diferencia de los virus y bacterias– son resistentes a altas temperaturas. «De hecho, pueden resistir temperaturas de 121 grados, entre 15 y 30 minutos y un bar de presión», señala Castilla, quien teme que no se hayan esterilizado convenientemente los animales y despojos de mataderos usados en la fabricación de harinas para piensos, como han denunciado trabajadores de Dasy. Como se recordará, el Juzgado ya imputado a 25 personas, entre ellos propietarios y trabajadores de Dasy -del grupo Proteínas y Grasas Gimeno- y Render Grasas, por un delito contra la salud pública, estafa, falsedad documental y contrabando.
Este biólogo celular, premiado por sus estudios sobre virología y salud animal, fue contratado en 2009 por la Fundación Vasca para la Ciencia Ikerbasque para trabajar como científico del CIC bioGUNE. Anteriormente trabajó seis años en EE.UU. en la Universidad de Texas y en el Scripps Reserch Institute de Florida . La Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación destaca en su página web queCastilla ha desarrollo el método más sensible que existe actualmente para la detección bioquímica de priones.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete