Harry T. Chugani, HOSPITaL DE NIÑOS DE MICHIGAN (EE. UU.)
«El PET ha revolucionado la cirugía de la epilepsia»
Los recientes avances de la Tomografía de Exposición de Positrones han permitido nuevas opciones terapéuticas a pacientes epilépticos

El doctor Harry Chugani es uno de los referentes mundiales de la cirugía de la epilepsia infantil. En su hospital de Detroit ha conseguido sacar el máximo rendimiento a las nuevas tecnologías, especialmente el PET , para operar casos recurrentes que hace unos años eran inabordables.
¿Cuál es su aportación principal a la cirugía de la epilepsia?
En mi centro hemos desarrollado el PET y sobre todo nuevos marcadores metabólicos. Aunque lo venimos aplicando desde 1985 (en principio estudiabamos el metabolismo de la glucosa), en los últimos cinco años tenemos la posibilidad de medir neurotransmisores como el gaba o el triptófano. Esto nos facilita mucho las cosas.
¿Quiénes pueden beneficiarse de estas novedosas técnicas?
Se ha abierto el abanico para pacientes que antes no tenían cura. Por ejemplo, algunos con esclerosis tuberosa, que pueden tener asociados síndrome de West y autismo, con varias tuberosidades en el cerebro que a veces dificultan identificar el origen de la epilepsia. Acabamos de publicar un estudio a este respecto con 191 niños en la revista Neurology y los resultados son espectaculares: en los electroencefalogramas (incluso de los monitorización intracraneal) no aparecía el origen de las convulsiones pero con el AMT sí podíamos identificar la tuberosidad responsable de la epilepsia y acceder a la cirgugía de la misma. Esto ha sanado a muchos pacientes.
Otra de las peculiaridades de su equipo es que aborda la cirugía más allá del foco epileptógeno .
Algunos de estos niños tienen una corteza anormal (corteza nociceptiva) por encima de las anomalías que provocan la convulsión , es muy importante también extirpar quirurgicamente esta zona. Hemos visto que a estos enfermos se les controlan los ataques con el abordaje tradicional del foco y tienen un desarrollo psicomotor mejor al tratar también la corteza. Es una cirguía más amplia, pero siempre es mejor que realizarla más corta y dejarse cosas por hacer.
¿Cuál es el candidato ideal para esta operación?
Tiene que ser alguien con una epilepsia refractaria, es decir, que no haya respondido a los tratamientos previos; también que tenga un área anormal definida única y unilateral en el cerebro y, tercero, que el otro hemisferio sea normal, con capacidad plástica suficiente para reconducir las funciones del lado dañado.
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