Un copa para prevenir el riesgo cardiovascular
El alcohol, con moderación, reduce la mortalidad en los supervivientes de un ataque al corazón.
Los hombres que son bebedores moderados y que han sobrevivido a un primer ataque al corazón tienen un riesgo menor de muerte por enfermedad cardíaca o cualquier otra causa que los no bebedores, según los resultados de un estudio realizado casi sobre 2.000 varones en EE.UU.
Los resultados se publican en el European Heart Journal y muestran que, después de haber sobrevivido a un primer ataque al corazón, los varones que tomaban alrededor de dos bebidas alcohólicas al día durante un largo periodo de tiempo tenían un riesgo del 14% menor de muerte por cualquier causa y un riesgo del 42% menor de muerte por enfermedad cardiovascular que los no bebedores.
Jennifer Pai, del Hospital Brigham and Women y la Escuela Médica de Harvard (EE.UU.), y coordinadora del trabajo señala que los resultados demuestran claramente que el consumo moderado a largo plazo de alcohol entre los varones que sobrevivieron a un ataque al corazón se asociaba con un menor riesgo de mortalidad total y cardiovascular. «También se encontró que entre los que consumían cantidades moderadas de alcohol antes de un ataque al corazón, aquellos que continuaron su consumo de alcohol 'con moderación' también tuvieron un mejor pronóstico a largo plazo largo».
Antecedentes
Aunque ya se sabe que el consumo moderado de alcohol se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiaca y muerte en población sana, hasta ahora no ha estado claro si también puede estar relacionado con menores índices de mortalidad entre las personas que padecen enfermedades del corazón.
Pai y sus colegas analizaron un subgrupo de 1.818 hombres en el Health Professionals Follow-up Study , que habían sobrevivido a un primer ataque al corazón entre 1986 y 2006. Los investigadores les vigilaron durante 20 años desde el momento del ataque al corazón.
Los investigadores preguntaron, cada cuatro años, a los hombres acerca de sus hábito de consumo de alcohol y de dieta cada cuatro años; además, les preguntó sobre el estilo de vida y otros factores -peso corporal, tabaco, etc.- cada dos años. Los participantes informaron sobre su consumo medio de cerveza, vino blanco y tinto, y de licores.
Después de ajustar varios factores que podrían afectar los resultados, como antecedentes de tabaquismo, índice de masa corporal, edad, etc., los investigadores encontraron que los hombres que consumían aproximadamente dos bebidas alcohólicas al día después de su primer ataque al corazón tenían un riesgo menor de muerte por cualquier causa que los no bebedores. El tipo de bebida no afectó los resultados.
Cuando se observaron los niveles de consumo de alcohol antes y después del ataque al corazón, se encontró que la mayoría de los hombres no ha cambiado sus hábitos de consumo, y también que aquellos que bebían antes y después tienden a tener un menor riesgo de muerte que los no bebedores.
Con moderación
«Los efectos adversos para la salud de beber en exceso son bien conocidos, e incluyen una presión arterial alta, reducción de la función cardíaca y disminución de la capacidad para romper los trombos sanguíneos», advierte Pai. Sin embargo, «nuestros resultados, que muestran el mayor beneficio entre los bebedores moderados, subrayan la importancia del consumo de alcohol con moderación». Estos datos apoyan las recomendaciones de la Sociedad Europea de Cardiología sobre el consumo moderado de alcohol.
Ahora bien, el estudio tiene algunas limitaciones, aunque los investigadores no creen que éstas afecten a la validez de los resultados. Además, solo se ha realizado en varones, «por lo que no se pueden extrapolar los datos a las mujeres».
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