Para vivirlo, ya no hace falta que sea real
Llega Gestaverso: un simulador de 'partos virtuales' que guía a las futuras madres
Esta tecnología permite a las embarazadas experimentar desde las contracciones iniciales hasta las emociones del nacimiento del bebé
El cerebro de la mujer cambia durante el embarazo, parto y posparto
![Experiencia de parto por realidad virtual en las instalaciones de Gestaverso](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/salud/2024/01/08/gestaverso-Rqwu64f6MrbladuFPPepjYM-1200x840@abc.jpg)
Rocío López vivía su primer embarazo y temía el momento de dar a luz. «Me asustaba que, cuando llegara el momento, tuviera un parto instrumental». La joven no quería verse en la situación de que recurrieran a usar fórceps o una ventosa para sacar al bebé del canal de parto. «Por suerte, en los cursos de preparación al parto conocí Gestaverso, me interesó su propuesta y decidí experimentar». La empresa española, pionera en facilitar experiencias de parto mediante realidad virtual, 'entrenó' a la futura madre en escenarios donde ella enfrentaba sus miedos. Rocío López finalmente tuvo un parto instrumental, pero, según cuenta a ABC, la experiencia virtual le sirvió «para tener toda la situación controlada y saber de antemano cómo tenía que reaccionar».
Los creadores de este proyecto en el metaverso son María Cantos y Juan Carlos Domínguez, dos 'matronas' profesionales, a los que les obsesionaba la situación que padecen muchas madres primerizas como López, que acuden con miedo al momento del nacimiento de su bebé. «No entendíamos por qué no conseguíamos que las parejas vinieran tranquilas», explica Cantos.
Con la idea en mente de eliminar preocupaciones como la de López, comenzaron en enero de 2023 Gestaverso, un proyecto que consiste en, a través de la realidad virtual, recrear la experiencia que se vive en la última etapa del embarazo. «Simulamos desde el momento en el que 'rompen aguas' y comienzan las contracciones, hasta el nacimiento», explica una de las matronas. Y lo hacen en función de una experiencia personalizada para cada mujer, según su plan de parto o de sus miedos. De esta manera pueden recrear un parto por cesárea, un parto natural, complicaciones durante los últimos momentos como bradicardias fetales o situaciones en específico para cada temor.
Inmersión completa
Hacen uso de unas gafas de realidad virtual, pero también recrean sonidos, olores e incluso las sensaciones de una contracción o de la introducción de una vía. «Para que la inmersión sea completa no sirve únicamente con que la futura madre lo vea, tiene que sentirlo todo», explica Cantos. La simulación comienza en un entorno ficticio, el salón de una casa, donde puedes moverte libremente e interactuar con cualquier objeto.
Pasado un rato, cuando ya estás inmerso, las contracciones empiezan a manifestarse. Y aunque son simuladas, estas duelen. «No practicamos ninguna técnica invasiva, utilizamos la presión manual en puntos específicos para recrear estas sensaciones. Las mujeres deben familiarizarse con la progresión de las contracciones y aprender a utilizar recursos como las respiraciones, los movimientos de la pelvis, la ducha, la pelota de pilates, los saquitos térmicos y también los tiempos, para no acudir al hospital demasiado pronto», explica Domínguez.
La experiencia continúa hasta llegar al paritorio. Los progenitores aprenden por el camino a reconocer cuándo el parto ya se ha desencadenado, qué pruebas harán al llegar a la maternidad y, finalmente, se recrea el nacimiento.
Para ayudar a la inmersión recrean sonidos, olores y estímulos táctiles que se producen en el momento de dar a luz
Las sesiones duran entorno a 45 minutos, y están en todo momento guiadas por ambas matronas. Nunca dejan sola a la madre, a no ser que uno de sus miedos sea ese. «En una ocasión simulamos que la matrona llegaba tarde al paritorio», explica Domínguez. No fue más de 5 minutos, pero para la mujer que vivía la experiencia fue eterno. «Es una situación que puede pasar, y aunque se pase mal en la simulación, las mujeres luego agradecen que hayan tenido esa experiencia previa».
Menos miedo, más oxitocina
En cuanto a los beneficios de esta práctica, las matronas afirman que ayudan a generar el estado de tranquilidad durante el parto: «la secreción y la absorción de oxitocina ocurre mejor si no estamos segregando cortisol, que se genera normalmente con la inquietud», apunta Cantos. «Cuando una mujer está tranquila en el proceso del parto, está demostrado científicamente, ayuda a dilatar más o a que el bebé oxigene mejor», destaca la matrona.
Recomiendan realizar esta experiencia en el tramo final del embarazo, alrededor de la semana 37, porque es a partir de ese momento que se viven las situaciones que simulan en las instalaciones. A pesar de estar enfocados en madres primerizas, a Gestaverso se han acercado mujeres no fecundadas que quieren gestar hijos pero les da miedo dar a luz, e incluso casos de segundos embarazos. «En mi caso mi primer parto fue inducido, por lo que nunca había vivido la situación de empezar el proceso en casa, y me aterraba», comenta Carmen Noarbe, otra embarazada que ha recurrido al simulador.
Para Noarbe la experiencia fue fundamental para entender la importancia de la figura del acompañante. Gestaverso da las herramientas para que tanto la madre como el acompañante puedan estar centrados todo el rato en el proceso de parto. «Tanto mi marido como yo nos dimos cuenta de su labor clave en el apoyo emocional, el alivio del dolor mediante masajes o su ayuda con las respiraciones», indica la mujer.
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