Espermatozoides 266% más rápidos y fértiles con ultrasonidos
Una investigación en 'Science Advances' revela que esta técnica no invasiva aumenta el movimiento espermático en laboratorio hasta un 266%
La OMS avisa del «problema global» de la infertilidad: afecta al 18% de la población mundial
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Los ultrasonidos, una técnica no invasiva, podría convertirse en un tratamiento para determinados casos de infertilidad masculina. De acuerdo con una investigación publicada en la revista 'Science Advances', puede aumentar el movimiento de los espermatozoides humanos en el laboratorio hasta en un 266%.
Los investigadores de la Universidad de Monash (Australia) utilizaron microfluidos de gotas para evaluar células espermáticas individuales, lo cual no se había hecho antes, y descubrieron que la exposición al ultrasonido inducía movimiento en esperma inmóvil y mejoraba las velocidades de nado en los móviles.
Los hallazgos podrían ayudar a los especialistas en fertilidad a mejorar los resultados de los tratamientos de reproducción asistida.
Mejorar la motilidad de los espermatozoides (la capacidad de los espermatozoides de moverse de forma independiente) puede optimizar considerablemente la probabilidad de una fertilización exitosa sin requerir técnicas más invasivas y costosas, como la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, realizada durante la fertilización in vitro.
«Uno de los principales problemas en los casos de infertilidad masculina es la astenozoospermia, es decir, la falta de movilidad de los espermatozoides. Sobre todo, cuando no se conoce la causa. Para solucionarlo se emplean técnicas de reproducción asistida como el ICSI, donde solamente se necesita un espermatozoide móvil para introducirlo dentro del ovocito», asegura a SMC Rocío Núñez directora científica del Grupo Internacional UR y profesora en el Máster de Reproducción de la Universidad Complutense y Sociedad Española de Fertilidad.
Hasta ahora se han desarrollado medicamentos como la pentoxifilina para aumentar la motilidad de los espermatozoides, pero su aplicación ha sido limitada debido a efectos secundarios potencialmente dañinos, como daños al ADN de los espermatozoides.
Un estudio reciente ha demostrado que la ecografía puede mejorar la motilidad de los espermatozoides en humanos y toros al estimular el metabolismo mitocondrial, pero ha sido difícil evaluar la eficacia de esta técnica a nivel unicelular.
Se sabe, añade Núñez a SMC, «que la falta de movilidad de los espermatozoides está asociada a una alteración en las mitocondrias, que es como el «motor» de los espermatozoides, el cual necesita energía».
Mejora más del 200%
En este estudio se expuso a los espermatozoides inmóviles y de baja motilidad a ultrasonidos de alta frecuencia. La técnica, que implicaba encapsular espermatozoides individuales en microgotas para obtener imágenes de ellos, demostró que la ecografía podría mejorar la motilidad de los espermatozoides hasta en un 266%.
Y gracias a ello los espermatozoides mejoraron la velocidad de nado y ayudó al 34% de los espermatozoides inmóviles vivos a volverse móviles, lo que asociaron con cambios en la función mitocondrial. «Nuestros resultados de mejora de la motilidad son prometedores para la aplicación de este método de mecanoterapia en reproducción asistida», escribe el investigador Ali Vafaie . «Poder alterar la motilidad puede cambiar potencialmente la selección del tipo de terapia y los resultados resultantes hacia la aplicación de opciones menos invasivas y más asequibles».
Núñez concluye que la verdadera importancia de este trabajo radica en la posible aplicación en los casos de pacientes con espermatozoides totalmente inmóviles o en muestras de biopsia de testículo. «En estos casos, se han aplicado técnicas, como ellos mismos describen, como la pentoxifilina, una sustancia que, aplicada a los espermatozoides provoca su movimiento. Sin embargo, no está demostrada su seguridad, y no es útil en muchos casos. Por ello, poder utilizar una técnica que no sea lesiva para los espermatozoides, sin necesidad de tinción ni tratamiento químico, ofrece un tremendo potencial para mejorar los resultados clínicos mediante ICSI».
Y, como señala Rita Vassena, cofundadora y CEO de Fecundis y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Fertilidad, y previamente directora científica del Grupo Eugin, se trata de « un estudio novedoso, ya que hay poca evidencia sobre la utilización de los ultrasonidos a alta frecuencias para estimular el movimiento de los espermatozoides y nunca se había analizado al nivel de células únicas, así que la información aportada es interesante y con potencial de ser utilizada en la clínica. De hecho, este trabajo combina dos técnicas muy interesantes: una es los ultrasonidos a alta frecuencias y la otra es un sistema de microfluido en gotitas que permite analizar los espermatozoides uno a uno».
La verdadera importancia de este trabajo radica en la posible aplicación en los casos de pacientes con espermatozoides totalmente inmóviles
Rocío Núñez
Sociedad Española de Fertilidad
Pero, sostiene, como el estudio se queda en la muestra de semen analizada y no hay resultados clínicos tras su utilización en pacientes, «queda abierta la pregunta de si las mejoras observadas in vitro en la motilidad de los espermatozoides se trasladarán a unas mejoras en los resultados clínicos de los pacientes».
Según la OMS, en el mundo hay 186 millones de personas que sufren de infertilidad, y la mitad de los casos son de infertilidad de origen masculina. No obstante, una pequeña minoría de los pacientes llega a tratarse y a superar la enfermedad. Una de las razones más importante de este bajísimo acceso a los tratamientos son los costes de estos y su baja eficacia. Ante esta emergencia y a una enfermedad absolutamente desatendida a nivel global, los resultados de este estudio nos indican una posible estrategia para adaptar los tratamientos de baja intensidad tecnológica, como la inseminación clásica in vitro o la inseminación intrauterina, a casos más graves.
«Si los resultados se confirmaran en un entorno clínico, y se comprobara su seguridad para los embriones a desarrollarse, podríamos tener una herramienta para que los tratamientos de fertilidad sean más accesibles y exitosos», agrega Vassena.
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