NUTRICIÓN
La memoria de la obesidad en las células grasas explica el 'efecto yo-yo' de las dietas
Un estudio en 'Nature' revela que el tejido adiposo conserva una «memoria» de la obesidad mediante cambios epigenéticos, explicando el efecto yoyó tras perder peso
Las 'dietas yo-yo', lejos de reducir el peso, lo acaban casi siempre aumentando
![Una mujer se mide su cintura](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/salud/2024/11/18/dieta.jpg)
Una investigación publicada en la revista 'Nature' y realizada en células humanas y de ratón, podría aportar claves para entender el persistente y frustrante 'efecto yoyó', donde el peso perdido vuelve rápidamente tras abandonar la dieta.
La clave, según el estudio, estaría en ... que el tejido adiposo conserva una «memoria» de la obesidad mediante cambios transcripcionales y epigenéticos en sus células, lo que aumenta la probabilidad de recuperar el peso perdido tras una dieta.
Este recuerdo surge porque la experiencia de la obesidad conduce a cambios en el epigenoma, un conjunto de etiquetas químicas que se pueden agregar o quitar del ADN y las proteínas de las células y que ayudan a aumentar o disminuir la actividad genética. En el caso de las células grasas, el cambio en la actividad genética parece dejarlas incapaces de realizar su función normal. Este deterioro, así como los cambios en la actividad genética, pueden persistir mucho después de que el peso haya descendido a niveles saludables.
Los resultados sugieren que las personas que intentan adelgazar a menudo necesitarán cuidados a largo plazo para evitar recuperar el peso, dice la coautora del estudio Laura Hinte, bióloga de la ETH de Zurich (Suiza). «Significa que, potencialmente, necesitas más ayuda -dice-. No es tu culpa».
El equipo liderado por Ferdinand von Meyenn, del Laboratorio de Nutrición e Epigenética del Metablismo del ETH de Zurich, para entender por qué el peso puede volver a acumularse tan rápidamente después de perderlo analizó el tejido graso de un grupo de personas con obesidad severa, así como de un grupo de control de personas que nunca habían tenido obesidad.
Así descubrieron que algunos genes eran más activos en las células grasas del grupo obeso que en las del grupo de control, mientras que otros genes eran menos activos.
Ni siquiera la cirugía de pérdida de peso modificó ese patrón.
Dos años después de que los participantes obesos se sometieran a operaciones de reducción de peso, habían perdido grandes cantidades de peso, pero la actividad genética de sus células grasas todavía mostraba el patrón vinculado a la obesidad. Los científicos encontraron resultados similares en ratones que habían perdido grandes cantidades de peso.
Los resultados mostraron que, incluso después de una pérdida de peso significativa, los cambios transcripcionales y epigenéticos persistían, asociados a alteraciones metabólicas como la biosíntesis de ácidos grasos y la formación de nuevas células grasas. Estos procesos, según los autores, podrían contribuir al rebote de peso.
El investigador José Ordovás, experto en nutrición y genómica de la Universidad Tufts de Boston (EEUU) y miembro de IMDEA-Alimentación (Madrid) y de CIBEROBN señala a Science Media Centre que este estudio de alta calidad «revela cómo la obesidad induce cambios duraderos en el tejido adiposo, incluso tras la pérdida de peso, lo que proporciona nuevos conocimientos sobre la memoria metabólica que predispone a las personas a recuperar peso».
Aunque sólido, Ordovás destaca que el estudio no prueba una relación causal directa entre los cambios epigenéticos y el rebote de peso, y menciona la necesidad de más investigaciones, especialmente en humanos, para confirmar estos hallazgos.
«Todavía no se trata de una relación causal -señala von Meyenn-. Es una correlación… Estamos trabajando en ello».
Pero las conclusiones del estudio tienen un impacto significativo.
Por un lado, reducen el estigma asociado al fracaso de las dietas al mostrar que el rebote tiene una base biológica.
Este avance sugiere un camino innovador para combatir la obesidad, combinando hallazgos moleculares con prácticas clínicas para abordar esta creciente crisis de salud global
Por otro, enfatizan la importancia de intervenciones a largo plazo que aborden no solo los hábitos, sino también los cambios celulares que dificultan el mantenimiento del peso perdido.
En el futuro, las terapias podrían incluir medicamentos o incluso herramientas de edición epigenética para «reiniciar» la memoria del tejido adiposo y mejorar la sostenibilidad de la pérdida de peso. Además, la personalización de las estrategias de control del peso basada en el perfil genético y epigenético de cada individuo podría marcar una diferencia.
A pesar de los desafíos éticos y económicos, este avance sugiere un camino innovador para combatir la obesidad, combinando hallazgos moleculares con prácticas clínicas para abordar esta creciente crisis de salud global.
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