Hallan una relación entre el dolor de cabeza y los intentos de suicidio

Los investigadores de la Universidad de Pensilvania (EE,UU.) y la de Aarhus (Dinamarca) escriben que los hallazgos sugieren que una evaluación temprana e intervenciones específicas en salud conductual pueden ser especialmente importantes para las personas diagnosticadas con cefalea.

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Los fármacos son eficaces para controlar el trastorno de ansiedad generalizada; sin embargo, se necesitan más ensayos independientes y de larga duración para conocer su efecto completo, especialmente en pacientes con varios trastornos.

Explica a ABC Salud Holly Elser, autora del estudio, que este estudio muestra que, «aunque es raro, el suicidio intentado y completado ocurre con más frecuencia en pacientes diagnosticados con dolor de cabeza que en miembros de la población general danesa sin diagnóstico de dolor de cabeza».

Este hallazgo, añade, se mantuvo constante en los tipos de dolor de cabeza estudiados, que incluyeron migraña, cefalea tipo tensional, cefalea postraumática y cefalalgias autonómicas trigeminales (TAC).

En concreto, continúa, «encontramos que los pacientes diagnosticados con cefalea tipo tensional, que es altamente prevalente y se caracteriza por síntomas de leves a moderados, experimentan un mayor riesgo de suicidio intentado y completado en comparación con los miembros de la población general sin diagnóstico de dolor de cabeza»

El cribado y el reconocimiento temprano de los síntomas depresivos y la suicidas pueden ayudar a identificar a los pacientes con dolor de cabeza que presentan un riesgo elevado de suicidio. Los pacientes diagnosticados con dolor de cabeza y síntomas psiquiátricos comórbidos podrían beneficiarse especialmente de un manejo conjunto con especialistas en salud conductual.

Para Susana Al-Halabí, investigadora de la Universidad de Oviedo y coordinadora del grupo CIPRES, el trabajo subraya la importancia de sensibilizar a los profesionales médicos sobre el impacto psicológico del dolor crónico y la necesidad de enfoques psicológicos en su manejo. Sin embargo, asegura a Science Media Centre, «también advierte sobre la necesidad de utilizar un lenguaje más preciso y alineado con los nuevos paradigmas en psicología, especialmente en la terminología relacionada con la conducta suicida».

En este sentido, señala Elser que «el cribado y el reconocimiento temprano de los síntomas depresivos y la suicidad pueden ayudar a identificar a los pacientes con dolor de cabeza que tienen un riesgo elevado de suicidio. Los pacientes diagnosticados con dolor de cabeza y síntomas psiquiátricos comórbidos pueden beneficiarse en particular de un manejo conjunto con especialistas en salud conductual».

Josep María Suelves, jefe del Servicio de Prevención y Control del Tabaquismo y de las Lesiones en la Agencia de Salud Pública de Cataluña, enfatiza el impacto del suicidio en la salud pública. «El suicidio es un problema de salud pública que provoca la pérdida prematura de miles de vidas cada año. Este estudio refuerza la evidencia de que ciertas enfermedades crónicas, como la cefalea, pueden aumentar el riesgo de suicidio».

Si bien el estudio no examinó los mecanismos subyacentes, explica Elser que existen varias teorías sobre por qué existe esta asociación. En primer lugar, «puede haber una asociación compleja y bidireccional entre el dolor de cabeza y las comorbilidades psiquiátricas, donde los dolores de cabeza empeoran como respuesta a los síntomas psiquiátricos y el empeoramiento del dolor de cabeza lleva a sentimientos de desesperanza o desmoralización. Además, estudios previos han demostrado consistentemente una asociación entre el dolor crónico y el riesgo de suicidio. Por último, puede haber causas comunes de los dolores de cabeza y los síntomas psiquiátricos, como alteraciones en los mecanismos serotoninérgicos y un aumento de la inflamación».

Para Elser, los hallazgos de este estudio plantean naturalmente la pregunta de si el tratamiento del dolor de cabeza, los síntomas psiquiátricos o ambos, atenúan el riesgo de suicidio intentado y completado en personas diagnosticadas con dolor de cabeza.