Enfermedad Cardiaca; el efecto secundario de los tratamientos del cáncer
Se estima que, en Europa, la prevalencia de insuficiencia cardíaca crónica secundaria a cardiotoxicidad relacionada con el tratamiento del cáncer es, aproximadamente, de 1 millón de personas
Una dieta podría proteger el corazón del tratamiento del cáncer
![Laboratorio](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/salud/2024/09/23/VHIO_ImatgeRecurs.jpg)
Los tratamientos para el cáncer han logrado que, en algunos tumores, la supervivencia sea mayor del 90%. Sin embargo, muchos pacientes que han tenido un cáncer tiene que pagar un peaje: las enfermedades cardiovasculares.
Lo confirma un estudio que ha revisado los datos de 1.500 pacientes que participaron en sayos clínicos con medicamento oncológicos y que se publica en la revistas 'Cancer'.
El trabajo constata un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, ataque cardíaco e ingreso hospitalario por insuficiencia cardíaca en las supervivientes de cáncer de mayor edad.
Se sabe que el corazón puede ser especialmente vulnerable a la inflamación provocada por el cáncer y a los efectos tóxicos de la quimioterapia y la radioterapia.
Para investigar la incidencia de enfermedades cardiovasculares en las personas supervivientes a un cáncer de mayor edad y el impacto de tratamientos específicos contra el cáncer en la salud cardíaca, un equipo dirigido por Suzanne Orchard de la Universidad de Monash (Australia) analizó información del ensayo ASPirin in Reducing Events in the Elderly ( ASPREE ), que incluyó a adultos de 70 años o más que vivían en Australia y Estados Unidos.
De los 15.454 participantes, 1.392 desarrollaron cáncer durante un seguimiento medio de 4,6 años.
Insuficiencia cardíaca
Cuando los investigadores evaluaron qué participantes experimentaron un evento de enfermedad cardiovascular, incluidos accidente cerebrovascular, ataque cardíaco o ingreso hospitalario por insuficiencia cardíaca, descubrieron que la tasa era dos veces más alta en aquellos que desarrollaron cáncer en comparación con aquellos que no tenían cáncer, con 20,8 frente a 10,3 eventos por 1.000 personas-año. (Esto significa que habría un promedio de 20,8 y 10,3 eventos de enfermedad cardiovascular entre 1.000 personas durante un año en los respectivos grupos). Dicho riesgo elevado, que se observó en los diferentes resultados cardiovasculares, se mantuvo incluso después de tener en cuenta los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular tradicionales.
La incidencia de eventos de enfermedad cardiovascular fue mayor en pacientes con cáncer metastásico, de sangre y de pulmón. Además, la quimioterapia se asoció con un riesgo dos veces mayor de eventos de enfermedad cardiovascular.
Los análisis no fueron concluyentes en lo que respecta a otras terapias sistémicas, como la terapia hormonal, la terapia dirigida, la inmunoterapia y la radioterapia, aunque se sabe que la radioterapia torácica conlleva un riesgo elevado. La aspirina (la intervención del ensayo clínico) no afectó a la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Orchard destaca la importancia de la detección temprana y de las medidas preventivas lo antes posible y la necesidad de continuar la investigación para proteger aún más la salud cardiovascular de los sobrevivientes de cáncer.
Antraciclinas
Uno de los medicamentos asociados a la enfermedad cardiovascular son las antraciclinas. Las antraciclinas son una clase de medicamentos muy eficaces frente a muchos tipos de cáncer, incluidos las diversas formas de linfoma, cáncer de mama, leucemia, melanoma, cáncer de útero y gástrico. Sin embargo, tienen un potencial efecto tóxico sobre el corazón que puede culminar en insuficiencia cardiaca crónica.
De los 4 millones de nuevos casos de cáncer diagnosticados en Europa cada año, más de 3 millones recibe antraciclinas (solas o en combinación). Datos recientes muestran que más de un tercio de los pacientes que reciben antraciclinas desarrolla alguna forma de toxicidad en el corazón. Se estima que, en Europa, la prevalencia de insuficiencia cardíaca crónica secundaria a cardiotoxicidad relacionada con el tratamiento del cáncer es, aproximadamente, de 1 millón de personas
En este contexto surge el ensayo clínico RESILIENCE, que tiene como objetivo explorar la efectividad y seguridad del Condicionamiento Isquémico Remoto (RIC, por sus siglas en inglés) en la prevención de la cardiotoxicidad causada por la quimioterapia basada en antraciclinas en pacientes con linfoma. El condicionamiento isquémico remoto protege órganos vitales, como el corazón, interrumpiendo brevemente el flujo sanguíneo en una extremidad (ej. brazo). Se utiliza un dispositivo que se hincha durante 5 minutos y se deshincha, repitiendo el proceso hasta 4 veces por sesión.
Este ensayo clínico multinacional está coordinado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y, entre otros miembros, la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), y tal y como se explica en la revista 'European Journal of Heart Failure', está destinado a proporcionar nuevas ideas y posibles terapias para un desafío médico significativo.
«Nuestra investigación contribuye a la creciente cantidad de trabajos que indican que las enfermedades cardiovasculares relacionadas con el cáncer y su tratamiento son un riesgo muy real para los supervivientes de cáncer», afirma Suzanne Orchard.
«Las enfermedades cardiovasculares pueden tener un impacto significativo tanto en la calidad de vida como en la supervivencia de los pacientes con cáncer. Afortunadamente, con la detección temprana y las medidas preventivas, algunos de los riesgos relacionados con el cáncer se pueden mitigar», señala Orchard.
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