DÍA MUNDIAL DEL CÁNCER
La desconocida factura de la covid-19 en el cáncer
Inmersos en la tercera ola, los expertos aseguran no tener constancia de que se haya normalizado el manejo del cáncer, ni de que se hayan puesto las medidas adecuadas para paliar el retraso en los diagnósticos
Los programas de cribado no se han reanudado o van con mucho retraso
El impacto de la factura de la covid-19 en el cáncer está por determinar. Los expertos creen que estamos ante un ‘ bomba de relojería ’ cuyas derivaciones nadie puede calibrar. Solo como consecuencia de la primera ola, se calcula que una de cada ... cinco personas que tiene cáncer no está siendo diagnosticada, ya sea por miedo al covid-19 o simplemente por la saturación de un sistema sanitario, cada vez más estresado.
«Todos sosteníamos la hipótesis de que llegaban menos pacientes. Tras la primera ola de la pandemia en España confirmamos que uno de cada cinco de los pacientes nuevos que vemos mensualmente, no lo estamos tratando, no están siendo diagnosticados», asegura el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el doctor Álvaro Rodríguez-Lescure.
Lo que ha provocado el covid-19 ha sido un agravamiento de la realidad de esta pandemia silenciosa que es el cáncer, asegura Ramón Reyes, presidente de la Asociación Española contra el Cáncer . Y ya estamos en la «tercera ola y no tenemos constancia de que esta situación se haya corregido, ni de que se hayan puesto las medidas adecuadas para paliar el retraso en los diagnósticos».
Desde la AECC se calcula que la falta de diagnóstico o el diagnóstico tardío podría haber afectado en torno a 40.000 o 50.000 personas al cierre de 2020. La covid-19 ha sido « un mazazo para los pacientes con cáncer, que puede pasar factura a medio y largo plazo en tasas de supervivencia », lamenta Ramón Reyes, quien denuncia especialmente que el bloqueo de Atención Primaria y la paralización de los cribados «hace que haya una bolsa de personas que pueden tener cáncer y cuando lleguen al sistema lo hagan en estados más avanzados, lo que planteará problemas serios».
La pandemia está poniendo en juego dos abordajes muy importantes en oncología: el diagnóstico precoz y el consenso en las decisiones terapéuticas
Porque, el hecho de que uno de cada cinco nuevos pacientes se ha dejado de diagnosticar, señala el doctor Jorge Contreras, presidente SEOR-Sociedad Española de Oncología Radioterápica , supone que «cuando se diagnostiquen, el resultado de los tratamientos no va a ser igual. La pandemia está poniendo en juego dos abordajes muy importantes en oncología: el diagnóstico precoz y el consenso en las decisiones terapéuticas».
La covid-19 ha hecho que los pacientes estén sufriendo las consecuencias en forma de retrasos en los diagnósticos, revisiones y pruebas; paralización de los programas de cribado; aumento de ansiedad y depresión; agravamiento de la situación económica, destrucción de empleo...
Todavía se desconoce el impacto a largo plazo, pero algunos estudios, sugieren que va a suponer un mazazo en los avances conseguidos en los últimos años a través de la detección temprana, en las tasas de supervivencia y en la calidad de vida de las personas con cáncer.
El problema más grave está en el bloqueo de la Atención Primaria, donde es difícil que te reciban físicamente, y en que se ha interrumpido, y en muchos casos no reanudado, los cribados de cáncer de mama, colon, etc.
Ya están llegando casos muy graves de cánceres digestivos y ginecológicos, con la incidencia que esto tiene también en los costes sanitarios y laborales
En este sentido, resulta clave el refuerzo de la Atención Primaria. Para Reyes, el problema más grave está en el bloqueo de la Atención Primaria, donde es difícil que te reciban físicamente, y en que se ha interrumpido, y en muchos casos todavía no reanudado, los cribados de cáncer de mama, colon, etc. Cree Reyes que se debe « exigir que se refuerce la Atención Primaria al máximo y que se vuelvan a iniciar los cribados en todas las comunidades . En unas se han retomado y en otras no, y esto es una enorme fuente de desigualdad».
Porque, de continuar así, con uno de cada cinco pacientes sigue sin diagnosticar, el presidente de la AECC ha advertido de que «podemos hablar de 40.000 o 50.000 pacientes que tienen un cáncer y no lo saben». «Ya están llegando casos muy graves de cánceres digestivos y ginecológicos, con la incidencia que esto tiene también en los costes sanitarios y laborales».
En cualquier caso, el problema de la pandemia requiere una solución contundente y un consenso para garantizar que nadie se quede sin diagnosticar o sea diagnosticado tarde; que todo el mundo tenga acceso a tratamientos vitales y pueda acceder a los programas de cribado.
« No puede ser todo covid olvidando al resto de patologías . La solución ante esta situación tan terrible es cuestión de gestión, agilidad y flexibilidad a la hora de la asistencia», concluye Contreras.