EE.UU. y Europa cambian sus recomendaciones para la primera mamografía: ¿Cuándo hay que hacerla entonces?
Las nuevas guías estadounidenses aconsejan empezar a los 40 años en lugar de a los 50. El plan europeo del cáncer pide no solo adelantar sino extender el chequeo hasta los 75 años
Ocho errores a evitar cuando nos hacemos una mamografía
![Una imagen de una mamografía](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/salud/2023/06/25/mamografia-RyEhMVmQixjxhhdIztlrY0M-1200x840@abc.jpg)
El cáncer de mama aún es un misterio. Se tienen pistas de cuáles son los factores de riesgo, aunque el mayor éxito aún es detectarlo de la forma más precoz posible. Hace años se estableció que las mayores posibilidades de desarrollar un tumor en mujeres sanas sin antecedentes comenzaba en la década de los 50 años, y ese fue el motivo por el que se establecieron las campañas de prevención a partir de esa edad. Pero, por alguna razón que también se escapa a la ciencia, el cáncer de mama está ascendiendo entre las mujeres jóvenes.
En Estados Unidos este cambio de tendencia les ha llevado a cambiar los protocolos y a adelantar a los 40 años la edad recomendada para hacerse la primera mamografía, una decisión que no está exenta de controversia.
Más allá del aumento de casos en edades más precoces, el control de las mamas es especialmente importante en las mujeres jóvenes porque tienden a tener tumores más agresivos que las mayores y en la mayoría de los casos no suele haber antecedentes familiares. Parecía fácil, por tanto, recomendar el adelanto de esta prueba, pero la decisión no ha sido fácil y aún se discute.
Uno de los motivos para el debate es que los beneficios netos del cribado son menores en las mujeres más jóvenes que cuando se hace con las de más edad. Esto es porque hay menos posibilidades de detectar un cáncer a edades más tempranas y porque una mamografía supone una radiación sobre la mama que también puede ser dañina.
Por otro lado, existe un riesgo de detectar falsos positivos y obligar a hacer biopsias innecesarias porque cuanto más joven es la paciente las mamas tienden a ser más densas y la imagen es menos clara. En resumen, cuantas más pruebas se hacen, más anormalidades puede arrojar la imagen y esas alteraciones no tienen por qué ser cáncer.
Europa también cambia sus campañas
En este debate, la Unión Europea también ha tomado posiciones. El programa europeo para combatir el cáncer (The European Beating Cancer Plan) está actualizando sus protocolos para mejorar el diagnóstico precoz para que se inspiren todos los países miembros de la Unión Europea. Las nuevas guías apuestan por adelantar y ampliar los controles. «La apuesta europea es adelantar el cribado de mama a los 45 años y extenderlo hasta los 74 años, en lugar de hasta los 65 años como está ahora. Esto último es importante porque también se están diagnosticando tumores en mujeres de edad avanzada que están quedando fuera de los controles anuales de prevención. Si la esperanza de vida está aumentando ¿por qué no ampliarlos?», explica Isabel Rubio Rodríguez, directora de la Unidad de Patología Mamaria de la Clínica de la Universidad de Navarra y representante español en el debate europeo.
El sistema sanitario público español aún no ha asumido esta recomendación y mantiene en los 50 años, la edad para la primera mamografía en mujeres sanas sin antecedentes familiares. Sin embargo, en la sanidad privada se adelantan a la cuarta década de vida.
¿Por qué Europa prefiere empezar con los controles a los 45 años y no a los 40 como hace Estados Unidos? «Esto es discutible. Creemos que hay que bajar la edad de las campañas. Hay un aumento de la incidencia entre los 40 y los 50 años que crece un 2 por ciento por año, pero hoy todavía la edad más frecuente de aparición del cáncer de mama se sitúa entre los 50 y los 60 años», argumenta Isabel Rubio.
Lo mejor: un cribado a la medida
El futuro de la prevención tendrá que ser diferente y personalizado. «Necesitamos un 'screening' estratificado por el riesgo de cada mujer para no someter a mujeres con muy pocas posibilidades de desarrollar un cáncer a mamografías anuales. Pero ahora no hay opción todavía«.
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En ese cribado 'a la medida' se tendrían en cuenta otros factores más allá de los años vividos. Por ejemplo, antecedentes familiares de cáncer (y no solo de mama), el tipo de seno de cada mujer (si es más o menos denso) o los hábitos de vida y el haber sido madre antes de los 35 años.
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