ESTÉTICA
La moda del «No Poo»: pelo limpio sin champú
La última tendencia «eco», lavarse la cabeza solo con agua, tiene una legión de seguidores. Su lema: no a los sulfatos, parabenos y petroquímicos que inhiben el sistema natural para mantener el pelo limpio y sano

«No Poo», que significa «sin champú«», es un movimiento que proviene de la palabra inglesa shampoo, cuya traducción juega además con el doble significado de «no caca», que es lo que significa «poo» en el lenguaje coloquial anglosajón. Surgió en los 80, por iniciativa de Lorraine Massey, una estilista con un salón de peluquería en el SoHo de Nueva York, que hace años decidió acabar con el uso del detergente en su salón. Cayó en la cuenta de que la mayoría de los champús que usaba contenían químicos muy potentes que arrastraban los aceites naturales de su pelo y esto provocaba que el cuero cabelludo produjera más grasa para compensarlo. Esto estaba dando lugar a toda una generación de personas con pelo graso de forma autoprovocada.
Vinagre de sidra
Massey acusa a las siliconas (dejan residuos), los disolventes (dejan la piel vulnerable a infecciones), los aceites minerales procedentes del petróleo (obstruyen los folículos pilosos y debilitan el cabello) y el SLS (abreviatura de sodium lauryl sulfate), un compuesto al que sus detractores atribuyen una peligrosa toxicidad. La estilista empezó a lavar a sus clientas con agua, y en los casos de cabello muy seco, añadía vinagre de sidra, aceite de coco o aceite esencial de lavanda (los acondicionadores tienen licencia para lavar).
Esta tendencia se fue extendiendo por todo el mundo y hoy tiene miles de adeptos. El célebre Christophe Robin -el colorista de Sienna Miller, Catherine Deneuve, Kyle Minogue y Linda Evangelista- es uno de ellos, y limpia el pelo a sus clientas directamente con mascarillas. «Si no laváis las blusas de seda con detergente, ¿por qué imponerle ese daño a vuestro pelo?», señala.
«No es fácil este paso. Abandonar el champú requiere un periodo de adaptación para el cuero cabelludo, que estará alterado (a veces se descama) durante unas semanas. Parecerá incluso que no te has lavado bien y que está más seco de lo normal. Pero cuando se estabiliza su producción de sebo, el pelo se ve por fin con mucho más brillo, más sano, y dura el doble de tiempo limpio», explica Matías, un converso convencido.
¿El proceso de lavado? Masajear (no frotar) suavemente el cuero cabelludo con el agua para eliminar la suciedad. En caso de tener el cabello graso, se puede añadir bicarbonato. Y con el pelo seco, hay licencia para usar acondicionador o mascarilla lavante (en Chi Spa las venden). En estos casos se aplica con el pelo mojado de las raíces a las puntas, se deja actuar durante 5 minutos, se hace espuma con el producto añadiendo poco a poco agua (todas tienen un pequeño componente lavante), y se aclara.
Voces en contra
Esta corriente tiene muchos detractores. «Como toda moda es muy radical, aunque no del todo descabellada- señala el peluquero Víctor Serrano, colaborador de esRadio -y estilista creativo de Room68. Es cierto que si lavas mucho el cabello con químicos vas activando la glándula sebácea, la vas 'despertando' y puedes acabar engrasando el cuero cabelludo».
Pero no se trata de demonizar los champús, sino de escoger el que mejor se adapte a nuestro tipo de pelo. «La cosmética capilar aboga, cada vez más, por champús suaves, sin parabenes, ni colorantes, ni siliconas, y es muy cuidadosa con el cabello».
Con el debate sobre la mesa, David Francés , el famoso estilista experto en belleza, rompe una lanza a favor de los parabenos. «No todos tienen por qué ser los 'malos' de la película. Los perjudiciales ya están prohibidos por Sanidad, y la cosmética utiliza solo los permitidos».
Se está exagerando un poco con el rollo bio/eco/natural, y hay muchas marcas estupendas de champús hoy día que cuidan de maravilla el pelo. Me parece innecesario suprimirlo de nuestras vidas y de nuestras cabezas. Y, desde luego, no podemos esperar el mismo resultado solo con agua.
Brillo y suavidad
Iván Barreda, alma mater de la peluquería RDifusión , es de la misma opinión respecto a las siliconas. «En su justa medida aportan un montón de beneficios para el cuidado del cabello como brillo y suavidad, y la seguridad de estas, así como sus propiedades de cuidado para el cabello, las han ratificado varios estudios clínicos. ¿O creéis que los millones de peluqueros del mundo que usamos champú para lavar el pelo de nuestras clientas somos tan tontos como para aplicarles algo que les va a hacer daño?».
Llegados a este punto, cabe cuestionarse quién está equivocado. La polémica está servida.
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